Recomendación fílmica: LA GRAN BELLEZA
"La Gran Belleza es sin duda la película que siempre ha querido hacer Terrence Malick y jamás le ha salido"
O al menos esa es mi percepción de este filme italiano que no sólo rinde homenaje y tributo a los más grandes directores de cine como Fellini, u otros; también hace un homenaje al que para mi gusto podría ser el mejor filme creado sobre la tierra: "La Dolce Vita".
Es una película que gusta y busca rescatar entre lo mundano y lo superficial la poesía de lo cotidiano y lo sagrado de la vida. Bajo la dirección de Paolo Sorrentino, además de todos los actores y personajes que hacen de este filme un placer en todo sentido la figura de Jep que es como la del Marcello de la obra antes citada de Fellini no hacen más que uno quiera ser esa clase de hombre, que busca la soledad para buscar la belleza, para buscar la poesía, conciente que un sólo momento en nuestras vidas puede ser la vida misma y después de eso ya no haber más, sólo vivir del recuerdo y sobrevivir entre la sociedad mundana siendo genial en apariencia. Hombre que sólo pudo crear una novela, porque el recuerdo que le permite aun vivir le permitió crearla, pero al no haber sido capaz de presenciar más belleza en la vida, jamás sintió la necesidad de volver a escribir, hasta que se encuentra con la realidad de que ya no es un joven, y que la vida es una gran belleza que no todos tienen la sensibilidad de percibir; pero el era Jep, y el había nacido para ser un escritor.
El saber de la muerte de la único mujer que amó le hace querer volver a escribir, sabiendo que alguna vez conoció la gran belleza de la vida, y ese recuerdo lo hace seguir viviendo en un mundo vulgar y mundano, lleno de mentira, en una Roma vacía, hueca, muerta; donde al parecer sus mismos habitantes reconocen que lo mejor de ese lugar son los turistas.
La Gran Belleza es de esas películas que a mí me gustan (al igual que La Dolce Vita), sin final y sin continuación. El final es una delicia, y uno o comprende a la perfección, toda la película tiene sentido hasta el final.
Que la poesía es un truco, sí; y que también es una mentira, también lo és. Pero la vida también es una mentira, la realidad ni siquiera existe más que en nuestra cabeza, y a veces es mejor una bella mentira que una fea realidad. Y la vida y la poesía son el truco y mentira más bellos de todos.