Recomendación fílmica: #LOSCABOS9: cambia el formato, la esencia continua
Durante los últimos nueve días, el Festival Internacional de Cine de Los Cabos nos llenó con películas que muestran una congruencia con lo que el festival nos ha venido mostrando año tras año, edición tras edición. Películas frescas y con grandes propuestas tanto narrativas como estéticas, películas que son pensadas con razón y preocupación por los tiempos que nos acontecen, que exponen valores con solidez, y que promueven la resiliencia y la unión, temas más que relevantes y necesarios en este año tan atípico.
20 películas que durante nueve días fueron más que fáciles de ver, sin someternos a los cansancios a los que uno luego se somete en un festival presencial (cansancios por demás placenteros, cabe aclarar), nos mostraron miradas de todo el mundo, tanto en lenguajes cinematográficos complejos, como abordados de maneras más convencionales. Vimos representadas todas las manifestaciones del arte cinematográfico que giran alrededor del mundo, desde estrenos mexicanos, así como representantes de la industria en Hollywood, hasta películas provenientes de los más importantes festivales, cuyas credenciales eran los máximos palmares de dichas competencias.
Películas como la iraní There is no evil (a mi consideración, la mejor película exhibida en el festival, sobre las personas que son obligadas a ejecutar a los prisioneros señalados por el gobierno de ese país), Beans (película canadiense de carácter social que retrata un hecho en la década de los 90s del siglo pasado que repercute en el crecimiento de una niña, y que me parece una película que en lo general muestra el crecimiento generacional y cultural del país más próximo al polo norte del continente americano), Summertime (retrato y canto de amor a la siempre vibrante y no siempre brillante ciudad de Los Ángeles, cuyos jóvenes le dedican versos llenos de sueños frustrados, y pasiones incandescentes), Cosas que no hacemos (hermoso documental mexicano que muestra cómo en una comunidad mexicana donde pareciera predomina un ambiente violento y lleno de discriminación, encontramos un ser lleno de luz con un sueño en concreto), Wolfwalkers (bellísima película de animación franco-irlandesa sobre la importancia de la familia y el respeto que debe tener el ser humano con la naturaleza), y Off the road (por mucho la película más importante para los sudcalifornios, puesto que es la primera película realizada por un sudcaliforniano, y filmada en Baja California Sur, que está en el festival, y que además está en la Competencia Los Cabos), fueron sólo algunas de las 20 películas programadas que no tuvieron desperdicio alguno, y que en su gran mayoría, agotaron las butacas virtuales con las que contaban, incluso en un par en particular tuvieron que abrir más asientos.
Si bien se extrañó el ajetreo que demanda un festival presencial, la atención siempre brindada por toda la gente involucrada, así como las actividades que se tuvieron como los paneles y los Q&A, nos hacen ver que este festival está más que arraigado con su visión y su misión, y que seguramente tendremos festival para rato. Por lo tanto, sólo resta hacer la invitación a no perderse Shirley, la película más reciente de Josephine Decker, la directora homenajeada este año, y que será la encargada de dar clausura al festival, a las 7:30 PM (hora pacífico) justo después de la ceremonia de premiación de la Competencia Los Cabos, la cual se llevará a cabo a las 7:00 PM (hora pacífico) y que será transmitida por las redes sociales del festival. Así sin más, como cada ocasión que concluye un festival, sólo queda esperar al siguiente llamado de la que sin lugar a dudas, es la fiesta más grande del cine en Baja California Sur. Hasta entonces #LOSCABOS10.
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