Recomendación literaria: LA ELEGANCIA DEL ERIZO de Muriel Barbery
Son pocos los libros que causan una verdadera impresión en nosotros, libros que nos transforman en personas con mayor conocimiento o sabiduría. A veces nos hacen reflexionar en cosas en las que nunca antes habíamos pensado o en situaciones que vivimos pero en los que nunca habíamos logrado sacar conclusiones esclarecedoras.
Podría hablar de muchos libros que resultan un buen pasatiempo, un compañero para un trayecto en algún medio de transporte, para hacer más llevadero el tiempo en una sala de espera, o simplemente una distracción para ciertos momentos. Últimamente me he topado con libros que resultan simplemente agradables, creativos, entretenidos y medianamente interesantes.
Hace unas semanas cayó en mis manos La elegancia del erizo de la escritora francesa Muriel Barbery, novela que fue publicada por primera vez en francés en 2006 y en español en 2010. Hacía mucho que un libro no me sorprendía de una manera tan impresionante.
La elegancia del erizo es una novela que se construye a través de capítulos breves en los que predomina la reflexión en la voz de sus dos protagonistas: la portera de un edificio habitado por miembros de la alta burguesía parisina y una niña de doce años que vive en uno de los departamentos del edificio en cuestión y que se siente, al igual que la portera, como una persona que no encaja en la sociedad que los rodea, por lo que prefiere crear su propio mundo.
Las reflexiones de las dos protagonistas sobre la vida y la literatura a través del cine, los sucesos cotidianos, las costumbres, la comida e incluso los partidos de rugby son verdaderos poemas en prosa los cuales, además de ser de una enorme belleza narrativa y de un exquisito uso de las palabras, conllevan ideas de gran profundidad que nos hacen constantemente reflexionar sobre el mundo y la sociedad en la que vivimos. La autora se dedica a derrumbar íconos casi sagrados de la cultura francesa, de una forma contundente y sin piedad. Sin embargo, sus observaciones bien pueden extenderse a cualquier ciudad del mundo, sobre todo a aquéllas en las que se siguen ciertos patrones de conducta y que se tienen por dogmas ciertas formas de pensar y actuar que ya no corresponden a la realidad que se vive desde hace unos años.
En esta novela nos encontramos principalmente con los diálogos interiores de la portera y la niña de 12 años, las cuales prefieren vivir en su mundo de análisis y contemplación antes que tener que contemporizar con el resto de las personas, que no las entienden, y a quienes ellas critican duramente.
Pero no todo es reflexión. Al igual que en los clásicos de la literatura rusa, comentados y citados en esta novela, la acción llega en los momentos más inesperados. Cuando creemos que alguna de las protagonistas seguirá cierto camino aparente, alguien llama a la puerta, un suceso ocurre fuera del microcosmos conocido (el edificio), y entonces la autora nos cambia completamente la jugada, agregándole emoción y sorpresa constantes a la novela. La vida siempre nos sorprende y “todo lo demás es literatura”.
La elegancia del erizo de Muriel Barbery es uno de los libros más inteligentes, reflexivos, inesperados, filosóficos y bellos que he leído en los últimos años.
Como una pequeña muestra de esta gran obra, cito las palabras de una de las protagonistas que siempre encuentra la paz interior en la buena literatura:
“Cuando estoy angustiada, me recluyo en el refugio. No hace falta viajar; me basta ir a las esferas de mi memoria literaria. Pues ¿qué distracción hay más noble, qué compañía más distraída, qué contemplación más deliciosa que la de la literatura?”
Muriel Barbery: La elegancia del erizo. Traducción de Isabel González-Gallarza. México. Planeta. 2010.