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Recomendación fílmica: BAYONETA: EL BOXEADOR QUE QUERÍA SER UN HOMBRE BUENO

Escrito por Johnny Antu-Hap en Jueves, 06 Junio 2019. Publicado en Cine, Columnistas, Columnistas BCS , Recomendación Cinefila, Recomendación fílmica por Johnny Antu-Hap, Recomendaciones

"Bayoneta" es la tercera película del director Kyzza Terrazas, luego de la extraordinaria Somos Lengua (2016) y su ópera prima El Lenguaje de los Machetes (2011).

En esta narra la historia de un boxeador mexicano llamado Miguel, quien por razones que no se nos revelan en un principio se retira y emigra a las tierras escandinavas de Finlandia, donde se dedica a entrenar a boxeadores en un gimnasio con su antiguo entrenador. Vemos desde el minuto uno un conflicto interno en él, en un principio parece que es sólo por algo trágico que ocurre en su vida y que hace que se aleje de su esposa y su hija, (la parte peor desarrollada de la película si me permiten el comentario) con quien no se había comunicado en mucho tiempo, al grado que lo creen muerto, pero es luego de que el gimnasio donde trabajaba queda en banca rota que decide volver a pelear, pero esto no hará que reviva viejos demonios y errores que cometió en su carrera, arrastrado por otras personas que lo hacen creerse ser un hombre malo, cuando en realidad lo único malo que hizo desde un principio, es hacer lo único que él sabía hacer.

Si algo tiene de valor esta película, a pesar de sus detalles, porque los tiene, son dos cosas en particular: su actor protagónico y su director.

Enpezemos sin lugar a dudas por Luis Gerardo Méndez, un actor que pocas buenas actuaciones se le pueden contar (la más memorable que yo recuerde, en la serie XY), haciendo que su trabajo en esta película esté más allá de lo que haya hecho antes, hay un grado de compromiso y sufrir en el personaje que nos hace empatizar todo el tiempo con su trágica carrera y su trágica vida, como al final recurre al autosabotaje sin importarle a quien se lleve entre las patas con tal de sanar algo de culpa por lo que lo marcó en el pasado cuando él no pudo controlar su destino. Por otro lado Kyzza Terrazas lleva el tiempo y el ritmo de la película adecuadamente, dándole el fondo y la forma que debían tener, no hay nada apresurado, la edición es correcta, no necesita ser espectacular como en Somos Lengua, sólo necesita estar al servicio de la historia. Como ya lo mencioné a pesar de los detalles que ambos tienen, como Luis Gerardo tiene problemas en el acento en más de una ocasión en la película, y Kyzza luego no controla bien sus close-ups cuando se trata del personaje del Bayoneta, y el escenario donde se desarrollan las tres peleas de la película (en diferentes países, por cierto) parece que es el mismo lugar. Pero esto es ser muy quisquilloso, todo puede ser bien justificado por la película y en pro de la película. La música original es esplendida, y la no original es acertada. La fotografía es de primer nivel, las actuaciones del resto del reparto es formidable (entre ellas, la del extraordinario actor finlandes Ilkka Koivula), las alegorías y metáforas utilizadas entre el Bayoneta y el esposo de la chica con la que tiene un encuentro en Finlandia de nombre Sarita, el del ciervo que al principio yo pensé sería la metáfora del destino, pero que luego de esa estupenda tercera parte y el final, se interpreta como la liberación de la culpa y el perdón.

Una propuesta y una apuesta diferente en nuestro cine nacional, recurriendo a elenco de diferentes países, grabando en Finlandia, una historia que toca muchos puntos como la corrupción, el poder del negocio, la migración, los vicios, los problemas personales, como resolvemos o escapamos de estos, los matices que le da Kyzza, que nos ha mostrado que si algo sabe, es meternos en la mente transtornada de sus personajes protagónicos. Sólo por estas cosas, esta película se debería de ver sobre cualquier otra del montón que es actuada por los mismos, que trata de los mismos, dirigida por los mismos. Si a esto sumamos la gran calidad que tiene, aun con sus detalles, es una cinta obligada si o si y merecida ser llamada de lo mejor de los últimos dos años. Dejemos egocentrismos que nos cierran el mundo creyendo que porque una película es taquillera o porque se hizo con los mejores equipos o efectos especiales es buena, apostemos a la calidad del contenido, de las ideas; apostemos al arte en conjunto, sumando todos de a poco, sumemos y apoyemos a los espacios que nos brindan estas opciones de cine diferente.

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