Mitos, cuentos y leyendas sudcalifornias: LA HISTORIA DE BLACKMAN
Se cuenta que por el año 1800, cuando la población del norte del estado había sido evangelizada por los jesuitas, y las familias indígenas estaban en un cambio y adaptación por los procesos de colonización, existía un gran esfuerzo de supervivencia; se dice que las epidemias de aquél entonces empezaron a disminuir la población. En aquellos tiempos se iniciaba la búsqueda de perlas en el Golfo de California, lo cual también era una de las actividades que provocaba frecuentes muertes entre los buzos, ya que se sumergían sin equipo para la búsqueda de las ostras.
Se dice que después de una tormenta muy fuerte que azotó en el poblado, apareció al sur de la Isla San Marcos una embarcación con las velas destrozadas, al parecer habían perdido el rumbo debido a la tormenta, por lo que fueron a anclar en un bello lugar llamado Puerto Viejo. Ahí la tripulación desembarcó por unos días, y aunque las apariencias de la tripulación eran hombres desnutridos, con mucha sed y ojos hundidos; lo cual era extraño, ya que en el lugar fácilmente se encontraban abundante alimentación del mar y agua potable gracias a la fuerte tormenta que llenó los manantiales, se supuso que tal vez venían infectados por alguna epidemia. Se cuenta que en ese barco venían tres sarcófagos, dos con misteriosos personajes y uno de ellos que fue desembarcado en la Playa de Puerto Viejo, el cual contenía un gran tesoro. Desde su hallazgo hasta nuestros días, dicen que una embarcación con velas se aparece a las personas que acampan en el lugar.
Se dice que ésta embarcación elevó anclas después de varios días que la tripulación se mejoró, pero para su mala suerte, al pasar por el bajo que se forma entre la Punta Arena y el islote Roca Lobos, se destrozó parte del fondo de la embarcación con los arrecifes que existen en ese lugar y a pesar de los esfuerzos por salvarse, terminaron hundiéndose con su tripulación, quedando a flote los misteriosos sarcófagos que transportaban. Uno de los sarcófagos fue a dar cerca de las playas de San Bruno y San Lucas, por lo que obviamente la curiosidad no se hizo esperar por uno de los nativos que lo encontró varado, al buscar ayuda y abrirlo, se encontraron con que la misteriosa caja de madera llevaba en su interior un hombre al parecer embalsamado, de apariencia extraña, tal vez del otro lado del continente, el cual llevaba consigo una serie de condecoraciones militares, por lo que la gente lo nombró como “el soldado”, mismo que fuera enterrado en la costa; hasta la fecha así se conoce el lugar, como “la tumba del soldado”, claro que solo en historias porque después de tantos años y cambios del lugar, se ha perdido la ubicación exacta entre las dunas. El otro sarcófago fue a dar cerca de Los Frailes, en un acantilado que solo se puede llegar por lancha, pero que misteriosamente salvó la vida de un personaje que sobreviviría para dejar historia y que luchó por sobrevivir en el lugar, encontrándose en una cueva llena de tesoros, que posteriormente la llamarían “la cueva del mechudo”, ya que éste personaje de vez en cuando se dejaba ver con su melena larga.
