Recomendación fílmica: LA CORRISPONDENZA: AMOR INFINITO COMO LAS ESTRELLAS MUERTAS
Para estas fechas buscaba escribirles sobre una película romántica que no fuera tan convencional, quería hablarles sobre una que trajera una propuesta diferente, algo que no se vea todos los días; y esta película vino a raíz de la recomendación de un amigo colaborador para la revista en la que escribo, la película se llama: La Correspondencia (O como la llamaron en Latinoamérica: "Te Amaré Eternamente").
Dirigida por el director italiano Giuseppe Tornatore (Cinema Paradiso, La Leyenda de 1900, Maléna) la película nos narra desde un principio el tórrido romance clandestino entre una joven estudiante y un muy mayor profesor de astronomía, quienes se ven en un hotel menos tiempo del que ellos en realidad quisieran estar juntos; además, con las ventajas que nuestra era nos da, la de poder estar conectados y en contacto con las personas que se encuentran en la distancia, hacen que Amy y Ed le den valor a nuestra era digital.
Pero, qué pasa cuando la distancia rebasa la lejanía de los kilómetros, como estrellas u otros mundos, qué pasa si uno de los dos amantes muere. Pues la película nos plantea este hecho, como aún después de la muerte, gracias a estas herramientas tecnológicas, nos presenta un amor que nos hace mortales, finitos, pero a la vez tan supremos e infinitos; puede acompañar al ser amado, cuando se le ama de una forma cósmica, de una manera sobrenatural, esto puede ser posible, aun cuando el ser amado por arrebatos estropea el lazo, tarde o temprano este vuelve a reconectarse, porque cuando uno ama de verdad, puede adivinar y sentir los pensamientos del otro.
Tornatore pudo haberla tomado fácil y hacer algo de maquila, de paquete, un blockbuster, crear una historia sobre un fantasma que se comunica desde el más allá sin plantearnos un argumento, ya no digamos creíble, sino que tenga congruencia, pero la historia planteada piensa en todo y se ve que desde el guion, la película no tiene ni un gramo de improvisación, pero para los que conocen a este director y sus trabajos, saben que es un estupendo director que si algo sabe hacer es contar historias con esa capacidad de hacernos sentir eso que sus personajes viven.
Una película con una dirección precisa, con muchos amores y simbolismos. La música es compuesta por el director de orquesta italiano Ennio Morricone, con una banda sonora que yo jamás creí escuchar en la vida, muchas de las piezas son protagonizadas en primer plano por una guitarra eléctrica que no hacen más que enmarcar perfectamente en momentos precisos de la trama. Los detalles técnicos están muy bien llevados, como toda película de manufactura impecable, como una fotografía excelente, se nota que la película está hecha por un director con experiencia en el ramo, que sabe lo que hace, y de las actuaciones cabe decir que la pareja protagónica es perfecta, en la primera escena, que es en la única que están juntos físicamente en toda la película, se nota la conexión entre ambos. Olga Kurylenko con una estupenda actuación (salvo por un momento que me parece luce algo sobreactuado su llanto), y con la gran la actuación, aunque corta, de Jeremy Irons, quien nos confirma que le gusta mucho este tipo de papeles en películas de romance que no son sólo nada simples, ya lo vimos en la estupenda Damage (otra película que si no han visto, no dejen de hacerlo por favor).
A la película no la compararé con antiguos trabajos del director porque no sería justo, en primera porque muchas películas de este director ocupan un sitio muy especial, diría yo, en todo cinéfilo; y en segunda porque creo que es un error y muy injusto juzgar a las película y al director en comparación a sus trabajos antecesores ya no digamos sólo por trama, sino por el hecho que incluso para algunos directores ciertas películas son más personales que otras, como diría un colega, una película es buena o es mala, punto (Aunque siempre he creído que incluso de la película más mala se aprende algo y se sacan puntos positivos).
Si no fuera por una escena al final, a la que podría enmarcar como la despedida de esta pareja, la cual me parece se alarga un poco pero que se justifica finalmente, yo la describiría como una de las películas más hermosas y perfectas que haya visto en los últimos tres años.
La historia como tal, y como es contada por un italiano con oficio como lo es Tornatore, es la historia de amor después de la muerte; amor que se mueve entre mensajes de texto, e-mails, cartas con instrucciones, conexión entre mente, espacio y universo, almas gemelas y otros seres a través de los cuales pueden comunicarse.
Esta es una película contada de forma inesperada, que logra hipnotizarnos, y por qué no, hacernos soñar con que lo que pasa en el cine se puede volver realidad; finalmente, ¿quién no quisiera un amor de la vida, una hermosa emoción que sobreviva al paso del tiempo y la muerte?
“La correspondencia” nos presenta un amor que en poco tiempo puede hacer tan feliz a una persona, que puede de alguna manera hacerle tocar la inmortalidad; nos deja como aprendizaje que el peor error que podemos cometer en esta vida, es el de no amar, por muy dolorosas que hayan sido las experiencias anteriores.