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Revista Tamma Dalama: La Organización social del Imperio Azteca. Escrito por: Dr. Ricardo Castañón Ruiz (2da parte)

en Jueves, 25 Enero 2018. Publicado en Revista Tamma dalama, Revista Universitaria Tamma Dalama, Tamma dalama, Tamma dalama, Universidad Mundial, Universidad Mundial, Universidad Mundial BCS, Vinculación Universidad Mundial

4.2.- La Clase Guerrera.

En la sociedad azteca todos los varones de cierta edad eran guerreros, en el sentido de que fuese cual fuese su ocupación habitual, en circunstancias especialísimas estaban obligados a empuñar las armas, como por ejemplo en el sitio final que les impusieron los españoles, esto a decir de Moreno[24]

Sin embargo, había una clase militar, caracterizada por su organización y su disciplina la cual estaba constituida por “militares de carrera”

En el ejecito era tomado en cuenta la posición social y el origen de los que ingresaban. Por supuesto de acuerdo a si venían del Calmecac o del Telpochcalli.

Ya dentro de las jerarquías militares, se continuaban con la distinciones de clase, así los Caballero Águila, los Cuautla, solo podían ser los que eran egresados del Calmecac, es decir hijos de gente noble.

El ejército se conformaba de la siguiente manera: cada Calpulli aportaba de 200 o 400 soldados de acuerdo a su población, Todos ellos verdaderos militares, seleccionados para ello. Este era un escuadrón.

Cada escuadrón tenía un jefe telpochlato, quien procedía del calmecac. Estos escuadrones se dividían a su vez en escuadras de 20 soldados, cuyo jefe se llamaba yoatachcan, quien ya podía pertenecer indistintamente al calmecac o al telpochcalli.

El jefe supremo del ejército era el Tlacatecuhtli, quien tenía a su cargo todas las fuerzas de la confederación (Triple Alianza) México, Tlacopan y Texcoco.

Venían después los jefes de los cuatro barrios mayores en que se dividía Tenochtitlán que eran: el Tlacatecatl, el Tlacochcalcatl, el Huitznhuatl y el Tecoyahuacatl. Luego los que tenían mando general en los diversos servicios y exigencias del ejército y eran: Tecuiltecatl, el Cuauhyahuatl, el Tezcacoatl, el Tocuiltecatl, el atempanecatl y el Ezhuahuacatl. Debajo de ellos estaban los jefes e las divisiones en que se repartía la fuerza de cada calpulli mayor de os pueblos del territorio mexica.

Todas las dignidades y puestos del ejército se establecieron por el emperador Itzcoatl. Eran vitalicias y marcaban una diferencia absoluta entre los que las poseían y los que no, ya que demarcaban la línea de mando.

4.3.- La Clase Sacerdotal.

Era una organización “perfecta” de acuerdo a Moreno[25], ya que “contenía en su seno todos los elementos necesarios para la satisfacción de las necesidades del complicado culto religioso de los mexicas.

Otra característica de la misma es su rigurosísima jerarquía sacerdotal que se desprendía del culto a los dioses, todo en voz de Moreno.

Acosta[26] certifica que el sacerdocio era hereditario en la familia, por tal razón, Chavero[27] manifiesta que la clase sacerdotal se había convertido en una verdadera casta, dado que se perpetuaron por la familia.

Con antelación, cuando el culto de Quetzalcóatl era vigente, los sacerdotes ni se casaban ni conocían mujer, y vivían en las mayores penalidades, cosa que cambio en el altiplano con los aztecas.

Se tiene registrado el nombre de la esposa del sacerdote Tenoch. El sumo sacerdote Moctezuma Xocoyotzin fue posteriormente emperador y sus hijos -como no- sacerdotes y luego emperadores también, mismo camino que siguió su nieto Moctezuma Huicamina o II.

Por otro lado, la religión regía la vida del pueblo. Desde el momento de nacer en la vida privada hasta cualquier acontecimiento publico. Siendo innumerables las deidades del panteón azteca, así como los templos que existían en la ciudad, también eran innumerables los sacerdotes que ofrecían estos servicios religiosos, por ejemplo Torquemada[28], señala que en el Templo Mayor había entre sacerdotes y sirvientes de los dioses más de 5,000 personas.

