Julio. El sostener
Me desayuno con tus mensajes en la pantalla de mi teléfono,
con la foto de tu café sobre el escritorio, con tu horóscopo chino a modo de guía.
Construyo tu rutina con los retazos de realidad que derramas a lo largo del día,
un camino de migajas electrónicas y virtuales que me ayudan a darle forma a tu camino.
Un camino que no te guía a mí,
pero que me dirige a la casa de caramelo que son tus brazos, tu espalda, tu voz….
Soy una Gretel glotona y te sigo.
(Te persigo)
Cae la hora violeta...
Yo te espero y pienso nuevamente en ti.
En eso que no me dices y que yo me invento.
Porque al final, Lucía, sólo existes porque yo te creo,
porque eres la idea y el escape, ilusión hecha a mi medida y a mi antojo…
Que placer es entonces saberte en el mundo, en tu mundo.
Nos sostengo Lucía,
Caminando decididamente en paralelo, para encontrarte cada vez más tu,
cada vez mas mía,
lejana y perfecta.
En la solitud de mi deseo, en la volatilidad de mi mente, en la eternidad de cada instante.
Sostenible.
JH