Revista Tamma Dalama: SEIS PRINCIPIOS SOBRE LA ESENCIA DE LA ENTEREZA (Othmar Spann) PARTE III
SEIS PRINCIPIOS SOBRE LA ESENCIA DE LA ENTEREZA[1].
Othmar Spann
Trad. Giovanni Franchi (Aleman Italiano)[2].
Trad. Ricardo Castañón (Italiano Español)[3]
III. Contra los intentos de una mediación entre los dos principios: "La entereza precede a la parte" y "La parte precede a la entereza".
Lo mejor sería dejar de lado estos intentos, considerándolos como algo débil, como una impostura, una comodidad o el fruto de la debilidad del espíritu, sin tener nada que hacer con ellos. Pero en un tiempo de desesperación y agitación, como el actual, también hacen su camino hacia las mejores mentes, incluso si a menudo el proceso que salen a la luz no está claro. Para esto es necesario aquí, decir unas pocas palabras.
Una vía intermedia entre los dos principios no es conceptual ni teóricamente posible. O la entereza es el elemento primario, que se articula y, por lo tanto, se hace presente, da la luz a las partes; entonces estas partes son el elemento derivado y puesto, y esto significa precisamente que no existen antes de que la entereza; o las partes son el elemento primario, entonces la entereza es solo algo compuesto, no de propio. Un ejemplo proporciona la economía
O bien la economía está constituida por el encuentro de acciones económica individuales; o lo opuesto es verdad, entonces debe ser una entereza de naturaleza específica, un concepto capaz de mediar entre estas dos posibilidades es inconcebible y nunca lo ha sido en toda la historia de la economía política. Como he demostrado en otra parte, el concepto del encuentro entre acciones económicas -una "economía de intercambio" en un sentido individualista- es erróneo[4].
Dado que las acciones que tienen un origen individual (acciones arbitrariamente seleccionadas) no dan vida a una economía sino a una confusión. Solo al ingresar como miembro en la totalidad de la economía, una acción se convierte en una acción económica, adquiere una naturaleza económica: ¿cómo podría ser posible una vía intermedia entre estas dos alternativas? La naturaleza del mercado lo explica mejor. El "mercado" no surge de la reunión de acciones económicas subjetivas individuales, sino al contrario, que es concebible como el órgano y la plataforma de la economía política, en el cual los compradores y vendedores entran en escena como un exponente de los esfuerzos respetables, por ejemplo el comprador de caballos como un exponente del grupo de “agricultores”, el vendedor de caballos como miembro del grupo de “crianza”. Si por ejemplo, hubiera muchos caballos, esto no significa que algunas personas hayan pensado en criar a muchos (esto corresponde a un fenómeno subjetivo-psicológico, pero no es un fenómeno económico), sino que significa que ha cambiado la articulación de los medios económicos presentes en la crianza, en comparación con los presentes en la agricultura, por lo tanto, como consecuencia de este cambio de articulación, se producen cambios en la oferta y la demanda, y por esta razón un precio más bajo de los bienes toma el control como resultado del cambio y la organización de la entereza económica. Lo mismo es cierto para la bolsa de valores. Si se “lanzan nuevas acciones al mercado” como resultado del aumento en el capital social de más de una compañía, los precios de los valores, el capital y el crédito cambian, porque la articulación de los medios económicos tiene órganos cuyas acciones la ampliación de los ejercicios ahora se expresa en el órgano de "mercado"
Desde el punto de vista económico, es evidente que una forma intermedia entre un análisis (nótese bien: análisis, no convicción partidista-política) individualista (atomista) y universalista (orgánica) es lógicamente imposible. Exactamente lo mismo se aplica a las disoluciones (Zergliederung) de todos los demás aspectos sociales. El estado, por ejemplo, pueden interpretarse como una totalidad de la naturaleza original (como una organización de la "totalidad de la vida"), entonces la investigación debe ocupar de su articulación y de sus órganos y de cómo sus últimos miembros (esto significa la espiritualidad formado por él) resultan entonces los ciudadanos; el estado precede entonces a los ciudadanos no pueden "armar" un estado, por esta razón también la soberanía popular, la igualdad generalizada de voto, etc. no son conceptos válidos desde el punto de vista constructivo (constructivo y analítico, ¡no en un sentido partido-político !). O el estado está formado por ciudadanos, que ya existen antes del estado que ellos mismos crean al unirse, donde los individuos son el elemento real, mientras que el estado es un fenómeno de naturaleza sumaria. - Incluso aquí, desde un punto de vista conceptual, no es posible una posición intermedia. Esta es la razón por la cual no queda nada por hacer: o se sostiene que de la revoltura de millones letras pueda surgir el Canto de los Nibelungos, de la revoltura de millones de ladrillos pueda surgir la casa, del complejo delas acciones pueda surgir la economía política, del complejo de las acciones pueda surgir el estado y, en fin, del remolino de millones de átomos por millones de años luz pueda surgir el mundo, esto es que la parte precede al entero, o reconocemos, que el entero que precede a la parte, que es la forma (Gestalt) que precede al conjunto de sus miembros.
