Milena Quiroga, precandidata
Una de las obras más fascinantes de la literatura política moderna, es la del escritor y filósofo francés Jacques Derridá y que se denomina “Dar el tiempo”. (Donner le temps 1. La fausse monnaie) y hoy más que nunca debería ser entendida por quienes se interesan en los remolinos que estamos viviendo gracias al ave de las tempestades que ha resultado el estadista Andrés Manuel López Obrador.[1]
El presidente de la República, el early bird de las instituciones, nos tiene en una aceleración que francamente ya le hacía falta a este país que sólo se movía a través de las olas miasmáticas de la corrupción, el nepotismo y el atontamiento deliberado de las grandes franjas populares que se encuentran por decenas de millones en una pobreza cruel y dolorosa, como lo vemos aquí en Los Cabos y en la Paz en los lomeríos de la ignominia y el abandono.
La política es cuestión de tiempos y éstos se aceleraron al máximo y a unos días de que se cumpla el primer año del triunfo masivo de las elecciones de julio, ya se están acomodando las piezas del complejo engranaje para las boletas del 2021 y por eso vemos que ya todos los protagonistas deliberados o involuntarios de ese sortilegio sufragal que se realizará en cien semanas aproximadamente, están en franco “frenesí” que diría Alberto Domínguez.
Una de las “piezas” nuevas de ese interesante muégano o galimatías, como usted lo quiera ver, es el componente femenino en los procesos electorales como se demostró en el tsunami anterior. AMLO vendrá otra vez en las boletas, con el sambenito de que nos ofrece la revocación de mandato. Nada más eso nos faltaría para terminar de ahogarnos en el pantano, tratar de cambiar de caballo a la mitad del río. Y ese hecho de que el beisbolista místico y mítico de Macuspana se mantendrá en el ojo del huracán de aquí a esas elecciones del 21, hace que andemos ya en el acelere de los “adelantados” precandidatos para las diputaciones federales, presidencias municipales, sindicaturas, regidurías, diputaciones locales y, en varios estados de la república, como la expoliada Baja California Sur, de gobernadores. Y ahí es donde la puerca torció el rabo, dirían los expertos en la paremiología sudcaliforniana.
Los dos partidos o movimientos principales de este seductor estado que tiene 74 mil kilómetros cuadrados de superficie terrestre y casi un millón de habitantes, las dos alineaciones predominantes, digo, son la de Morena que obtuvo la votación más alta en la historia de BCS al año pasado y el Pan al que se incorporó el actual gobernador para llegar a ese sitial y el cual sufrió derrotas apabullantes merced a la desesperación acumulada de las grandes masas y que Amlo y su tenacidad lograron sacudir y esperanzar.
De esa manera, sólo hay de dos sopas, dirían mis abuelos Socorro García de Perea y Eduardo Mestre Ghigliazza o mis abuelos Amelia Jiménez de Asúa y Ramón Ojeda Falcón, o mis bisabuelos Manuel Mestre Gorgoll y Dolores Ghigliazza García o Antonio Ojeda Yépez y Marcelina Falcón Sánchez, en fin, toda mi abuelitud diría que sólo hay de dos sopas y esas son Morena y el Pan.
Por Morena, si quieren meter a una mujer como candidata al gobierno del estado de Baja California Sur, esa será la Ingeniera Civil y Diputada Milena Paola Quiroga Romero quien tiene una sólida preparación universitaria y logró su titulo profesional con grandes laudos en el instituto Tecnológico de la Paz, tiene muy buena experiencia profesional en su ámbito de la ingeniería civil, excelente experiencia administrativa como ingeniera, tiene una familia consolidada, su padre es el prestigiado ingeniero Juan Quiroga especialista en agua y quien por cierto toca muy bien la guitarra. Milena Quiroga de 32 años es una mujer sana, deportista, madre de dos o tres niñas, casada con un brillante profesional el joven ingeniero Alberto Cambero y se ha caracterizado por ser sumamente dinámica y cumplida en sus tareas legislativas.
Por el actual partido del Gobernador del estado Carlos Mendoza Davis la joven de mejor preparación profesional con experiencia sería Susana Zatarain que podría competir con el carisma y talento de la Ingeniera Milena Quiroga, ambas guapetonas, para decirlo claramente y ambas con fogueo social y empresarial. Y es que la época de las mujeres ha sonado para la política de alto nivel. No es casual que mujeres super preparadas como Claudia Sheinbaum quien es doctora en ciencias o aquí en BCS mujeres muy bien preparadas como la Dra. Yolanda Razo Abundis Rectora de la Universidad del Golfo de California con Doctorado en Educación o la Doctora Tamara Montalvo Arce la única mujer con mención honorífica en la Maestría en Ingeniería de la UNAM y actualmente directora Académica en el Instituto Tecnológico de los Cabos.
Claro que hay otras mujeres, muchas, muchas, pero la preparación ahora es fundamental. Le doy un dato, la mujer más destacada del gabinete de AMLO es Olga Sánchez Cordero, mi amiga y compañera de la facultad de derecho de la UNAM, bueno pues ella sacó puros dieces en toda la carrera y por eso llegó a ministra de la suprema corte y a ser la primera secretaria de gobernación de la historia de México. Sin embargo, la lucha por la gubernatura y las presidencias municipales, diputaciones, regidurías o sindicaturas va a ser entre jóvenes preparados. Lo diré claramente, aunque no me favorezca en lo personal, pero sí al país: la hora de las jóvenes y de las mujeres preparadas ha sonado. Los que quieren de reversa papi, están perdidos, el principio de no regresión o de no retroceso ha llegado. Claro, hay quienes quisiéramos pedir que el reloj no marque las horas, pero eso se lo dejamos a Roberto cantoral. El país quedó harto de corrupción, de nepotismos, de cacicazgos, de lucroteísmo y de soberbia y opacidades. Cada día será más fuerte la voz de una sociedad agraviada durante décadas. Nadie está excluido. Nadie sobra. Atrás los fielders. Haga sus apuestas si tiene usted el nauseabundo vicio de la ludopatía, como ya sabe quién.
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