Las pandilleras de Los Cabos
Tal vez usted no lo sepa o quizá no quiera recordarlo, pero los ritos de iniciación para el ingreso a fraternidades universitarias en Estados Unidos de América eran bastante salvajes. En la propia UNAM todavía en el año 1960, acostumbraban las “novatadas” que consistían en “rapar” a los de nuevo ingreso y si alguno se oponía aparte de pelarlo a rape terminaba con una paliza de alguno de los mayores o más salvajones de los grados superiores. En las escuelas militares eran famosas las agresivas y ofensivas prácticas iniciatorias, e incluso en universidades europeas muy prestigiadas se estilaban esas costumbres humillantes, violentas, degradantes o lesivas para los de nuevo ingreso. En el capítulo “Historia de las Novatadas” del libro de Ana Aizpún Marcitllach y Ana García-Mina Freire que se publicó en el año 2013 esa importante obra con el título “Novatadas comprender para actuar”, bajo el sello de la Unión de Editoriales Universitarias españolas (http://nomasnovatadas.org/noticias/wp-content/uploads/2014/09/Novatadas-comprender-para-actuar.pdf ).
Hace unos días, en Cabo San Lucas, municipio de Los Cabos, en Baja California Sur, se filmó e insertó en infinidades de muros, “blogs” y páginas de las redes sociales de internet, la brutal golpiza que unas jovencitas de escuela secundaria le propinan a una adolescente de 15 años de nombre Yeni, residente de la colonia Caribe para permitirle su ingreso a la llamada “pandilla de los 18”, una de las treinta pandillas registradas o identificadas por la Policía en esa ciudad turística de Cabo San Lucas, donde la marginación social es ya un fenómeno de complejidad y magnitud digno de estudios sociológicos. Los videos donde aparece la golpiza han sido vistos ya por más de tres millones de personas en todo el mundo, incluido el que, después de la golpiza, la muchachita aparece con el uniforme y escudo de su secundaria aduciendo que lo hizo por su voluntad y que no sufrió una agresión, sino un “bautizo” para ser aceptada en ese grupo violento.
Acostumbrados a leer noticias glamorosas como el hecho de que George Clooney y Cindy Crawford ya vendieron sus casas en Los Cabos para irse a Cabo de Este o, de que la residencia de Leonardo Di Caprio en el corredor de Cabo San Lucas a La Ribera vale más de 25 millones de dólares, enfrentarse a estos videos que muestran la otra cara cruel y violenta de Los Cabos nos obliga a preguntarnos qué tipo de juventud estamos forjando en el país, pues el fenómeno del pandillerismo juvenil ni es nuevo, ni solo privativo del erróneamente llamado “destino turístico” de Cabo San Lucas donde la descomposición social es obvia y creciente.
En el caso de Yeni, ni siquiera es privativo de su secundaria, puesto que en los videos se mira con toda claridad que otras muchachitas muy modositas con sus tobilleras y su uniforme escolar pertenecen a otra secundaria y otra de las golpeadoras con su entallado pantaloncillo corto y su corpiño muy a la moda, de aproximadamente 18 años de edad, parece descalza y pateando o tirando violentamente de los cabellos a la víctima propiciatoria y “voluntaria”. Las autoridades de la PGR han tomado cartas en el asunto, desde luego, en este clima de violencia que se vive en las colonias populares de Los Cabos, pero más allá de ello tenemos que analizar desde el punto de vista sociológico y psicológico y educativo, todos lo que está sucediendo en esos amontonamientos habitacionales sin drenaje, sin calles ni banquetas, llenos de polvo, pobreza, abandono, alcohol, droga y violencia.
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