La más alta investidura sacerdotal era el Teotecuhtli o Gran Sacerdote, el cual tenía un subordinado inmediato que se llamaba Hueyteopixqui. Para Sumo Sacerdote se escogía siempre un miembro de la familia del Tlacatecuhtli.

Había por supuesto otros cargos de dignatarios, destacándose el de Tlaquimiloltecuhtli, quien estaba encargado de la hacienda del templo, el Tlillancalcatl, quien se encargaba de la administración y cuidado de los Templos.

En general la vida azteca estaba permeada por esta poderosa influencia sacerdotal y esto robustecida por su sistema de creencias muy particular y atemorizante como señala Jacques Soustelle[29]

4.4.- La Clase Pochtecas.

Esta es la clase de comerciantes, que al paso de los años fue tomando mayor relevancia tal y como sucedió en las comunidades feudales, al expandirse el imperio.

El padre Sahagún[30] vuelve a ser la mayor fuente de información sobre esta materia. “los habitantes de Tlatelolco desde el inicio de los asentamientos de las tribus aztecas en el los islotes, empezaron intercambiar –trueque- plumas de quetzal por todo tipo de productos que requerían estos habitantes. Con el tiempo se empezaron a formar verdaderas caravanas dirigidas por hombres valerosos y hábiles llamados pochtecatecuhtli, los cuales se internaban hasta países lejanos, donde trocaban las mercancías que eran de gran aceptación en Tenochtitlán y Tlatelolco.

De esta manera se fue formando una clase fuerte y poderosa, a medida que se sedentarizó la población y cambiaron sus patrones de consumo y el volumen de mercancías creció.

Siguiendo las descripciones del padre Sahagún[31], se menciona su importancia ya como una clase social: “eran tenidos por señores y honrados como tales”. Llevaban insignias especiales que los distinguían del resto del pueblo, tenían un dios especial llamado Yacatecuhtli. El Hueytlatoani premiaba sus servicios con valiosas recompensas, de acuerdo a Duran[32].

Había dos jefes nombrados para administrar los tianguis. Estos ponían los precios de todas las mercancías y castigaban a los infractores. Las penas que imponían iban desde cárcel, hasta la pena de muerte.

Los Tlacatecuhtli, se aprovechaban de estos Pochtecas, para sus conquistas ya que les daban información de todo tipo de los lugares que visitaban. Los premiaban por esta valiosa información, haciendo mas patente su distinción como una clase emergente cada día más poderosa.

5.-La Educación.

Como sabemos, en el sistema educativo esta la semilla de perpetuación o corrección de la desigualdad entre las clases sociales de una sociedad, con los mexicas no es la excepción como veremos.

En efecto, el padre Sahagún[33] nos habla de cómo los señores principales y gente con recursos ofrecían sus hijos al Calmecac, establecimiento donde ofrecían una educación especial, muy distinta a la que recibían los jóvenes comunes del pueblo, la cual tenia por objeto preparar funcionarios para los altos puestos civiles, militares y sacerdotales.

El telpochcalli era el otro establecimiento donde se educaban a los jóvenes aztecas, en donde la función básica era la instrucción militar, no la preparación de funcionarios y dignatarios. De acuerdo a Sahagún[34] cada Calpulli o barrio menor tenía uno de estos centros, de tal suerte que había 26 de estos en la ciudad de México, pero un solo Calmecac, que estaba situado en el templo mayor.

6.-La Organización Política.

Este es un tema muy debatido entre los estudiosos del tema. Hay quienes tienen una visión muy idealista de la sociedad mexica, hasta quienes la ven como una organización aun muy primitiva, prácticamente tribal.

Nuestro estudio lo iniciaremos con el calpulli, que fue la organización básica de esta cultura y por supuesto sufrió una serie evoluciones de acuerdo al propio desarrollo social que alcanzaron sus pobladores.

6.1- El Calpulli.

