Familias Sudcalifornias: MI SUEGRA Y MADRE ME VUELVEN LOCA
Si les ha tocado escuchar el sermón que da su madre, su abuela o su suegra, sobre la forma de criar, vestir, hablar o entretener a sus hijos, déjenme decirles que es común; en la mayoría de las familias las personas mayores nos dan consejos, a los de menor edad o experiencia, sobre la manera en que debemos educar a nuestros hijos, y no una vez, sino en repetidas ocasiones, tanto que a veces nos cansamos de escuchar lo mismo. Te recomendamos tener paciencia y que recuerdes que siempre que lo hacen es solo por amor, para que tú seas excelente madre y evites cometer los errores por los que ellas pasaron.
Tomen en cuenta que aunque los retos que ellas tuvieron tal vez son los mismos que los suyos, los tiempos y condiciones que ahora vivimos no lo son; la abuelas de antaño se dedicaban completamente al hogar y a los hijos, y ahora ustedes tienen que trabajar por muchas horas fuera de casa, y por razones diversas, dejando limitado y a veces muy programado el tiempo libre para sus hijos.
También debemos aceptar que siempre estamos con el tiempo encima, y quizá eso nos vuelve menos pacientes; en cambio las abuelas, madres o suegras pueden volcarse al cuidado de nuestros pequeños, si es que ya están jubiladas o son amas de casa ya con los hijos fuera; además, las abuelas siempre tienen ideas creativas, así como muchas historias que platicar; hasta tienen tiempo para darles todas las explicaciones de porqué deben hacer algo y sus consecuencias, además debemos admitir que no todas tenemos sus cualidades culinarias, ni siquiera el caldito de pollo, por muy sencillo que parezca, tiene el mismo sabor que el de nosotras, y eso a veces también nuestros hijos lo notan y lo reclaman.
Si hechan un vistazo en el tiempo, recordarán que nuestras mamás no eran así con nosotros, las desesperábamos, no eran tan pacientes, ni creativas, a veces no había tiempo para tantas explicaciones y de vez en cuando la “chancla” volaba cerca de nosotras, pero el tiempo y la crianza de uno o varios hijos les ha dado la experiencia para ser las grandes abuelas que son ahora y los valiosos consejos que podemos escuchar y poner en práctica.
Si en alguna ocasión vuelven a escuchar el sermón de siempre, recuerden que solo lo hacen por amor hacia nosotras y nuestros hijos, no se exalten al grado de dañar la relación o decir palabras que lastimen y de las que se puedan arrepentir; cuando tengan que aclarar situaciones difíciles siempre háganlo con respeto y mantengan distancia; debemos cuidar siempre la relación con la familia, más cuando se trata de nuestros padres y los padres de nuestra pareja; recuerden que los hijos necesitan a los abuelos, también necesitan comprender la importancia de la unidad familiar y el amor, seamos su ejemplo. Este tipo de lecciones son la verdadera herencia de nuestros descendientes.
