Recomendación fílmica: SON DE MAR
Son de Mar es una exquisita y poética película española del año 2001 dirigida por el cineasta Bigas Luna.
La película está basada en la novela homónima de Manuel Vicent, la cual nos narra cómo después de que un profesor de Literatura llamado Ulises llega a un pequeño pueblo a la orilla del mar y conecta de inmediato con Martina, la hija de su casero; él, un amante de la Literatura y el placer, no es difícil de encontrar el encanto del lugar, el mar, la comida, Martina. Luego de un encuentro lleno de pasión dentro de una cueva (algo muy parecido les ocurre al primer texto que le lee Ulises a Martina cuando se conocen) Martina queda embarazada y Ulises se casa con ella, pasan un par de años y Ulises a la par de su trabajo en el instituto se compra una pequeña barca para pescar y estar en el mar, un día preso por la presión del matrimonio sale a pescar y nunca vuelve, encuentran su barca sola, golpeando las rocas y todos lo dan por muerto, entonces Martina hace su vida con el hombre que ella menos quería, pero que le da la estabilidad económica que ella necesitaba.
Un buen día por la noche, antes de hacer el amor con su nuevo marido, Ulises le llama y con sólo una frase la hace temblar hasta el alma. Decide verlo una vez más y lo encara preguntándole por qué es que la dejó sola todo ese tiempo, y no basta más que unas palabras para que ella una vez más, como antes y como siempre, vuelva a caer en sus brazos y se entreguen al frenesí, al placer y al éxtasis que sus cuerpos y su amor les da, hasta que la muerte, como solo a los verdaderos amantes y almas gemelas les ocurre, les permites vivir su amor para la eternidad.
Y es que si algo tiene el cine español, más el de Bigas Luna, son estos personajes que se dejan llevar y se pierden en el deseo sin importarles mucho lo que vaya a pasar en su plano real (claro ejemplo es el hecho de que Martina deja a su hijo solo con tal de vivir su amor para siempre con Ulises, aunque este sea su padre) además de este erotismo combinado con la comida, (nada más hay que ver la escena de Leonor comiéndose la naranja para saber de lo que estoy hablando) como lo mostró también en la mejor lograda La Teta y La Luna, también en Jamón, Jamón; y Los Huevos de Oro. Suele ser un cine con mucho contenido sexual por lo cual es recomendable para adultos o jóvenes mayores de 16 años.
De las actuaciones sin duda destaca a la hermosísima Leonor Watling, y aunque Jordi Mollà nunca me ha parecido muy buen actor, acá está muy bien en personaje.
Una buena película, una bella historia de amor, de almas gemelas, de erotismo, una gran película del cine español.