El Calpulli, como se anotó, paso de ser un barrio de alguna manera autónomo a una subdivisión de la ciudad azteca. Sobre este particular, Torquemada[35] apunta: “En lugar de regidores ponían los señores de México en cada barrio o parcialidad o un tecuhtli –noble- que se ocupaba  en ejecutar lo que nuestros regidores ejecutan y hacen, todos los días, se hallaban en el Palacio –Tecpan- a ver que se les ordenaba y mandaba”.

Muy lejos estaba la organización interior del Calpulli de tener un carácter democrático, pues si bien es cierto que el calpullec o chinancallec era nombrado por elección, también la elección no podía recaer en cualquier persona, sino que según Zurita[36], debía de ser “muy principal y hábil”.

El candidato a calpullec, tenían que ser además de vecino del Calpulli, ser seleccionado entre los principales, es decir, entre las clases privilegiadas. Su rango era vitalicio e indirectamente hereditario, supuesto que a su muerte elegían a su hijo si era apto y solamente sino tuviera pariente nombraba un extraño.

En cuanto al Consejo de huehues, era más bien una junta vecinal, revestida de autoridad para asegurar el orden. No era en si un órgano de gobierno de una agrupación autónoma e independiente, ya que todo el azteca estaba subordinado al final a la autoridad central encabezada por el tlacatecuhtli, esto lo tomamos de Moreno[37].

6.2- Sistemas de tributación y métodos de dominación.

Andrés de Tapia[38] nos dice: “Al que se daba de paz no tenia sobre el tributo cierto, sino que tantas veces al año le llevaban presentes a discreción del que lo llevaba; si era poco, mostravales mal rostro, y si mucho agradeciaselo –el Hueytlatoani y en estos no ponía ni recaudador ni mayordomo. Los pueblos que tomaban en guerra, tributaban como esclavos. En estos ponían mayordomos recogedores y recaudadores”.

Entonces existían tres tipos de recaudación: la primera la de los pueblos que se dan en paz, es decir que se sometían, solo llevaban su tributo, pero conservaban su completa autonomía. Segunda, la de aquellos que ponían recaudadores, pero que elegían libremente a su tecuhtli y conservaban completamente su independencia en su régimen propio. Y la tercera, las que recibían señor por nombramiento de quien los había conquistado. Esta tercera forma, su territorio pasaba a formar parte integrante del Estado mexica.

6.3- División demográfica. Naturaleza político administrativa.

Todos los pueblos sojuzgados estaban obligados a tributar. El tributo era distinto en cada caso de acuerdo a Torquemada[39]. En Tenochtitlán los tributos recaían en determinadas clases sociales, campesinos, artesanos, etc. La nobleza estaba exenta de pagarlos.

Para la recolecta de los tributos existía el macuilte pampixque, que recogía el tributo de 100 familias y bajo sus ordenes estaban los cente pampixque, quien se encargan de recogerlo a veinte familias.

Era tan estricto el control que había en este sentido, que una cita de Durán[40] nos aclara: “Hubo una junta en la ciudad de México en donde todos los señores y grandes y donde todos los caballeros y grandes de la corte y con ellos todos los mandoncillos de los barrios y personas constituidas  en cualquier genero de oficio, porque era grande el numero de oficiales que esta nación tenia para cada cosita, no faltaba cuentas y padrones, que para todo había oficiales y mandoncillos de los que había de barrer. Había y era orden que ninguno había de entremeterse en oficio de otro, ni hablar palabra. Y así, no falta niño que no este empadronado por los oficiales de barrio o capitanes, para los cuales había encargados para cada veinte casas en toda la ciudad y en cada barrio”.

Los macuitepampixque, los centepampixque, etc. eran verdaderos agentes del estado, revestidos de carácter político, encargados de dar realización a los fines del Estado y hacer efectivo el poder dando cumplimiento a sus disposiciones y leyes.

Con esto comenta Moreno[41] “podemos dar como superada la organización comunal por clanes al final del periodo azteca”.

6.4.- Los Tetecuhtzin.

Era una institución especial también conocida como la “Orden de Caballería Militar u Orden de los teules, tecles, tetecuhtzin” dentro de la sociedad azteca y tiene significado por que nos indica como fue evolucionando la sociedad en el tiempo.

