“La Influencia de Nuestro Cerebro en Nuestros Nuevos Propósitos” Parte II: “La plasticidad del cerebro humano y su remodelación o reprogramación”
Para dar continuidad al artículo anterior “La influencia de nuestro cerebro en nuestros nuevos propósitos”, he considerado que es una buena idea darle continuidad al tema, para tener mayor claridad sobre la forma en la que programamos nuestra mente y lo que se revela como resultado. Es decir, influyen en nosotros SIN DARNOS CUENTA, nuestros pensamientos, emociones y acciones que llevamos a cabo …en automático.
Desde el momento en el que empezamos a formarnos en el vientre materno el cerebro toma un primerísimo lugar, ya que a tan solo 18 días de gestación, este inicia su desarrollo y comienza a hacerse presente. Al finalizar su crecimiento se conforma de alrededor de 100 000 millones de neuronas que crean una red de interconexiones en donde se esculpen y graban ABSOLUTAMENTE TODOS nuestros recuerdos, creencias, conocimientos, valores, etc.
A partir de la información que recibe nuestro cerebro, se crean unas cadenas de neurotransmisores que conectan las neuronas unas con otras moldeándolo y dejando grabaciones que se convierten en hábitos.
Con frecuencia pensamos que los genes son los responsables de nuestro comportamiento, les adjudicamos una herencia justificando con ello nuestra conducta, sin embargo, he de decirles que únicamente el 10 % de las redes existentes en el cerebro son heredadas. El otro 90% se cincela con nuestras experiencias. La percepción e interpretación de todo lo que existe en el mundo, nuestros planes y también todo aquello que proyectemos y tenemos en mente, se derivan de ello. Eso, aunque pudiera parecer incierto, nos permite tomarlo como ventaja para replantearnos, reorganizar y reprogramarnos.
El hecho de comprender cuál es el origen y la influencia que esto ha tenido en nuestro desarrollo personal, nos permite estar conscientes decidiendo si deseamos crear una neuromodelación, tomando en cuenta que uno de los factores sobresalientes del cerebro humano, es su plasticidad. Con ello quiero decir: crear una nueva adaptación y programación que sea más favorable hacia el bienestar, escabulléndonos con ello al condicionamiento creado por la herencia genética, creando nuevas redes interneuronales que nos sean más favorables.
Como podemos ver, para hacer variaciones, requerimos iniciar cambiando nuestra forma de pensar, por supuesto, también nuestras acciones, aunque al cambiar el pensamiento esto se da como consecuencia. No quiero decir con esto, que sea fácil, ya que tenemos toda una vida reforzando las conexiones en nuestro cerebro por lo que las cadenas que lo conforman están demasiado fortalecidas y por lo mismo, actuamos en automático. Sin embargo, cuando tomamos consciencia de ello poniendo toda nuestra intención, convicción y compromiso, se puede lograr.
Empecemos a hacerlo, sin límite de tiempo, simplemente con discernimiento, entendiendo con ello, que se trata de nuestra vida, de MI VIDA y, tan solo por eso, vale la pena intentarlo todas las veces que sea necesario, hasta lograrlo.
(Continuará…)