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Revista Tamma Dalama: “La Influencia de los Conocimientos Astronómicos en la Concepción Antropocéntrica y su impacto ideológico en la Edad Moderna y Contemporánea”. Escrito por Ricardo Castañón Ruiz (2da parte)

en Lunes, 16 Abril 2018. Publicado en Revista Tamma dalama, Revista Universitaria Tamma Dalama, Tamma dalama, Tamma dalama, Universidad Mundial, Universidad Mundial, Universidad Mundial BCS, Vinculación Universidad Mundial

En 1609 Galileo (1564 – 1642) utilizando primera vez un telescopio, observa con detenimiento los planetas. Estudia sus orbitas y hace las primeras cartografías de la Luna. Este sabio era principalmente físico –estudioso de la mecánica y dinámica-, por lo que empieza a incorporar estos conceptos  a los conocimientos astronómicos. Lo más trascendental (y peligroso para la iglesia), fue que robustece las teorías copernicanas y observa –por primera vez- que Júpiter tiene 5 lunas (de hecho tiene muchas más, pero su catalejo no era muy poderoso), con lo que se confirma, sin lugar a dudas, que hay más de un “centro” en el universo y no solo la Tierra. Sus procesos judiciales con la Santa Inquisición son famosos y notables. Galileo, profundo creyente confrontó así sus observaciones y sus creencias, y en él se encarna la separación del falso dilema de fe o ciencia.

Regresando a Johannes Kepler (1571 – 1630)[6] nacido en Alemania, acotaremos que fue astrónomo, ayudante de Tycho Brahe y matemático imperial de Praga. Fue descubridor de las leyes de movimiento elíptico de los planetas, con lo que ya ni el Sol es el centro del Universo, sino solo uno de sus “focos” de las orbitas elípticas de los planetas como se aprecia en la Figura 6.

Sobre este particular, vale la pena destacar, que con Kepler, se rompe la así entendida “armonía perfecta” del universo (es decir hecha por Dios). Ya que no hay equidistancias entre los planetas y el sol; no hay círculos perfectos en las orbitas de los mismos; Las velocidades entre estos nos son similares, ni uniformes entre sí. Es decir, pasamos del planetario perfecto a planetarios gobernados por “quién sabe qué”, que con Newton un siglo después se descubriría. La “mecánica celeste”.

Martin Lutero (1483 – 1546) principal artífice de la reforma protestante rechazo la autoridad de la Iglesia en muchas rubros, pero condenó las tesis de Copérnico.

Destacamos este punto: la intolerancia hacia los cambios que impliquen nuevas concepciones filosóficas o religiosas, no es monopolio de la religión católica –como se arguye-, sino que es un hecho generalizado en cualquier cultura y en cualquier tiempo. Y así registramos a griegos y egipcios politeístas contra Hiparco; al islamismo contra la Biblioteca de Alejandría; católicos y protestantes contra Copérnico y finalmente todos contra Darwin, como veremos más adelante.

 

5.- La Edad Moderna y el Universo Indefinible.

Antes de pasar de lleno al S XIX, nos detendremos unas líneas para hablar de Sir Isaac Newton[7]. Inglés nacido en 1642 y muerto1727. Es considerado como el “primer científico racionalista”. Fue abogado, historiador, teólogo, matemático, físico y astrónomo. El estudio de su vida revela que fue extraordinariamente compleja. A él se debe el cálculo infinitesimal y particularmente –en nuestro  caso- y el descubrimiento que una relación matemática –una formula (FA = G m1 *m2 / r2)- puede explicar la Ley de Gravitación Universal que se aplica a todo el universo! Es junto con Einstein, - a decir de muchos- los dos más grandes genios que el mundo ha conocido, cuando menos desde la perspectiva científica.

La astronomía deja de estar regida por leyes divinas y cambia a estar regulada por leyes físicas. Los planetas se desplazan según sean atraídos por la gravitación y nada más. Terrible y abrumador cambio de perspectiva y retirada de la religión como cuerpo de conocimiento que estudia el cielo desde una perspectiva física y tal vez –por respeto a la Teología- científica.