Era el equivalente a una sociedad secreta. El ingreso a la misma estaba rodeado de una serie de requisitos, en donde prevalecían las ceremonias religiosas y actos especiales de iniciación. Se requería tener valor y haberse destacado en la guerra. También los mercaderes y sus hijos podían ser iniciados siguiendo una dura disciplina de ingreso y pagando fuerte cantidad de dinero que se gastaba en regalos y presentes. Al ingresar a esta sociedad, se subía indudablemente de escalafón social de acuerdo a las observaciones de Diego Muñoz Camargo[42].

6.5.- El Tlacatecuhtli o Hueytlatoani.

El Supremo Señor, o tlacatecuhtli o hueytlatoani, gobernaba juntamente con el Tlatocan o Consejo. Ambas instituciones aparecen ya muy avanzado el proceso histórico del pueblo azteca. El Consejo estaba formado por los nobles mexicas.

El primer emperador fue Acamapitchtli, quien subió al poder por elección. Se le escogió de las más ilustres familias y al tiempo de su nombramiento desempeñaba el puesto de cihuacoatl, es decir de carácter sacerdotal.

Antes de él Clavijero[43] dice que el gobierno recaía en un cuerpo formado por 20 gentes principales: nobles y sabios.

Este primer tlacatecuhtli, fue entonces electo bajo la intervención de todo el pueblo. En esa época, no había grandes celebraciones por el evento. El problema se presento cuando este muere y la sucesión recae ad perpetuam, en alguno de sus descendientes. Los guerreros y sacerdotes se reservaron el derecho de designar entre estos descendientes y fijar su procedimiento de sucesión.

Después de esta primera elección, se crearon cuatro grandes electores en cuya opinión se comprometían todos los votos de la nación. Eran cuatro magnates señores, de la primera nobleza, de sangre real con probada sapiencia y probidad. No era empleo perpetuo, una vez dada una elección, se nombraban otros electores. Si uno moría entes que el emperador se reemplazaba. Desde Izcoatl, se agregaron otros dos electores que eran los reyes de Texcoco y de Tlacopan los aliados. Estos cargos eran realmente honorarios. Al final los emperadores eran todos hijos o hermanos del emperador anterior, como los hechos lo terminaron demostrando.

6.6.- Funciones de Hueytlatoani.

Era la máxima figura unipersonal de la sociedad mexica. Con el tiempo fue ganando más poder y prestigio. Hacia el final del imperio, en la coronación de los últimos emperadores el Sumo Sacerdote les decía: “No hay quien sea vuestro igual”, Al Hueytlatoani se le consideraba como el representante de dios en la tierra, pues como tal lo saludaba el Sumo Sacerdote en la coronación. Así que termino siendo la máxima autoridad, religiosa, civil, judicial, administrativa y militar. Esta concentración de poder, término siendo la debilidad más notoria del imperio cuando se encontraron con otra civilización como ocurrió en 1519.

6.7.- El Tlatocan.

Su función era la del poder legislativo y en él estaban representados todos los calpillis, con un diputado delegado. Era el brazo democrático del gobierno mexica, sin embargo con el tiempo se fue replegando hacia el emperador. Moreno[44]señala que en tiempos del emperador Izcoatl se funda esta institución, pero privilegia en los nombramientos a las clases ricas y militares. Si eran gentes probas en su designación, pero fue perdiendo su carácter popular, que era el espíritu inicial. A final Duran[45], da una lista de quienes lo forman y se aprecia la gran cantidad de parientes del Hueytlatoani, lo que resto todo el carácter democrático que al inicio intentó. El mismo Clavijero[46]aclara, que cuando moría un consejero lo sustituida un pariente, convirtiendo el Consejo en un cuerpo con principios oligárquicos.

Según Duran[47] su número era de doce y sus funciones eran múltiples, donde la principal era auxiliar al tlacatecuhhtli y asesorarlo en los casos realmente graves y que requerían de especial atención. Al tener tantos asuntos de gobierno, el emperador se tenía en la necesidad de delegar algunos de ellos en gente de confianza, preparados expresamente para tal efecto en el Calmecac, funcionaban probablemente en forma colegiada y estaban subordinados a la autoridad del Hueytlatoani.

