Mitos, cuentos y leyendas: MITOLOGÍA DE LOS PERICÚES
pintura Andrea Gaume
Creían en Niparaya, ser inmaterial, creador del cielo, la tierra, el mar, la comida, los árboles y todo lo que vemos. Anayicoyondi fue su mujer. Con ella, aunque no se acostó ni hizo uso de ella, tuvo tres hijos. Parió a Quaayaip en las sierras Acaragui (otros le señalaron que fue en los cerros colorados llamados Cuniminicí). Quaayaip enseñó a los hombres. Fue un ser poderoso que tuvo mucha gente a la que sacaba de adentro de la tierra. Finalmente estos le mataron y le pusieron una toquilla de espinas. A pesar de su muerte permaneció sin corrupción alguna emanando continuamente sangre. De él se dijo que no perdió la hermosura, que no habla por estar difunto, pero tiene un tecolote que le habla. A causa de su muerte Niparaya juró matar a los hombres porque él es quien hace que mueran o vivan. En otra versión recogida por Tamaral se dice que Quaayaip resucitó y se fue con su gente al cielo a la casa de su padre. Que después vendrá Niparaya y que resucitará a todos sus parientes coras. Se señaló que en el cielo existieron grandes guerras que encabezó Wac o Tuparám quien se opuso a Niparaya. Este último lo venció y después de quitarle las pitahayas y demás comida lo echó del cielo junto con su gente y los encerró dentro de una cueva en el centro de la tierra; de ellos sólo algunos escaparon y se quedaron en varias partes del aire. Para que los demás no salieran crió a las ballenas en el mar las que atemorizaban a Wac-Tupurám. Este personaje cambió su apariencia y pasó a ser de un personaje hermoso a tener un cuerpo cubierto de plumas y orejas de venado. La rivalidad de los dos personajes fue permanente. La guerra jugó un papel importante en las creencias. Niparaya no las deseaba de acuerdo a la importancia del principio: Todos los que mueren a flechazos no van al cielo; mientras que Wac-Tupurám quiere que peleen porque los que mueren flechados van a donde él está. La doctrina de Wac-Tupurám dice que la luna fue creada por Cucunumic, y las estrellas, por Purutabui.
Síntesis de la versión del padre Nicolás Tamaral realizada por Gilberto Ibarra Rivera en su libro Vocablos indígenas de Baja California sur.