La Physis griega y el surfing
Para los griegos la Physis era la totalidad, ¿Totalidad de qué? Era la totalidad; en ella cabían cada una de las cosas que forman este universo, cada cosa en su lugar y en su tiempo. La Physis lo era todo, el uno. Alguien quiso traducirla y no pudo. Alguien dijo que era la naturaleza pero no logró concebir la grandeza del término y la castró. Ahora se oferta el contacto con la naturaleza en folletos turísticos o eslóganes publicitarios. Se dice que surfear es entrar en contacto con la naturaleza como si las paredes de un edificio de la ciudad capital no hubiesen sido construidas con piedras de un río, agua de un arroyo, cemento de una cantera y fuerza e intelecto de los humanos que se alimentan de animales y frutos de la tierra. La Physis abarcaba todo. El humano era parte de ella, no como se cree ahora que la naturaleza está al servicio del hombre, como lo proponían los filósofos Thomas Hobbes y John Locke quienes veían a la naturaleza como algo imperfecto que la mano del hombre perfeccionaba a través del trabajo y servía para crear beneficio. Los surfistas disfrutamos enormemente de las fuerzas físicas de los elementos. Es estúpido decir que se busca dominar la ola porque la ola no se domina, se fluye con ella. La teoría del caos acuñó el concepto de Efecto mariposa. Este concepto proviene de un proverbio chino y dice que el sólo aleteo de una mariposa puede iniciar un huracán. Ya que las olas se producen por vientos causados por las temperaturas y movimiento de la tierra en el sistema solar y éste en la vía láctea y aquella en el universo, el matar a una mariposa, en dicha concepción, metafórica o no, podría significar el gran disfrute o la enorme decepción que proyectan las olas desde la orilla. La mayoría de los surfistas saben empíricamente que somos parte de la Physis y jamás nos podríamos ver como seres que dominan y esclavizan la naturaleza por el sólo hecho de disfrutar las olas sin la responsabilidad que esto conlleva. La ola misma nos transmite su energía que brota a raudales para nuestro disfrute, su vigor dirían los antiguos griegos. La ola también brota, crece y muere, como todo en la Physis, como le sucederá a los surfistas y a todo ser viviente, porque todos somos viajeros. La Physis es también violencia que permite la vida, permite la energía y todo es indisoluble, inseparable, todo está unido. Algunas religiones creen en un dios creador, un dios padre. Esa sería la Physis. En el gran libro de Herman Hesse, Demián, uno de los personajes menciona a un dios llamado Abraxas. Este dios es creador y destructor al mismo tiempo, una dualidad de vida y muerte. Así es la Physis, violencia para que la vida persista. Es preocupante estar esperando una ola y que lo que llegue sea un desecho que puede matar a otro ser vivo o dañar el ambiente donde habita. Se entiende que todo, la basura incluida, es parte de la Physis pero cada cosa tiene un lugar y una utilidad definida, Hobbes y Locke n ose referían a este desperdicio de recursos que ahora producimos de forma tan cuestionable. El sólo hecho de llevarse algo a la boca debe recordarnos la preocupación del campesino por las lluvias, la del ganadero que cuestiona los suplementos químicos para engordar a su ganado, la tristeza del indígena que ve morir su río, la alegría que producen el florecimiento y la actividad de las abejas, la ignorancia del consumismo impuesto por la plusvalía que ya amenaza seriamente la vida en el planeta. La Physis nos hará pagar el precio, tarde o temprano, y lo hará violentamente, nos guste o no. Como seres que vamos de paso por las olas, las playas y las tierras, los surfistas tenemos el compromiso con la totalidad y antes de que nos vayamos, no contribuiremos a dejar el camino preparado para que los demás sufran, en el futuro, la violencia con que se manifestará la creación-destrucción, debida a la tremenda agresión, en pos de la ganancia, que se le hace a la Physis.