6.8.- El Cihuacoatl.

Este cargo era muy antiguo entre los aztecas y de acuerdo a Moreno[48], existe cierta confusión en sus atributos y funciones que se dado que se superponen con las del propio Hueytlatoani.

De acuerdo a Chavero[49] en un principio era simplemente el jefe de sacerdotes de la diosa Cihuacoatl o Cihuacoatlicue, madre de Huitzilopochtli, una de las deidades mas venerada por este pueblo.

Era tan importante su culto, que cuando se nombró al primer Hueytlatoani, recayó su designación en su guardián que era Acamapichtli quien detentaba el cargo de cihuacoatl en aquellos momentos, de aquí la confusión posterior que se dio a ambos cargos, pero en efecto nos dice el mismo Moreno, que no volvió a repetirse esta circunstancia, fueron en adelante dos personas diferentes los que ostentaron estos importantes cargos.

Fue hasta Moctezuma I cuando se le dotó de atribuciones más administrativas, judiciales, políticas sin perder las religiosas. Esto debido a las múltiples tareas y ocupaciones que el emperador le iba adquiriendo ante la innegable expansión del Estado e imperio.

Con todas estas importantes atribuciones el cargo lo desempeño Tlacaelel, nieto de Acamapichtli y hermano menor de Moctezuma (volvemos a el régimen de nobles y castas que detentan el poder y que niegan muchos coronistas), que fue un valeroso guerrero en la conquista de Azcapozalco (vuelve a saltar a la vista como los sacerdotes podían ser guerreros también y tener familia).

Otra función importante de este puesto, era la representación del Hueytlatoani en diferentes ocasiones que así se requería como por ejemplo ante el Tlatocan. Como funcionario público también tenia la importante tarea de administrar la hacienda pública y percibir los atributos.

7.- El Estado Azteca.

Como hemos descrito, el pueblo azteca se transformo de ser una organización tribal a la llegada al lago de la meseta del Anáhuac hasta convertirse en una compleja organización dada su insaciable sed de expansión y dominio sobre todos sus vecinos.

Ya con Moctezuma II, la centralización política de la sociedad culmina con el carácter estatal de la organización azteca. Cuenta con instituciones públicas de hacienda, de educación, de un intrincado poder judicial –como veremos-, organismos colegiados de toma de decisión de base y estatales, así como un poderoso ejercito que cuenta con una hacienda pública que le permite subsistir.

Este Estado se caracteriza por ser al final oligárquico, teocrático y militar de acuerdo a Manuel Moreno[50], incipiente como Estado, pero Estado al fin.

Por otra parte, mucho se ha hablado del imperio como tal, particularmente por los coronistas españoles, y esto es debido a la alianza que existía entre los Mexicas, Texcoco y Tlacopan. El mismo Moreno nos señala que era una confederación de pueblos para fines guerreros.

Zurita[51] refiere a esta alianza con el mismo pie e igualdad “fuera de cosas de guerra en todo lo demás eran iguales y no tenían que hacer el uno en el señorío del otro: de tal manera que cada quien conservaba sus leyes señorío y costumbres propias, así como su gobierno”

Quien comandaba los ejércitos de esta federación era el tlacatecuhtli de México y por ello mantenía cierto liderazgo. En realidad al final del imperio, el dominio azteca sobre la misma Alianza era evidente. Cabe recordar que esta alianza la formó el rey Netzahualcóyotl de Texcoco y el rey Izcoatl Azteca cuando lucharon y vencieron a los Azcapolzálcas, invitando posteriormente a unirse a la misma a los Tlacópan. Hacia el final –Siglo XV, 30 años antes de la conquista-, el hijo de Netzahualcóyotl, Netzahualpilli se casa con la hermana de Moctezuma II para fortalecer esta Alianza, aunque tristemente éste la acaba matando (de acuerdo a derecho mexica) por infiel, cosa que desemboca en una guerra que termina por perder Texcoco, fortaleciendo así la posición de los mexica.

7.7.- Organización Jurídica.

