Recomendación fílmica: EL AMANTE DOBLE
L'amant doublé o “El Amante Doble” es la película más reciente del director francés François Ozon, quien es el mismo realizador de Frantz, la película antecesora a esta, y que gracias al Tour de Cine Francés pudimos apreciar el año pasado.
Si bien no conozco todo el cine hecho por este director, con Frantz y Una Nueva Amiga su cine se mostraba muy íntimo y muy rico en cuanto a la narrativa fluida, con El Amante doble, esto no es la excepción, pero sin duda es la más provocativa de las tres.
Estrenada dentro de la selección oficial del Festival de Cannes del 2017, donde su recepción no fue tan hablada y celebrada como a otras cintas del festival, nos habla de Chloé, una chica que sufre de dolor en el vientre el cual le impide de alguna manera sentirse feliz y ser una persona estable en todo aspecto de su vida, incluso en la relación con su madre, entonces su médico le dice que vea la posibilidad de tratar su problema con un terapeuta ya que puede venir esto de un problema psicológico al no tener ninguna enfermedad, es entonces que conoce a Paul Meyer; ella no tarda mucho en tomar cariño al hombre que todo el tiempo la escucha sobre su idea de parecer estar viviendo por dos personas, y tampoco tarda en empezar a sentirse mejor y dejar de sentir ese dolor, entonces él la deja de tratar y se convierten en pareja. Al poco tiempo ella deja de sentir esta euforia de su nueva vida, y acompañada de su dolor en el vientre vienen problemas de insatisfacción sexual, entonces un día regresando de su trabajo ve a Paul afuera de un edificio en el centro de París hablando con una mujer, ella le confronta preguntándole que qué hacía ahí y por qué no le contaba nada de su vida y por qué le mentía, entonces él le dice que probablemente lo confundió con alguien más, entonces ella va al edificio, y se da cuenta que en allí hay un psiquiatra que lleva el primer apellido de Paul, el cual no le había revelado él hasta que ella se encuentra con un viejo pasaporte en una caja, entonces hace una cita para conocer al terapeuta, cuando llega al lugar, se encuentra con un gemelo, ese gemelo que es completamente todo lo contrario al original, mientras Paul es callado, luminoso y mesurado, Louis Delord es dominante, oscuro y ostentoso, entonces ella se somete a su tratamiento del cual Louis le promete saldrá curada, pero ella se enfrasca en un tórrido romance con él, llevándola a la lujuria y a explotar toda esa represión sexual que tenía, como esa gemela que no podía ser con Paul, o al menos eso es lo que Chloé pensaba o soñaba.
Honestamente he de decirles que la película es algo enredosa, y eso es lo único que diré malo de ella, si desgajamos por partes este exquisito filme que entrelaza el género erótico y de suspenso, he de comenzar comentando que visual y estéticamente hablando Ozon hace de esta película un agasajo, jugando con pintura, arquitectura, fotografía fija o en movimiento, espejos, se apropia de todo lo que hay en el entorno y en cada toma la juega a su favor, y eso es más que agradable para el espectador. Como toda película del género de suspenso que se haga respetar, está cuenta con un score o banda sonora de una sola pieza musical, y fluye perfecto con esta, cae en los lapsos justos donde hay marcada una situación en la trama. Los protagónicos impecables, resaltando por mucho a Marine Vacth que me ha parecido su actuación una mezcla de actrices como Mia Farrow en El Bebé de Rosemary, Natalie Portman en El Cisne Negro, incluso tiene algo de Alicia Vikander, Rooney Mara y la propia Scarlett Johansson que a mí me ha dejado encantado. Y es que la historia fluye perfectamente, jamás decae el ritmo o el argumento en la trama, y aunque me pareció un poco “enredosa” (trataré de no hacer un gran spoiler), al final uno comprende que en gran parte de la película ella en realidad estaba soñando, pero entre estos lapsos largos de sueños creados por sus delirios y paranoia por su problema psicológico y del vientre, también hay largos lapsos de realidad que uno no logra percibir exactamente cuáles son unos y cuáles los otros, al menos no en una primera vez, pero la verdad tampoco uno se preocupa tanto porque como igual ya lo mencioné, la película cuenta con muchos elementos exquisitos, y qué decir de las escenas de sexo que están muy bien realizadas, nada grotescas o forzadas, y hablando de forzadas, lo único que si me cayó muy mal fue el final, me pareció de lo más bizarro, obviamente en el mal sentido de la palabra.
Es la primera vez que veo dos veces una película para hablar de ella, que si bien no la vi en realidad por segunda vez para escribir sobre ella, sino para rescatar un par de frases que me resultaron muy valiosas, sí como comentario final sólo me gustaría decirles que si buscan una película de esas que te mantienen prácticamente al filo de la butaca, no te incomodan las escenas de sexo explícitas, esas escenas raras donde dos personas pueden estar una en frente de la otra sin decirse nada, y muy enredadas, esta es una muy buena opción para ti, y en una de esas verás una propuesta estéticamente de lo más valiosa de los últimos años.