Recomendación fílmica: DOLOR Y GLORIA
Antes de empezar a escribir el análisis de esta película pensé en los posibles títulos, pero se me ocurrían tantos, y muy buenos, que al final desistí y opté por poner el nombre de la película, que cabe aclarar que quizá sea el mejor film de Almodóvar en lo que va de la década.
No profundizaré mucho en la trama de la película porque considero que, además de que es una película que en muchas partes aún no se estrena, y probablemente no vaya a tener estreno comercial por el problema que tienen los complejos de distribución en México, y que constantemente hemos venido recalcando; sin lugar a dudas muchos de los que lean este texto querrán verla sin que se les revele algo sobre la trama ya que la puedan ver en algún espacio alternativo, o en algún canal de streaming. Además, considero que esta película se tiene que ver sin saber nada, con el gozo de verla y entrar en su juego, porque como dijo un buen amigo, es de esas películas que a uno le reafirman la cinefilia.
Lo que es evidente y que todo mundo sabe de la trama de la película, es que va sobre un director de cine que se encuentra en una especie de retiro o bloqueo por los males que lo aquejan tanto física como emocionalmente, pero luego de que va desenterrando y sanando algunas relaciones de su pasado, en torno a su trabajo, a su vida personal, a su infancia, algunas de manera poco ortodoxas, el director encuentra una vez más el sentido de la vida y la fortaleza para hacer lo que más ama, lo único que sabe hacer, que es escribir y filmar.
Otra cosa que es evidente a los ojos de cualquier espectador que conozca un poco o mucho de la filmografía e historia de Almodóvar, es que seguramente es su trabajo más personal y sin lugar a dudas tiene muchos matices de autobiográficos. Cuestiones como sus películas, su amor y acercamiento al arte más que al cine en particular, sus actores, (es increíble ver a Cecilia Roth al principio de la cinta, justo después de ese increíble inicio) sus relaciones, sus primeros trabajos, sus viajes, su ciudad; están presentes, a la par de la ficción que figura alrededor del director, como el cómo sus experiencias y las personas que lo marcaron van formando lo que escribe, y lo que escribe a su vez va formando lo que él vive ahora, lo cual nos puede hablar un poco de como el creador de alguna manera debe experimentar lo que está creando. Antonio Banderas representando al alter ego de Almodóvar sin lugar a dudas firma su mejor actuación en muchísimo tiempo, y le da un gran parecido tanto en el peinado como en su personalidad. Otra cuestión personal que está muy presente y en la que se mueve mucho la trama de la película, es la relación que tenía con su madre, y como este la piensa y la recrea, en la cual no profundizaré para no arruinarles la experiencia al verla, pero que, si es muy significativa, y en verdad que agasajo es ver a Penélope Cruz actuar en las películas de Almodóvar. La forma en como a raíz de detalles de su vida en el presente, ya sea estando lúcido, o en sus sueños, el personaje del director rememora los recuerdos de su infancia, es excelsa. Entre las pocas cosas que luego mientras la veía me producían un poco de ruido, era como había huecos muy grandes en el argumento de su infancia, y como estas cosas no se presentaban de manera cronológica, pero a medida que la película avanza uno se da cuenta que simplemente hay una razón para ello, es lo que tiene que estar, ni más, ni menos. Y la que quizá me hacía aún más ruido era el color de los ojos de su madre, pero al final todo está perfectamente justificado, se nos da un giro de tuerca que no hace más que hacernos comprender y confirmar el gran director que es Almodóvar, y que de alguna manera si uno pusiera atención a todos los detalles que nos da la película, desde el inicio ya se podía leer. Ese final es de esos finales que no muy fácilmente se olvidan.
Otra cosa que es casi orgásmica para el que disfruta las películas de Almodóvar, es la escenografía y todo lo referente al diseño de producción, la paleta de colores siempre tan distintiva en Almodóvar, ¡vamos! Que es que no hay un director en el cine que utilice el color rojo tan increíblemente como lo hace Almodóvar, comentábamos los asistentes de la proyección en la que tuvimos el justo y placer de asistir. (Quizá Kar-Wai sea el que quizá le compita en eso, pero en el cine de Almodóvar es más constante en todas sus películas, en Kar-Wai no es en todas sus películas)
La música de igual manera es un agasajo, a cargo del siempre leal Alberto Iglesias, todos los actores están extraordinarios, quizá resaltar el trabajo de Asier Etxeandia, quien en determinada parte de la película lleva un peso dramático y emocional del cual sale de la pantalla y nos empapa de toda esa emoción. (En la cual se hace un homenaje a Chavela Vargas increíble [y un poco también al teatro, considero] aunque bueno, eso es muy común en varias películas de Almodóvar)
Por momentos muy intensa, por momentos emotiva, por muchos momentos más muy divertida, (la parte en la que explica con animación como fue su experiencia en el colegio del cual sale siendo un ignorante por su devoción al arte y como sus profesores lo apoyaban en eso, y la cuestión de sus enfermedades y males, es muy buena) es una película completamente redonda a mi parecer, sin lugar a dudas para muchos es la reina sin corona del pasado Festival de Cannes, en la cual sólo se llevó el premio a Mejor Actor para Antonio Banderas, quizá también premiando por medio de éste a la figura de Pedro Almodóvar.
Sin duda desde ya es una clara ingresada a la lista de mis películas favoritas del año, y con un puesto muy honroso. Quizá sea la película que mejor le hace también un tributo al cine como tal en lo que va de la década, y eso me hace recordar a películas como 8 1/2 de Federico Fellini, y también a Cinema Paradiso de Giuseppe Tornatore, que también comprenden un poco ficción con un poco de autobiográficas, que juntan al director con su historia y su amor al cine reflejado en cine.