La Costumbre fue si duda la principal fuente de Derecho de acuerdo a Duran[52]. Toda la legislación azteca estaba en códices perfectamente ordenados, que lamentablemente se destruyeron durante la conquista o bien en los primeros años de la Colonia.

7.2.- Derecho Penal

Las penas eran muy severas, dado que el Estado Azteca estaba asentado sobre bases fundamentalmente militares de acuerdo a Moreno[53] . Las penas mas usuales eran la muerte, la esclavitud y la prisión, esta era solo preventiva, mientras duraba el proceso y se producía la sentencia.

Se castigaban el delito contra las personas, contra la propiedad, contra el honor, contra la moral y las buenas costumbres, contra el orden de las familias y la tranquilidad públicas. Eran especialmente severos el castigo los delitos de orden militar y religioso, siguiendo las descripciones e investigaciones de Moreno.

Al traidor a la patria lo despedazaban, le confiscaban sus bienes y se hacia esclavos a sus parientes. La embriaguez era vista con repugnancia. Sahagún cita penas como el destierro, la suspensión y destitución del empleo, lo que condenaba con ello a la indigencia y posterior esclavitud al infractor sentenciado.

7.3..- Derecho Civil.

La base de la organización social era la familia. La forma legal y jurídica era la monogámica A los nobles le estaba permitida la poligamia como un premio a sus hazañas guerreras, sin excederse en el número de mujeres de acuerdo a las que podían mantener.

La base de la familia era el matrimonio, que poseía carácter religioso y jurídico a la vez. Su ceremonial estaba revestido de solemnidades especiales, tendientes a darle mayor fuerza al acto, a dotarlo de sanción, destacando la gran significación que tenia para la sociedad. La edad hábil para contraerlo era los 21 años. La familia era patriarcal, pues descansaba en la potestad del padre Todos estos actos estaban rodeados de ceremonias religiosas, lo que contribuía a profundizar su institucionalidad.

En el caso de los nobles, los hijos habidos con distintas mujeres eran reconocidos y legítimos, pero los hijos tenidos con la mujer de antemano, eran los que heredaban las posesiones, sus cargos, y sus preeminencias

Era costumbre que el hijo mayor varón, heredara del padre todos los derechos reales y personales, las hijas no heredaban

La mancebía también tenía lugar entre los antiguos mexicanos. La denominación de las distintas mujeres era diversa, la esposa principal de llama Cihuatlanti.

La patria potestad, la minoría de edad, el divorcio y la herencia eran materia de minuciosa reglamentación y constituían situaciones jurídicas perfectamente determinadas.

Los miembros reconocidos de la organización familiar eran en línea ascendente; padre, madre, abuelo(a), bisabuelo(a), tío(a) -paternos y maternos-, tío(a) abuelo(a) en ambas ramas. También se reconocía el parentesco por afinidad: suegros, cuñados, yernos, nueras y además padrastros y madrastas.

Relativo a la esclavitud, difiere el concepto del tradicional occidental de tomar al esclavo como “cosa”, sino era un “contrato voluntario”, -salvo el proveniente de la guerra-, en donde con ellos, se “pagaba” alguna deuda. El esclavo no podía ser vendido sin su consentimiento; podía formar peculio propio, casarse, tener esclavos a su vez y recuperar su libertad pagando la deuda, entre otros modos. El amo estaba obligado a mantener al esclavo.

También se conocen contratos de arrendamiento, donación y otros entre los mexicas. De lo anterior da debida cuenta el referido libro de Manuel Moreno[54].

7.4.- Derecho Mercantil

Este nace por la poderosa influencia del comercio en la organización de los “Pochecas”, quienes gozaban un verdadero fuero mercantil. Tenían sus autoridades propias y no podían ser juzgados más que por ellos mismos.

Los pochtecatecuhtin, eran los únicos capacitados para legislar y fallar sobre las cuestiones de comercio y conflictos surgidos entre comerciantes. Estos tenían potestad amplísima, pues podían imponer sanciones hasta de pena de muerte, su jurisdicción era mixta.

7.5.- Organización de los tribunales de Justicia.

Los juicios admitían varias instancias, por ende era jerárquica la aplicación de, la ley, de acuerdo a las investigaciones realizadas por Moreno[55].