El principio: "El entero precede a los miembros" fue solo la consecuencia de los dos principios que lo preceden: "El entereza como tal no está allí": "el entero viene a ser en sus miembros". Por esto, una explicación detallada ha demostrado ser menos necesaria, ya que representa al mismo tiempo la explicación sintética de todo y tres los principales en su enlace lógico. Los tres principios en su entereza dan vida nada menos que a los lineamientos de una doctrina de la entereza. (Ganzheitslehere).
5- Explicación de los principios 4 y 5: "La entereza no se anula en los miembros"; "Por esto, sigue siendo la base de los miembros"
Estos principios no son otros que los ulteriores desarrollos del principio: "La entereza viene a ser en los miembros, se manifiesta en los miembros".
Los miembros de hecho, una vez que han llegado a ser (han salido a la luz) y con esto se manifiestan como algo relativamente autónomo, no obstante, no pueden considerarse como algo verdaderamente "autónomo". Si esto fuera así, entonces los miembros como tales tendrían una existencia que previamente consideramos imposible; pero esto significaría que la entereza es como si estuviera petrificada en sus miembros, como derramada sobre los miembros, que solo entonces, estos miembros, una vez articulados, y como tales presentes, serían "autónomos". Este no es el caso: ¡el entero no se anula en sus miembros! Explicamos este principio con ejemplos:
a) Observamos el fenómeno por primera vez desde el punto de vista de la entereza personal. En este contexto, está claro cómo el que habla no se anula en las palabras que dice. Quien habla o comunica más bien contiene en sí mismo que dice o que comunica o dicho de otra manera: ¡la comunicación (el sentido de las palabras, la fuerza para expresarlas) persiste! Dado que el pensamiento pone las palabras dichas (este es el fin del hablante, el comunicante), el pensamiento no fluye en las palabras dichas, sino por el contrario, como pensamiento, persiste y por esta razón también sigue siendo un hablante en potencia, con la capacidad de hablar siempre de nuevo. Inversamente: las palabras dichas, las comunicaciones o los miembros objetivos del entero sistema de comunicación, por otro lado no han absorbido al comunicante (el pensamiento, el parlante), en ellos no se ha petrificado el pensamiento o el hablante -esto queda en el fondo, persiste como el centro que envuelve y da sentido, como la raíz, o como nos gusta expresarnos: sigue siendo la base de lo que es articulado (Ausgegliederte).
El mismo dato de hecho se muestra por todos los ejemplos de entereza de naturaleza personal-espiritual. Así el agente con respecto a la acción. Lo que se hace no es un acto petrificado, sino el resultado de una acción que persiste intacta como voluntad y razón (y en este sentido como la potencia, la posibilidad de acción), que permanece al mismo tiempo prendida de si (exactamente como el pensamiento que se expresa con respecto a la palabra). De esto se sigue: que la obra no se anula en el producto; el pensamiento no se anula en la palabra dicha; el que se comunica no se anula en la comunicación.
b) Otros ejemplos: la misma cosa está presente en el organismo viviente. Es "viviente" porque la vida no se agota en el acto orgánico de la vida. El corazón no deja de ser un corazón por el hecho de latir: el músculo no deja de ser un músculo debido a que se ha estirado; el nervio motor no deja de ser un nervio por haber inervado. Ciertamente, las cosas aquí no son tan evidentes como el pensamiento y su palabra, ya que se le agregan "ejercicio", "fatiga", "sustento" y otros entrelazamientos y mediaciones (que se basan principalmente en la operación específica conjunta de los órganos). Pero el hecho fundamental: que el miembro no termina en su actuación, no es anulado en ella, incluso aquí es cierto y obvio, porque sin este hecho originario no habría "vida"; por esta razón, que la anulación de los miembros en sus respectivas actuaciones (o dicho de otro modo: la interrupción con el resto de los miembros del entero) es considerado la interrupción de la vida que es lo que llamamos "muerte". Donde el entero se anula en las partes, entra la muerte- un interrumpirse del entero. (Incluso esta muerte no es absoluta, porque otra organicidad que precedentemente dormitaba viene a actuar, como, por ejemplo, con el fin de Austria[5] la vida de los habitantes de este estado en un tiempo cambió pero que de hecho no se interrumpió).