Otro punto de inflexión en la definición de lo humano se lo debemos a otro inglés, Charles Darwin (1809 – 1882). Teólogo y naturalista, que en 1859 publicó, entre otras obras “El Origen de las Especies” –que se agotó la edición el mismo día que salió a la venta. En ella, expuso que la vida animal y vegetal –incluida el hombre-, es producto de una “evolución” natural, en donde predomina el más fuerte por medio de la selección natural”. Fue criticado, humillado y ridiculizado por clérigos de la Iglesia Anglicana en primer lugar y por todas las demás posteriormente. Aquí, el hombre es solo una especie más en el concierto de la naturaleza…

Resumiendo, sobre todo en relación a la población en general, fuera del ámbito científico,  nuestra ubicación conceptual de lo que somos y de nuestro rol en el contexto universal, paso ser del centro material a una minúscula parte en verdaderamente poco tiempo. En la figura 7, se muestra el concepto universal de Dante, es decir medieval, que estaba enraizado profundamente en nuestras creencias teológicas hasta bien entrado el siglo XX en casi todo el mundo. En él se aprecia la tierra dividida en los elementos tierra y agua, el aire, el camino al cielo pasando por el purgatorio, el lugar del infierno, los planetas, las estrellas fijas. Fue una macrovision totalizante y monolítica. La ciencia, paulatinamente, fue filtrando su influencia en todas las esferas del saber humano, poniendo las cosas en su lugar.

Hacia finales del SXIX, los científicos dedicados a la Física habían perfeccionado muchos los lentes ópticos y el manejo de los metales, y ya era posible contar con instrumentos de altísima precisión. La astronomía gozó de todos estos avances, con lo que se amplió la observación del Sol, la Luna, Mercurio, Marte, Júpiter y Saturno con algún detalle. Se conocía la existencia de Urano y Neptuno (ya más bien deducido su presencia por las variaciones de sus vecinos planetarios en sus acercamientos, y se presenciaron las primeras nebulosas dentro de nuestra Galaxia.

Es de hacer notar, que en el campo de la divulgación académica, los libros dedicados a la astronomía, discuten si en la Luna es posible la vida, cosa impensable y sacrílega solo dos o tres siglos antes. Como ejemplo citamos el índice del libro de Camile Flammarion[8] -aprobado por la academia francesa- que a la letra dice: “Livre II La Lune. Chap. V. L’atmosphere de la Lune. Conditions d’habitabilité du monde lunaire. Chap. VI. La Lune est-elle habitée”, en donde apreciamos el vivo interés que los cielos siempre han despertado en el ser humano, particularmente en relación a la pregunta “¿estamos solos?”.

Ya en el Siglo XX, los avances en materia de la electricidad primero, luego la electrónica, permitieron que en los años 20, al astrónomo norteamericano Edwin Powell Hubble (1889 – 1953) abrir una nueva ventana al cosmos, en donde se multiplicó el número, tamaño y vastedad de los objetos celestes, renovando conceptos tan profundo como el tiempo y el espacio que dejaron su posición de absolutos a ser considerados ahora como relativos, es decir todo cambio. Regresando a Hubble, después de la primera guerra mundial –donde sirvió al ejército- se doctoró de Físico y en 1919 entró a trabajar en el Observatorio del Monte Wilson, que tenía el telescopio más grande del mundo. Gracias a él, se identifican como tales las primeras galaxias. El universo conocido se fracciona en galaxias independientes. Las distancias entre ellas se disparan hasta 800,000 años luz de distancia (7.568 X10ⁱ⁸ km) solo para calcular la distancia entre dos de ellas, con ello fue necesario establecer nuevas unidades de medida. En la Figura 8 se muestra la Vía Láctea, nuestra galaxia.

La radioastronomía dio un nuevo impulso en la captación de frecuencias de onda provenientes de muy diferentes cuerpos y lugares del espacio interestelar, tan impensados como los “agujeros negros”. Estos avances científicos combinados con los desarrollados en la aeronáutica, la física de los cohetes, la computación, la electrónica, los metales, la medicina, permitieron que en menos de 50 años, posar vehículos construidos por el hombre en la Luna, Marte,Venus,Titán (luna de Saturno), y hasta en un asteroide, el Itokawa. En la tierra existe muestra de suelo lunar y de este último asteroide, que aportan a los científicos cada día más datos de la constitución, edad y características del cosmos. Vehículos espaciales han visitado las inmediaciones de Mercurio, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Cabe señalar, que estos vehículos son desarrollados por diversos países o conjunto de naciones. Además de los Estados Unidos y Rusia, ahora destacan los lanzamientos hechos por la Unión Europea, China, Japón y la India países todos ellos, que han logrado posar sus naves en la Luna por ejemplo y que dan prioridad nacional a este tipo de investigación.