Los tribunales eran de varias especies. Unos funcionaban en la capital, Tenochtitlán, en el Palacio de los Tlacatecuhtin mexicas. Otros funcionaban en las cabeceras de las múltiples provincias sujetas al dominio de mexica.

En Tenochtitlán había además tribunales de segunda instancia. De acuerdo a Zurita[56], para cada pueblo sujeto a México y que formaban parte de su territorio, había dos jueces que residían en Tenochtitlán, también en el Palacio Tlacatecuhtli y ante los ellos acudían los habitantes de dichos pueblos, los de cada lugar a los suyos, para exponer sus asuntos.

El tribunal de primera instancia conocía las controversias del pueblo. Este tribunal era colegiado, constaba de tres miembros, el Tlacatecatl, que era el presidente; el Cuauhnochtli y el Tlailotlac, acompañado cada uno por un teniente que oía y determinaba junto a ellos. Esto tenientes se encargaban de ejecutar las sentencias, acuerdos y disposiciones del tribunal. Para tal efecto tenían a sus órdenes a los Achcauhtin, a los Tlayacanqui, a los Topilli y multitud de autoridades inferiores.

El Tribunal de Segunda Instancia, Tribunal Superior o Tlacxitlan estaba bajo la presidencia del Cihuacoatl, esta tribuna era el que conocía las causas de la nobleza.

Aparte era el Tecpilalli, que de acuerdo a Sahagún era una especie de Concejo o Junta de Nobleza que decidía acerca de los delitos de los altos funcionarios militares. Este Tribunal de segunda Instancia, conocía las apelaciones de las resoluciones de los jueces de los tribunales de Primer Instancia, constaban de cuatro miembros y sus decisiones en materia penal eran inapelables.

Había jueces menores en cada pueblo que no había tribunales de Primera Instancia para asuntos de poca calidad en donde sentenciaban. En casos graves, aprendían a los delincuentes y los enviaban junto con lo actuado a Tenochtitlán, para que ahí continuase la tramitación del asunto y el dictado del fallo.

Cada Tribunal tenía sus escribanos (pintores) que ponían en pintura los motivos del litigio, los nombres de los contendientes y las sentencias pronunciadas.

El Tlacatecuhtli ejercía la máxima autoridad dentro de la organización social de los aztecas. Cada 10 o 12 días los tribunales de Tenochtitlán se juntaban con él para informarle de las resoluciones y todos los asuntos. Las causas difíciles ahí mismo él fallaba.

Había un Tribunal especial, llamado Tecutlatoque, en donde el Tlacatecuhtli presidia para ciertos asuntos privativos.

Además había un Nauhpohualtlatolli o Tribulan de los 80 días, especie de Audiencia Suprema, presidida por el Tlacatecuhtli, a la que concurrían todos los jueces del país principal. Esta audiencia duraba 10 a 12 días dada la multiplicidad y número de asuntos que ahí se ventilaban.

Los juicios eran verbales. Se iniciaban en la mañana las actividades y tras un breve descanso para comer, se terminaba hasta el atardecer. Los jueces administraban justicia con la mayor rectitud, sin recibir remuneración de los litigantes, sino por salario, se tenían cierta cantidad de efectos y comestibles. Se tenían también tierras afectas al oficio que desempeñaban con gente que labrase, de donde obtenían lo necesario para el sustento.

El juez que se desmandaba en la bebida o se dejaba cohechar o descuidaba sus obligaciones, incurría en penas gravísimas. El juez injusto se le castigaba con la muerte.

Este intrincado Derecho Mexica, pone de manifiesto las desigualdades sociales de este pueblo y la complejidad del mismo. En la Figura 4, se muestra la organización de los templos administrativos del centro de la capital del imperio.

 

Figura 4. Distribución de los edificios públicos -cede administrativa- mediante los templos y palacios de la Gran Tenochtitlán. Fuente: México Mágico. Evolución de la Gran Tenochtitlan. Ing. Manuel Aguirre Botello. Agosto 2012. www.mexicomagico.org/introtenoch.htm.