En cuanto al desarrollo de semillas orgánicas, no es cierto que la semilla "sea anulada" en el árbol, como solemos decir, al menos no en el sentido en que nos referimos. De hecho, la semilla se pierde en el árbol, pero no la entereza que estaba presente en la semilla; la misma entereza está ahora presente en el árbol desplegada en una nueva forma. La misma entereza presente en la semilla es la base del mismo árbol, la entereza no es anulada ni en la primera forma de manifestación del entero ni en la última, sino que permanece como fundamento de ambas.
¿Podría anularse la el Creador en lo creado? Podría ser respondida esta pregunta por lo que los mecanicistas llaman la "propagación del movimiento a través de la colisión", en la cual el movimiento de la primera esfera, es transmitido, cedido a la segunda que impacta. Para comprender el verdadero significado de este caso, es necesario considerar que todo el proceso de colisión ocurre en el sistema gravitatorio ("campo"). Sin este sistema, fuera de él, ¡las esferas ni siquiera podrían chocar entre sí! El sistema gravitacional no se anula en el impacto de sus esferas; ¡la gravitación no se crea en la colisión o en la trasmisión, ni en cualquier otro movimiento mecánico!
Podríamos volver a examinar de nuevo todos los ejemplos que anteriormente hemos mostrado para el principio # 1. Sin embargo, los siguientes son suficientes:
El estado Si el estado es considerado como la organización que abarca los contenidos espirituales y morales de la vida, en particular la moral, el Derecho y cualquier otro contenido incluido el de "nación", entonces estos contenidos organizados representan el prius lógico en los cuales se funda. Moral, Derecho, nación, no se anulan en el estado; por el contrario, deben permanecer siempre vivos y fundarlo en algo siempre nuevo (si de hecho se estableciera un concepto diferente de estado, la misma cosa se revelará de otra manera).
Esto es para toda la doctrina de la sociedad. Una tarea de la doctrina de la sociedad es atribuir los contenidos (inter-parciales) de la sociedad y su orden lógico, es decir, su jerarquía de articulación (Ausgliederungshierarchie). Aquí surgen principios como: "la religiosidad (el elemento metafísico del espíritu) precede a la nación"; "pero la religiosidad quiere transmutarse en nación", "la nación precede al estado"; pero: "la nación quiere transmutarse en estado", esto significa devenir esta unidad en un entero con los otros contenidos espirituales de la vida, vienen a estar articulados. Con esto se muestra como el prius fundador que no se anula en sus diferentes articulaciones.
Similar es el caso de la economía. La economía es un sistema de medios para alcanzar ciertos fines. Los prius fundante son los fines válidos, como se dan en la sensibilidad o la vitalidad, en las comunidades espirituales, en la moralidad o en las organizaciones (estado). Todos estos fines preceden a los medios, representan el prius fundador, que no se anula en el sistema de medios, en la economía. Los fines persisten y fundan siempre la economía en algo nuevo: permanecen dentro de sí mismos, no se vierten, no se petrifican en los medios, a pesar, o precisamente porque continúan permaneciendo al interior de los medios.
Los ejemplos de este tipo se pueden multiplicar como se desee, pero es suficiente agregarles solo una referencia en clave negativa. Si un comandante repentinamente se da cuenta en la batalla de que se han terminado sus tropas, entonces se detendría inmediatamente. Lo que había logrado era "insensato”", no era miembro de una entereza válida; el entero que se articula ha dejado de ser el fundamento de los miembros. Desde un punto de vista externo, todavía hay "batalla", esta continúa, pero ha perdido su entereza, no tiene nada que ver con su fundamento y por lo tanto se interrumpe, cae simultáneamente en la nada, en la insensatez. En el Bhagavadgita, el héroe que está a punto de entrar en batalla de repente deja caer sus brazos, porque le parece que iniciarla es insensato, el pensamiento que articula desaparece. Y así en todas partes: lo realizado pierde su propiedad orgánica (Gliedeigenshaft), si lo que articula (Ausgliedernda), lo que realiza no queda como fundamento. Otro ejemplo es representado de la premisa de confrontar los otros elementos del silogismo. Los miembros del silogismo entero son autónomos, pero descansan su fundamento en la premisa, sin la cual ellos devienen “insignificantes” o incorrectos, es decir, dejan de ser. La premisa está presente en todos los demás miembros del silogismo, forman un entero, y aunque esta premisa sigue siendo el fundamento de cada consecuencia. La premisa es la base creativa que continúa actuando.
