Notarias notorias
Como en todo, a las mujeres les es más difícil acceder a las responsabilidades jurídicas públicas y privadas. Salvo en el caso de las maestras de primaria, de las enfermeras o de las monjas, todo lo demás es cuesta arriba. La función del notariado es claro ejemplo de ello. No olvido a la gran notaria Graciela Berra Estrada de Pigretti de Argentina y las anécdotas truculentas que me platicó y que no repito aquí en este espacio que los analfabetos no leen, porque ella falleció antes del Covid.
De nada sirve que la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero haya sido Notaria y su padre también, para las mujeres, en cualquier estado de la República, pero en especial en BCS para las abogadas buenas llegar a una notaría está en chino y no sé si es en venganza de que el cruel Hernán Cortés era notario o qué aedes egypti nos picó. Lo consultaré con la culta y prudente magistrada Claudia Méndez o con mi amiguísima Yazmin Esquivel, Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Por ese escabroso camino laboral y cultural que tienen que recorrer las mujeres, le solicité a la brillante Notaria 17 de Cabo San Lucas, María del Pilar García Orozco un comentario al respecto y me dijo textualmente que
“La participación de las mujeres en el notariado en México ha sido un proceso paulatino que inició hace alrededor de cinco décadas; actualmente 19% de los notarios son mujeres.
En el Colegio Nacional del Notariado Mexicano consideramos que el número de mujeres participantes seguirá creciendo en el mediano plazo, hasta alcanzar y eventualmente superar los estándares de algunos países desarrollados.
En Francia, por poner algún ejemplo, 33% de los notarios son mujeres, mientras que en España representan el 23.5%. Cabe destacar que en esos países hay también un creciente número de aspirantes, por lo que puede esperarse que estas cifras sigan aumentando en los próximos años.
A pesar de que todavía falta mucho por hacer en cuestión de equidad de género, la participación de las mujeres en el notariado es significativa si se compara con el número de mujeres en otros sectores, ya que en consejos de administración de diferentes sociedades mercantiles en Norteamérica sólo 16% son mujeres, cifra que desciende al 8% en Europa y 2% en Asia.
Es importante señalar que en el sistema jurídico mexicano, los requisitos de acceso al notariado los rigen las leyes de la materia en cada entidad federativa, pero en ninguna de ellas se establecen distinciones en función de género del aspirante. Además, hoy en día en el 94% de las entidades federativas se requiere realizar un examen de oposición para seleccionar a la persona más idónea para ocupar la vacante, por lo que son los méritos, y no el género, lo que permite el acceso al notariado.
Consideramos –y así opinan prácticamente todas las Notarias con las que hemos platicado– que los exámenes de oposición (única vía de ingreso al notariado que consideramos apropiada) deben dar igual oportunidad a hombres y mujeres, sin hacer ningún distingo, pues sus capacidades son idénticas (hacerlo de otro modo sería discriminatorio y ofensivo).
Asimismo creemos que para ampliar la participación de las mujeres es fundamental hacerlo a través de todas las notarías del país, que año con año reclutan estudiantes en las mejores universidades y escuelas o facultades de derecho del país, para que inculquen entre las practicantes el amor por esta profesión, como se ha hecho durante los últimos siglos, con énfasis ahora en la inclusión de las abogadas y estudiantes mujeres.
A nivel gremial contamos con notarias que desempeñan actualmente funciones dentro del Colegio Nacional del Notariado Mexicano o de los Consejos Notariales Estatales, ya sea en el Consejo Directivo o en diversas comisiones. Estamos seguros de que ellas han contribuido y contribuirán a dar visibilidad al notariado mexicano y al papel de la mujer en el mismo.
En conclusión, es posible y probable que en el futuro un mayor número de mujeres estén interesadas en dedicarse a esta noble profesión, que desempeña un papel fundamental en el ejercicio diario de la certeza y seguridad jurídica de los mexicanos.”
Clarísimo texto de la colega Lic. María del Pilar García Orozco, Notario Público No. 17 de Cabo San Lucas, B.C.S., sin embargo, quiero contarles a ustedes algunos secretos, en BCS hay sólo 9 Notarias mujeres y más de 33 hombres, y francamente las experiencias de los sudcalifornianos con su scudería de fedatarios, es muy penosa, por decirlo como Laura León: suavecito. Vea la lista en http://www.colegiodenotariosbcs.org.mx/directorio-consulta.php
Necesitamos más mujeres en las Notarías, de 234 hombres Notarios en la Ciudad de México, la capital cultural, jurídica y política del país, sólo hay 12 o 13 mujeres Notarias. Un escándalo de asimetría y de vulgaridad machista. Y así anda el país en el nebuloso mundillo de la fé pública. El Notario Gamill Arreola y algunos otros, han publicado propuestas de hondo calado para mejorar este serciio esencial de la certidumbre legal.
Yo postulo, que debe modificarse urgentemente la ley para que haya un número igual o casi de varoncitos y mujeres al frente de las Notarías, eso implicaría que de ahora en adelante sólo entren mujeres a los concursos, hasta que se empareje el Score como decimos los besibolistas Rupestres. Está claro que ser mujer, no es sinónimo automático de eficiencia, probidad, honradez o preparación, ya lo hemos visto en los desastrosos ejemplos municipales, tampoco lo es en la burda masculinidad, pero si los exámenes son estrictos y sin favoritismos, en veinte años o menos contaríamos con un equilibrado y más aséptico listado Notarial.
Es imprescindible leer el artículo publicado en The John Marshall Law Review [31:703] The Feminization of The Office of Notary Public: From Femme Covert to Notaire Covert de la maestra Deborah M. Thaw ex n Executive Director of the National Notary Association para entender por qué en Estados Unidos de América la mayoría de los miles y miles de Notarios, son mujeres y como la vergüenza aflora en países “latinos” como en Francia donde no llegan al 15 por ciento.[1]
Este grandioso país, este gran estado y nuestros municipios y pueblos tan rezagados, no podrán progresar mientras mantengamos la marginación de la mujer, no podemos ser verdaderamente hombres del siglo XXI con esos atavismos. Sé que es difícil, pero el tiempo se agotó. La noche quedó atrás.
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