 

 

8.- Bibliografía

 

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Zurita, Alfonso. Breve y sumaria relacion de los señores y maneras y diferencias que había en ellos en la Nueva España. México: Coleccion de documentos para la historia de México de Don Joaquín García Izcabalceta, 1891.

 


[1] Helio, Jaguaribe. Un Estudio Crítico de la Historia. México: FCE, 2001. Pág. 46.

[2] Braudel, Fernand, Grammaire des Civilisations, París, Flammarion, 1987 (1963) pp 33ss  Tomado de Jaguaribe op.cit. pág. 47.

[3] Glyn, Daniel. The First Ciivilizations, New York, Thomas Y. Crowell, 1970 (1968). Tomado de Helio Jaguaribe op cit pág. 52.

[4] Vaillant, George C. La Civilización Azteca. FCE. México 1944. Pago 30. Cuadro I.

[5] Moreno M. Manuel. “La Organización Política y Social de los Aztecas”. Pág. 43. Ed. Secretaria de la Reforma Agraria. México 1981

[6] Moreno ob. Cit., pp. 45 y 50

[7] Zurita, Alonso. Breve y sumaria relación de los señores y maneras y diferencias que había de ellos en la Nueva España. Colección de Documentos para la Historia de México publicada por Joaquín García Izcabalceta, México 1891.

[8] Fernando Alba Ixtlilxóchitl. “La Nación Chichimeca. México Fomento 1891.

[9] Carta de Ramírez de Fuenleal en Ternaux Compans, H. Relations et Mémoires originaux pour servir a l´histoire de la decouverte de l´Amerique. Recueil de piéces relatives a la Conquete du Mexique. 1838.

[10] Torquemada, Fray Juan. Monarquía Indiana. Madrid 1723.

[11] Ixtlilxóchitl, Fernando Alba. “La Nación Chichimeca. México Fomento 1891.

[12] Koshler, J. El derecho de los Aztecas

[13] Ixtlilxóchitl, Fernando alba. “La Nación Chichimeca. México Fomento 1891.

[14] Motolinía, Fray Toribio. Historia de los Indios de la Nueva España. En García Izcabalceta, Joaquín. Colección de documentos para la Historia de México.

[15] Moreno, Manuel Pág. 61

[16] Cornejo Mariano, p 472

[17] Moreno, Manuel p 66

[18] Sahagún, Fray Bernardino. Historia General de las cosas de la Nueva España

[19] Cortés, Hernán. Cartas de Relación de la Conquista de la Nueva España.

[20] Moreno, Manuel. P 67

[21] Moreno , Manuel  p68

[22] Moreno,p 69

[23] Clavijero p 212

[24] Moreno, Manuel. P 74

[25] Moreno, Manuel p 78

[26] Acosta cap. 20

[27] Chavero

[28] Torquemada cap. II, IV, X y XI

[29] Soustelle; Jacques, El Universo de los Aztecas. FCE. México 1979.

[30] Sahagún. Lib IX

[31] Sahagún

[32] Duran, Fray Luis cap.84 pág. 125

[33] Sahagún, Fray

[34] Sahagún

[35] Torquemada. Lib XIV cap. VI, p 544

[36] Zurita.

[37] Moreno, Manuel p 90

[38] Andrés de Tapia p61 y 562

[39] Torquemada, lib XIV capVIII, pág. 547

[40] Duran, cap. 41, p 323

[41] Moreno Manuel. P 95

[42] Muñoz Camargo, Diego. Historia de Tlaxcala p.45

[43] Clavijero ob cit lib III p 76

[44] Moreno Manuel., p115

[45] Duran  ob cit cap. XI p 97

[46] Clavijero

[47] Duran p 215

[48] Moreno Manuel, p119

[49] Chavero

[50] Moreno Manuel. Ob. Cit p 123

[51] Zurita

[52] Duran

[53] Morena, Manuel

[54] Moreno, Manuel

[55] Moreno Manuel.

[56] Zurita, Alonso. Breve y sumaria Relación de los señores, maneras diferencias que había en la Nueva España. Colección Documentos de la Historia de México, publicada por Joaquín García Izcabalceta. México 1891

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