Como resultado de lo anterior, en los siguientes 50 años los científicos tuvieron material suficiente para buscar responder preguntas de mayor profundidad y complejidad: ¿Qué es el universo?, ¿Cómo se formó?, ¿Qué lo formó? Autores como Alejandre koyre[9] publicaron obras donde centraron la discusión en los conceptos de espacio y tiempo absolutos, relativos, infinitos desde el ángulo de la física y la religión. Estas nuevas cosmovisiones, hicieron evidente que había más de una concepción de Dios y del mismo cosmos partiendo ahora desde la ciencia y no de la religión.

Por su parte autores como Albretht Unsold[10], dieron a conocer al gran público que el foco de la discusión científica del cosmos toma matices de las posibles formas de que tiene el universo. Puede adoptar formas curvas o hiperbólicas;  puede estar en expansión acelerada o cíclica; puede expandirse de manera elíptica o esféricamente; que monótonamente creciente o etc. Tal parece que el concepto de “universo eterno, constante e infinito” tiene sus días contados…

Como ejemplo de lo anterior, se destacan las discusiones que se dan ante el gran público entre los astrónomos con concepciones diferentes. En 1959 la British Broadcasting Corporation (BBC de Londres) invitó a cuatro astrónomos a exponer sus teorías y a confrontarlas. Los doctores G.J.Whitrow, W.B.Bonnor, R.A.Lyttelton y H. Bondi discutieron entre sí las teorías relativistas del universo, las del estado estacionario, las del universo eléctrico. Esta discusión se publicó con el nombre del El origen del universo[11], permitiendo con ellos, permear las nuevas concepciones cosmológicas a todos e ir infiltrándose en las demás esferas del saber cómo la filosofía, la teología, la psicología y en general, en la forma en como nos vemos a nosotros mismos.

Regresando a los avances en materia científica, tecnología y de exploración especial, se destaca la importancia de las zondas Voyager 1 y 2 (Figura 9) lanzadas en 1977 y que después de 37 años permanecen en operación quedándoles vida para otros 10 años dado que su fuente de energía es la nuclear. Son los objetos que el hombre ha enviado más lejos. Fueron los primeros aparatos en fotografiar de cerca Júpiter y sus lunas, Saturno y sus anillos lo que permitió a los científicos en los años 80, cambiar su perspectiva de los cuerpos celestes del Sistema Solar. Pasando de todos uniformes (tipo la Luna) a encontrar enormes diferencias entre uno y otros, Ahora sabemos que hay lunas de hielo, de volcanes activos, con atmosfera “tipo” de la Tierra, con geiseres, etc. El 25 de agosto de 2012, el Voyager 1alcanzó  poco más de 19 000 millones de kilómetros del Sol, la sonda deja atrás la helio pausa, siendo la primera en alcanzar el espacio interestelar. Ahora se dirigen en dirección del centro de nuestra galaxia. Estarán enviando otros 10 años datos sobre la densidad del espacio.

Finalmente, cabe destacar la misión a Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP) lanzada en junio del 2001 por la NASA cuyo objeto es estudiar el antiguamente llamado firmamento y medir las diferencias de temperatura que se observan en la radiación de fondo de microondas, un remanente del Big Bang (el gran estallido del inicio de todo). Con ello se pretende comprobar las teorías sobre el origen y evolución del universo.

Los datos hasta ahora suministrados por el WMAP muestran que:

  • La edad del universo es de 13.700 ± 200 millones de años.
  • El universo está compuesto de un 4% de materia ordinaria, 23% de materia oscura y de un 73% de la misteriosa “energía oscura”.
  • Los modelos cosmológicos inflacionarios se verifican con las observaciones, aunque hay una anomalía inexplicada a grandes escalas angulares.
  • Los datos del WMAP confirman, con sólo un 0,5% de margen de error, que la forma del universo es plana.
  • Se obtuvo un nuevo mapa del universo y su comprensión (Figura 10).

