Recomendación fílmica: MEJOR IMPOSIBLE
Mejor Imposible es una película de 1998, de la cual puedo decir que, si por algo tiene valía es por dos cosas, o mejor dicho dos nombres: Jack Nicholson y Helen Hunt.
La película nos narra cómo Melvin Udall, un escritor de edad que es un completo huraño sarcástico y quien además padece el síndrome de personalidad maníaco-depresiva, quien crea un vínculo con una camarera del lugar al que va a almorzar todos los días la cual se llama Carol, un día luego de tener un altercado con Frank, - la pareja de su vecino homosexual con quien no tiene una buena relación por su perro al cual le encanta orinarse cerca de la puerta del departamento de Melvin, la pareja de Simón, el vecino gay, le dice que un día lo hará pagar por echar al perro por el ducto de la basura, y ese día llega cuando Simón es brutalmente golpeado por los amigos de un modelo que posaba para él los cuales pretendían robar su departamento. Mientras está en el hospital, Frank hace a Melvin cuidar del odiado perro, pero al pasar de los días este se da cuenta que no odia tanto al dichoso perro, de hecho lo quiere, y la gente a su alrededor, como Carol, se da cuenta del cambio en la actitud de Melvin.
Cierto día que Carol no va a trabajar por problemas personales, debido a un tipo raro de asma que tiene su hijo, Melvin la busca por mar y tierra hasta que llega a su casa, entonces luego de recibir una negativa por parte de Carol, este hace que un médico especialista se encargue de Spencer, el hijo de Carol, y así es como ella lo busca para preguntarle si busca algo a cambio, entonces él sólo le pide que regrese al restaurante para poder comer lo que ella le prepara.
Y esto sumado a un Simón hundido en deudas y depresión el cual cada vez se parece más a el viejo Melvin, quien además tiene que lidiar con el hecho de que ahora su adorado Verdell prefiere estar con el viejo gruñón, y un viaje en el que Simón intenta reencontrarse con sus padres y sanar una relación que se fracturó hace muchos años, pero del cual sólo encuentra inspiración y consuelo en Carol, y una amistad con el que creía un enemigo, hacen de esta película una gran fábula.
Como lo dije en un principio, sin lugar a dudas lo más valioso de esta película son las actuaciones en ella, Cuba Gooding Jr. como Frank, Greg Kinnear como Simón, y ni qué decir de los actores principales, creo que en aquel 1998 nadie puso en tela de juicio el Oscar que ambos recibieron por mejor rol protagónico, realmente excelsas sus interpretaciones, no se les ve fallo, ambos nos pueden conmover y divertir. Todas las escenas de ambos se sienten naturales, y por separado Helen nos hace casi llorar cada vez que la vemos en un monólogo hablando de su hijo, y Nicholson en cada escena que hace con Verdell es encantadora (La escena con la empleada de Simon es divertidísima). A eso súmenle un guion maravilloso con unos diálogos más que perfectos y la música de Hans Zimmer.
Lo que si realmente he decir que no me gustó tanto, es el trabajo de James L. Brooks, el director; y es que se notan sus intenciones como a través de la fotografía juega con los sentimientos del espectador, o más que jugar con ellos, se vale de encuadres y movimientos en la cámara para que este ponga más atención a ciertos aspectos en la trama, o para que sepa que en cierta situación debe de sentirse de cierta manera, o cómo los personajes van a proceder, como tratando al espectador como tonto, y eso sí me parece que es muy deleznable, aunque esto ya es una cosa que un cinéfago tan empedernido y quisquilloso como yo podría notar, igual si ustedes no lo notan mejor.
Por último, debo de comentar lo bueno que me parece el guion de la película, me hace recordar que muy pocas películas me han gustado por cómo los personajes que nos presentan en un principio, pueden vivir cosas durante la trama que los haga totalmente distintos cuando la película termina, y no es que no haya muchas películas que hagan esto, es sólo que tan pocas lo logran con tal maestría que se pueden contar quizá con los dedos de las manos, el ejemplo más reciente sin duda alguna es Tres Anuncios Por Un Crimen. Y decir que la película y la relación de Simon y Melvin por momentos me hizo recordar, y en cierta manera tengo la teoría que algo así en realidad es el trasfondo de esta película, a lo acontecida en "Tres Colores: Rojo", si ven ambas ya sabrán porque lo menciono.
Un clásico del cine norteamericano por excelencia, que si bien el trabajo de su director deja mucho que desear a mi gusto, como la mayoría del cine hollywoodense, las actuaciones del reparto la rescatan y la elevan de una manera sublime.