Por el bien de todos: libertad de reunión, asociación y libre tránsito
En México la libertad de reunión y de asociación son derechos humanos, es decir pertenecen al “conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada. Estos derechos, establecidos en la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados por el Estado”[1].
Lo anterior viene a colación ya que en fechas recientes los maestros pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), organismo opositor al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), han manifestado su desacuerdo a la aprobación de las leyes secundarias de la reforma educativa de 2012, imposibilitando con su presencia física el libre tránsito de los ciudadanos tanto en el Zócalo como en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, ambos de la Ciudad de México.
Asimismo, y como parte de las medidas de presión que la CNTE ha tomado, impidió el acceso de los legisladores de las distintas fracciones parlamentarias a la Cámara de Diputados, su recinto oficial, por lo que obligó a éstos a llevar a cabo su sesión en una sede alterna, el Centro Banamex, donde, finalmente, aprobaron la Ley General de Educación, así como la iniciativa de Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y evitaron discutir lo concerniente a la Ley General del Servicio Profesional Docente; estas acciones constituyen una muestra no de músculo político, sino de falta de creatividad para sensibilizar al resto de la población sobre su situación actual.
Por si fuera poco se debe considerar a más de un millón niños que se quedaron sin clases en Oaxaca y Michoacán, desde que dio inicio el paro indefinido de labores por parte de los docentes inconformes con las leyes secundarias de la reforma educativa, lo que atenta contra el derecho a la educación de estos alumnos de educación básica.
Razones sobran para que los maestros de la CNTE manifiesten su inconformidad, debido a que en el proceso de construcción de las propuestas se excluyeron sistemáticamente los puntos de vista de los actores de la educación: maestros y estudiantes. Habiendo apostado en un principio no sólo por la movilización en las calles, sino por un prolongado esfuerzo de reflexión y análisis de propuestas, los maestros terminaron viendo cómo el presidente de México, Enrique Peña Nieto, presentó iniciativas autoritarias, excluyentes, en las cuales las opiniones de los maestros fueron ignoradas.
Además, la educación no deber ser vista como un ejercicio punitivo y sancionador; la evaluación es pertinente, siempre y cuando tenga el objetivo de capacitar en condiciones equitativas al cuerpo docente que no cuente con los estándares de formación y conocimientos necesarios.
La protesta ciudadana es válida, sirve para nivelar la agenda política y arrebatar a quienes debieran servirnos el monopolio del debate nacional, sin embargo ésta debe darse en un marco de respeto no sólo a los derechos humanos de un grupo en particular, sino también a los del resto de la sociedad, por el bien de todos.
[1] CNDH. Comisión Nacional de los Derechos Humanos. ¿Cuáles son los derechos humanos? http://goo.gl/I34bix