Como colofón podemos decir que la astronomía, ahora nos aporta un nuevo modelo o teoría del universo cada 20 años (en contrate con los cada 1000 años de antigüedad). Que el hombre –en su visión de sí mismo- ha transitado de la periferia, una criatura más en las religiones primitivas expuesto a la voluntad de innumerables dioses misteriosos, a colocarse en el centro, con el advenimiento de las religiones monoteístas, que reforzaron el sentido humanista del hombre, pero derivaron de manera acrítica un antropocentrismo en relación el resto del cosmos.

Ahora con apoyo del desarrollo científico, se han abierto nuestra visión a una más totalizadora, más pluridimensional, en donde caben diferentes modos y maneras de entendernos y así está siendo posible redefinir nuestro lugar en un contexto mucho mayor.

En palabras de Carl Sagan[12], celebre investigador y divulgador científico, “es mucho espacio, solo para nosotros…” y efectivamente, estamos pasando de ser y sentirnos los únicos seres vivientes de la creación a posiblemente sentirnos “solos” ante tal bastedad.

Como muestra de lo anterior, la búsqueda de vida en el espacio se ha vuelto una de las prioridades de la investigación espacial. Las próximas misiones a las lunas y planetas del sistema solar se orientaran a encontrar cualquier tipo de vida, y a nivel de los radiotelescopios, la búsqueda de señales provenientes del espacio exterior que tengan origen en vida inteligente se hace en forma metódica bajo el programa SETI (Search for Extra Terrestrial Intelligence[13] (págs. 206,207). Vale la pena destacar que la asamblea general de la Unión Internacional Astronómica declaro en Julio de 1991 en Buenos Aires, Argentina, los procedimientos a seguir en el caso de contactar con inteligencia alienígena. Dicho procedimiento se muestra en la figura 11, y da pauta de la seriedad con que se maneja el tema por los astrónomos.

 

 

Bibliografía

  1. Asimov, Isaac. La Tragedia de la Luna. Alianza Editorial. Madrid 1979.
  2. Luminet, Jean Pierre. El Enigma de Copérnico. Ediciones B. Barcelona 2007.
  3. Luminet Jean Pierre . El Tesoro de Kepler. Ediciones B. Barcelona 2008.
  4. Luminet, Jean Pierre. El Incendio de Alejandría. Ediciones B. Barcelona 2003.
  5. Flammarion, Camile. AstronomiePopulaire. Edit. C. Marpot. París 1881.
  6. Moore, Patrick. Atlas of the Universe. Philips 2000.
  7. Sagan, Carl. Cosmos. Ed Planeta. Barcelona 1982.
  8. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Newton. CONACYT 1982.
  9. Koyré, Alexandre. “Del mundo cerrado al universo infinito. Siglo XXI. México 1979
  10. UInsold, Albreth. “El nuevo Cosmos. Siglo XXI. México 1977.
  11. G.J.Whitrow, W.B.Bonnor, R.A.Lyttelton y H. Bondi. El origen del universo. FCE. México 1962.
  12. Darwin, Charles. “The Origin of Species”. Avanel Books, New York 1968.
  13. Sobel, Dava. La hija de Galileo. Una nueva visión de la vida y obra de Galileo. Ed. Debate. Madrid 1999.

 

  

 



[1] Charles Darwin. “The Origin of Species”. Avanel Books, New York 1968.

[2] Isaac Asimov. La Tragedia de la Luna. Alianza Editorial. Madrid 1979

[3]Jean Pierre Luminet. El Incendio de Alejandría. Ediciones B. Barcelona 2003.

[4] Dava Sobel. La hija de Galileo. Una nueva visión de la vida y obra de Galileo. Ed. Debate. Madrid 1999.

[5]Jean Pierre Luminet. El Enigma de Copérnico. Ediciones B. Barcelona 2007.

[6] Jean Pierre Luminet. El Tesoro de Kepler. Ediciones B. Barcelona 2008

[7]Newton. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. CONACYT. México 1982

[8]Camile Flammarion. Astronomie Populaire. C. Marpot Editeurs. París 1881.

[9] Alexandre Koyré. “Del mundo cerrado al universo infinito. Siglo XXI. México 1979

[10]Albreth UInsold. “El Nuevo Cosmos. Siglo XXI. México 1977

[11]G.J.Whitrow, W.B.Bonnor, R.A.Lyttelton y H. Bondi. El origen del universo. FCE. México 1962

[12]Carl Sagan. Cosmos. Ed Planeta. Barcelona 1982.

[13] Patrick Moore. Atlas of the Universe. Ed. Philip’s. London 2001

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