Recomendación literaria: CELEBRANDO EL DÍA DEL LIBRO
Leí un ave azul:
Alejandra Pizarnik
Reseña enviada por Yunuén López Torres
El último libro que viví es un ave azul que canta muchos libros. Alejandra Pizarnik: Poesía Completa (1955-1972) no está en mis manos pero está en mi vida. Reúne todos los poemarios que compuso, todos los aleteos que giró hasta crear una obra mucho más sólida y hermosa.
Árbol de Diana, incluido en la compilación, puede ser el referente conocido para la mayoría, después de todo, fue prologado por Octavio Paz. Sin embargo, leer únicamente ese poemario es privarse de la posibilidad poética que ofrece Pizarnik. No caigamos en la tentación del lector acelerado y poco profundo. Cada uno, incluso los primeros de sus poemas, está cargado de imágenes contundentes, de formas sensibles y una agudeza mental nutrida por lecturas.
En su poesía se abraza el romanticismo y surrealismo, el amor por lo profundo en formas complejas y paralelamente simples. La trampa en la primera persona de sus poemas podría confundirnos y tacharle de banal, pero como toda la literatura que va más allá, el yo o su carencia explicita es tan sólo una forma de presentarnos el mundo. Pizarnik consiguió a través de los años que ese yo se acercara más y más al otro, a su lector, a todos. Viajó tan adentro de ella misma que consiguió llegar a cada uno de nosotros.
Impregnada por la soledad, la muerte, el erotismo, el sufrimiento y el anhelo de esperanza, su obra se desliza a través de los fenómenos que los seres humanos enfrentamos a través de nuestra existencia. No obstante, concilia. Muchos de sus poemas otorgan la sensación de reencuentro; es como recordar un sueño que se ha tenido y finalmente se logra comprender. Leer a Alejandra Pizarnik es leer los sueños y tocar la herida.
Sus prosas y versos permiten el gozo e incluso la catarsis, mientras conduce silenciosamente a otros autores que se manifiestan en su obra. Permitirse leer esta hermosa ave azul es una invitación que no sobra. Y volver, volver a ella, porque volver a un libro es la única forma de leer.
Ojalá tú también te permitas disfrutar su canto y volver hasta nacer el tuyo.
Nos encontramos pronto.