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Lo medios como creadores de sueños

Escrito por Martha Alicia Sabin Angulo en Lunes, 28 Octubre 2013. Publicado en Cultura, Opinión, Redes Sociales

No existe ningún borrador mágico

Para borrar todos los errores cometidos

Que pasaría si las flores solo se marchitaran

O solo se quedaran como botones

Duele la realidad duele

La fantasía solo se queda en los sueños

Que pasaría si nunca muero y no tuviera la oportunidad de nacer de nuevo.

Control Machete y Ely Guerra

 

 

La construcción de la realidad es tan compleja que a veces parecería absurdo ocuparse de los sueños ya que ellos pertenecen a lo no real, lo intangible, aquello que al salir del trance se vuelve nada, un recuerdo de algo que sólo existe en nuestra mente… pero, hoy justo es el tema que nos ocupa, por el misticismo que encontramos en ellos, por lo inexplicable, por esa realidad alterna que tenemos, donde para bien o mal somos protagonistas de cada escena y obviamente la búsqueda del origen de los mismos.

Si los sueños están formados de lo que vemos, leemos, escuchamos, probamos y se complementan con nuestros miedos, anhelos, aspiraciones; entonces no podemos desligar los sueños de los medios como parte de los sueños que tenemos en esta hermosa ciudad.

Vivimos realidades de sueños inspirados en la telenovela actual, la última película que nos cautivó, la vida de aquel famoso que sabemos vive lo que soñamos, un status político, social, económico alejado casi siempre de nuestra realidad, esa realidad que ¡Cómo nos da en la cara cada mes al pagar las cuentas!

Recuerdo que un día un ex jefe me dijo: “Yo tengo el sueño del antiguo paceño, me van a dar plaza en el gobierno para trabajar de 8 a 3 de lunes a viernes, me acaban de traer un carro del norte y a mi mujer le heredaron casa”

¿Con que soñamos los Paceños? ¿Cómo se construyen hoy los sueños? Soñamos tener más qué ser, no quiero sonar fatalista pero la realidad es lo que nos muestra y contra ella, esa realidad compartida, innegable, tangible no podemos hacer mucho, pero los sueños sí, o al menos la creación del sueño, esa ilusión en donde podemos ser todo lo ajeno y propio a nuestro ser. Mi tema, los medios como creadores de sueños, tal vez les pueda parecer exagerado pero  ¿De donde creen que salen esas mechas californianas que han llenado nuestra ciudad y muchas otras a nuestro país? o esos carros tuneados para jugar arrancones, los Iphones en manos de todo aquel que tenga para endeudarse  -no para pagar, para endeudarse- , sin olvidar a todos aquellos los que por tener lentes se convierten en intelectuales,  somos una imagen de lo que queremos ser, un sueño, una ilusión sujeta a cambios de temporada.

Heriberto Yépez dice en su libro La increíble hazaña de ser mexicano:

Aunque las televisoras finjan no educarnos, la televisión es la verdadera Secretaría de Educación Pública. En la televisión es donde el mexicano aprende formas de sentir (melodramáticas), qué es el hombre, qué la mujer (patriarcado y matriarcado mexicanos) y, en general, quiénes somos, qué ha sido y qué será. Televisión como destino.

Una vez entendido que la televisión educa, la conclusión inevitable es que su método educativo es como las propias televisoras afirman, el entretenimiento.

¿Qué es el entretenimiento?

El mismo término lo indica: entre – tener implica mantener en un estado intermedio.

 

Y regresando a los sueños, se ha definido este proceso de diversas formas y fines, pero algo que es seguro es que nuestros sueños al dormir se ven afectados por nuestra memoria emocional, lo vivido en lo cotidiano y cómo podríamos  no soñar con lo que nos ofrece la industria del entretenimiento, al parecer es la única forma de tener, entre – tener. Desde niños vemos por lo menos más de 3 horas diarias de televisión o algún otro medio (y nos preocupamos por las reformas educativas que nos son educativas son escolares) que puede soñar un niño alimentado con Laura, telenovelas y narcocorridos. Ciertamente los sueños son sueños, una realidad alterna, no real pero en una realidad que no nos ofrece lo que añoramos, lo que deseamos o soñamos, no nos queda más que vivir en una dualidad, vivir en medida de lo posible esa ilusión.

A todos nos gusta soñar, soñar despiertos con aquello tan maravilloso que quisiéramos decir, hacer, sentir, entonces porque no alimentar nuestros sueños con algo distinto y aquí viene mi lado soñador, hagamos el ejercicio de soñar en este momento con discursos nuevos en la prensa, la televisión, la radio, el internet; buscar en el dialogo, una forma real de conocernos, a nosotros y a los otros, ver en el mar una fuente de inspiración, el disfrute de lo cotidiano al hacer de lo cotidiano un sueño real, soñar y transformar nuestro mundo dejando de lado las ataduras impuestas por las formas de vida de otros, ante poner el ser al tener y disfrutar al final de la noche o el día según se costumbre de cada uno de nuestros sueños al dormir.

Duerme soñando,
Con tus ojos tan plenos, despiertos,
Con tu corazón lleno y radiante,
Alucinante, tan lleno de amor.     

El gran silencio

 

Acerca del Autor

Martha Alicia Sabin Angulo

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