Cuando empezaron a llegar barcos veleros cerca del lugar, alrededor del año de 1885, para posteriormente formar el puerto de Santa Rosalía, llegó también una cuadrilla de trabajadores mineros de Sonora principalmente, Yaquis en su mayoría, quienes se establecieron muy cerca de la playa donde se encontraba la cueva del mechudo. Estos nuevos vecinos empezaron a realizar reuniones paganas, se dice que se podían convertir en animales, se ponían máscaras extrañas, realizaban magia negra y sacrificios de animales, el misterioso personaje se percató de éstos acontecimientos y no tardó en salir frecuentemente de la cueva para aprender su cultura, hasta llegar a socializar con los yaquis con su poca habla y lenguaje extraño, aunque con avanzados conocimientos de alquimia y magia, enseñaba a la comunidad, al grado de integrarse y llegar a ser el Gran maestro del grupo, a quien la comunidad yaqui llamaba Blackman, tal vez por su piel morena. Eran muchos los conocimientos que éste personaje tenía, que empezó a provocar muchas envidias entre el grupo, por lo que al percatarse del rechazo regresó nuevamente a invernar a la cueva y recuperar energías, como bien sabía hacerlo. Un día en los que descansaba sintió una fuerte sacudida que lo despertó, observando que la cueva se inundaba y se empezaba a derrumbar, por lo que logró salvarse convirtiéndose en una ave y saliendo rápidamente del lugar, así aprovechando el acontecimiento de que en la cueva ya no podía estar y la comunidad lo había rechazado, tomó la decisión de alejarse del lugar y sobrevolar otros lugares, observando las nuevas construcciones que ya existían como las misiones y que él no conocía. Este hombre seguía sin envejecer... Más adelante en los tiempos de Porfirio Díaz, se desató una ola de rebeldía por su mal gobierno, por lo cual muchos de los oficiales de la milicia empezaron a desertar de las bases militares, siendo perseguidos y fusilados, blackman aprovechándose ésta situación se alimentaba de la sangre caliente de los recién fusilados y en una ocasión tomó uno de sus uniformes y empezó a caminar hasta la sierra, huyendo del campo de batalla y saludando en el camino a uno que otro arriero que se encontraba solo levantando la mano ya que no entendía bien el idioma; hasta que llegó a toparse con un grupo de desertores, quienes al ver el uniforme le hicieron señas para invitarlo al grupo y brindarle de comer, entre ellos se encontraba un maestro quien al ver que blackman no hablaba bien idioma, empezó a enseñarle durante los días siguientes hasta lograr entender y hablar mucho mejor, los desertores se dispersaron por San José y San Miguel de Comondú, pero él se enamoró de un bello oasis de lo que conocemos como La Purísima, ahí encontró quien sería su esposa, después de cambiarse el nombre por Loret Blackman a quien se le notaba su aspecto extranjero y bonachón, logrando una buena reputación. Fue hasta que su esposa murió de una rara enfermedad que toda la felicidad se terminó, la gente lo empezó a señalar, ya que otras personas empezaron a padecer de lo mismo como si fuera una epidemia, se corrieron rumores de que él había traído la epidemia de los soldados, que les había chupado sangre y lo corrían del lugar por donde pasaba, así que él solo se alejaba del pueblo y se sentaba sobre una piedra con la mirada perdida en el horizonte, tal vez pensando en aquellos momentos de felicidad o de lo que dejó atrás.
Pero, era tanto el odio del pueblo que un día estando sentado en esa piedra llegaron sin aviso y los sorprendieron atándolo de su cuerpo y trasladándolo hasta el panteón a un ataúd que tenía hecho a su medida, ya que medía cerca dos metros de altura, lo colocaron dentro de la caja, la sellaron y en el interior del mismo se veía el movimiento del cuerpo desesperado y enojado que gritaba ¡quiero ser sepultado junto a mi esposa en la cripta que yo mismo construí! ¡Pero han de saber que dentro de 100 años estaré entre todos ustedes para cobrarme cada una de sus ofensas!, repetía éstas palabras varias veces como una maldición para todas aquellas personas. Pero la gente solo lo fue bajando hacia la fosa junto a su esposa y final, enterrado vivo, ¡fue sepultado el vampiro! comentaba la gente.
Cuentan los lugareños que blackman, aprovechando sus poderes, se convirtió en una serpiente que al horadar la tierra, hizo camino por debajo hasta llegar a una laguna de agua dulce donde ahora vive alimentándose de vez en cuando de algún osado que utiliza la laguna para bañarse en sus aguas. La Poza, como ahora le llaman, ha cobrado la vida de muchos que fueron a bañarse al lugar y fueron arrastrados por algo extraño perdiendo la vida. Dicen que blackman algunas veces se convierte en humano para ir a visitar la tumba de su esposa, ya que extrañamente se conserva impecable después del hecho.