Los Gigantes descalzos de la montaña
Al noroeste de Oaxaca encontramos la región indígena triqui, una de las más pobres y marginadas de México, donde hay niñas que se casan a los 13 años, jóvenes que a los 15 migran a Estados Unidos y niños que juegan al básquetbol descalzos, no sólo por costumbre.
Entre quienes juegan al básquetbol en las comunidades indígenas triquis, único deporte que se práctica en dichos lugares, ya que al ser muy pequeños sólo existe una cancha para tal efecto, la Academia de Baloncesto Indígena de México (ABIM), decidió implementar, desde hace cuatro años, un programa de formación de niños indígenas, que busca combinar la educación con el deporte, basado en que los pequeños encuentren “una nueva forma de vida”.
Ocho niños de entre 8 y 11 años, fueron seleccionados entre basquetbolistas de 21 comunidades indígenas, para participar en el Festival Internacional de Minibásquetbol de Argentina, que se celebró en la provincia de Córdoba. Los marcadores frente a equipos argentinos fueron: 86 México, 3 Celestes; 22-6 contra la Universidad de Córdoba; 72-16 cuando enfrentaron a Central; 82-18 el marcador con Hindú; 44-12 con Monteéis y 40-16 frente Regatas de Mendoza.
Melquíades, Tobías, Anselmo, Bernabé, Dylan, Abimael, Fernando y Germán jugaron descalzos frente a sus rivales, con carácter, firmeza y fortaleza interna. “Están dando el ejemplo a todos, incluso a mí, de que sí se puede”, dijo su entrenador Sergio Zúñiga.
Los Gigantes descalzos de la montaña, que es como los denominó la Comisión Nacional del Deporte, deben su templanza, en buena medida, al programa impulsado por la ABIM, que mediante un curso de psicología, un curso de liderazgo y un curso de risoterapia, así como la necesidad de mantener un promedio de 8.5 como mínimo, en la escuela, hablar su lengua natal y apoyar en las labores de su casa, concientizó en ellos que al trabajar con lo que se tiene y ser ellos mismos con pasión, no hay montaña, ni prejuicio, que les impida cumplir su meta.
Los campeones descalzos de la montaña fueron recibidos como héroes a su regreso a México, han sido propuestos por la Cámara de Diputados para obtener el Premio Nacional del Deporte, y el próximo miércoles 4 de diciembre acudirán a un partido oficial de la NBA en Minessota, Estados Unidos, para convivir y presenciar un juego de baloncesto profesional, con jugadores de los Spurs de San Antonio.
Los Gigantes descalzos de la montaña son niños, son indígenas, somos nosotros, cuando nos reconocemos humanos en plenitud, porque el corazón bombea sangre roja, con independencia del producto interno per cápita, y de nuestros prejuicios respecto al color de piel, estatura y concepciones del mundo diversas.