Recomendación fílmica: LADY BIRD
Lady Bird es una película del 2017, ópera prima de la hasta entonces actriz Greta Gerwig, y que causó bastante polémica el año pasado con la nominación a Mejor Dirección en los premios Óscar, pues se debatía si realmente se lo merecía o sólo lo habían hecho por ser mujer.
Debo decir que esta fue una de las películas que más esperé ver a principios de año, y lo valió completamente, pues me pareció una película con muchas virtudes las cuales me gustaría exponer en este texto.
Haciendo una especie de autobiografía por sus días en colegio religioso al que asistía, así como su día a día en los suburbios de Sacramento, aunado a su relación de amor-odio con su madre en esa edad tan difícil que es la adolescencia, Gerwig nos regala una gran película, al más puro estilo mumblecore (que han sabido muy bien explotar tanto ella como su pareja el también cineasta Noah Baumbach), nos da también un guion bastante original y con toques cómicos, así como personajes que hablan entre dientes y tienen reacciones impetuosas, además de una fotografía con un sello que distingue a los nuevos cineastas independientes (algunos como Alex Ross Perry o Sean Baker).
Esta es una película honesta, conmovedora, graciosa; el único problema que podría tener la película es en realidad su mayor virtud, pues he de confesar que en mi primera visita a la película muy a principios del año cuando la vi en el cine, el final lo sentí un tanto hueco, flojo, sin embargo estaba muy bien justificado por todo lo planteado a lo largo de la trama, pero había algo que lo hacía a uno sentirse vacío. Pero, en una segunda visita hecha al filme hace unas semanas, lo vi con otra perspectiva, algo completamente diferente, ahora lo pude entender; o más que entender, valorarlo. Pude ver la autenticidad, y respetar por completo la historia y el cómo se quiere contar, aunque el desenlace no sea ni en el más mínimo sentido parecido a un producto "Made In Hollywood". Hay que reconocer que los tiempos están cambiando y los directores de hoy en día, aunque algunos los llamen "Indies", o "Millennials", o "Hipsters", están encontrando el lenguaje cinematográfico de su tiempo, que seguramente en algunas décadas se estudiará y valorará como en todo arte incomprendido por su época, que dicho sea de paso tampoco es tan nuevo e innovador, pues nada más hay que acordarnos de Vivre Sa Vie de Jean Luc Godard.