En todas partes está presente el dato del hecho que la entereza no se anula en las partes
El principio: "El todo es el fundamento de los miembros" no es otra cosa que una extensión del principio precedente, según el cual el entero no se anula en las partes. En esto, de "no anularse", de "no agotarse" de la entereza en el miembro, solo se define con más precisión. En él debe quedar claro cómo la entereza mantiene el dominio sobre las partes. "Poder soberano", "poder creador de la entereza", "supremacía", "mandato", todas estas denominaciones expresan más o menos literalmente tal relación. El "no agotarse", el "no cancelarse" debe entenderse en el sentido de la persistencia de lo que es capaz de ubicarse, pero esto significa al mismo tiempo la persistencia de la fuerza que los miembros ponen. Si, por ejemplo, desapareciera el pensamiento que la palabra se expresa a voces o por escrito ¿qué sería entonces de la palabra dicha o escrita? ¡Nada más que una pila de sonidos incomprensibles! Ella no sería entonces más un "miembro" (de una oración, de una comunicación, de una nota), sino más bien estaría aniquilada en su capacidad de ser miembro (Gliedhaftigkeit). La palabra, por lo tanto, permanece como miembro mientras dure la fuerza creativa de la entereza Esto significa: el entero permanece en el fundamento de los miembros.
6.- Explicación del principio 6. "El entero está en todo en cada cosa. Cada cosa es en sí y en sí está en cada cosa”.
Si los miembros son la autorrepresentaciónes (Selbstdarstellung) del entero, entonces surge la pregunta sobre el sentido en cual el entero está presente en los miembros y los miembros en el entero.
La respuesta a esta pregunta es dada de manera univoca por los principios 4 y 5: “El entero no se anula en los miembros" y "el entero es el fundamento de los miembros ".
La pregunta que aquí emerge se asemeja a las que en la metafísica y la teología de todos los tiempos constituyen el llamado deísmo (el mundo en el cual la creación, es dejada a sí misma como un reloj cargado), la doctrina por la cual todo es Dios o panteísmo, (Dios está presente en la creación, no para estar fuera de la creación) y la doctrina según la cual todo está en Dios (panenteísmo[6], Dios no ha derramado, pero todo está contenido en él). Con los medios de la doctrina de la entereza, este problema se puede resolver de una manera unívoca.
De acuerdo con el principio #4, la manifestación (In-Erscheinung-Treten) de la entereza en los miembros no tiene que ser considerada como un flujo (emanación), porque entonces nada permanecería en el entero, los miembros como petrificados se anularían en una operación y en una palabra se privarían del centro y la articulación se interrumpería, como una operación que ha perdido su significado. Por el contrario, el miembro que ha surgido no es un entero que se ha petrificado, no es algo que haya sido absorbido en la entereza que se articula (o su fuerza creadora).
Con estas dos consideraciones, viene en primer lugar excluida la explicación de la relación entre los miembros y el entero que en la metafísica y en la teología se define como "panteísmo" (el panteísmo también puede ser excluido desde otro punto de vista, el de la propia vida (Eigenleben) y de la autosuficiencia (Selbststandigkeit) del miembro, pero que en este luagr no puede ser analizado más de cerca). Paramétricamente, está cerrada la concepción de la creación que comprende como verdadera y propia la "emanación", como un flujo, ya sea que se le imagine como sustancial que de otro modo.
¿Qué debe decirse entonces del principio tan frecuentemente escuchado, de que el entero está todo contenido en sus partes? El entero no sería entonces de nuevo "derramado" y también por esta razón, por lo tanto, el concepto de panteísmo no sería válido desde un punto de vista metodológico para cada totalidad. ¡No! El principio es correcto, pero ¡no puede ser comprendido en el sentido del flujo ni del agotamiento de la totalidad en la parte! Es cierto el hecho que el organismo viviente está vivo en todas partes, y que por esta razón no solo late el corazón y respira el pulmón, sino que cada órgano, cada célula y cada parte de la célula está igualmente vivo. Y, por lo tanto, la vida en su totalidad está en todas partes
La idea de que el todo está completamente contenido en sus miembros, sin embargo, oculta el peligro de considerarlo como algo propio, una parte en sí misma. Pero ya lo hemos negado en nuestro primer principio: "El entero en cuanto tal no está allí, en un lugar específico". El entero viene a ser en los miembros, se genera en los miembros –esto no es más que un dato puro de hechos-. Por otro lado, sin embargo, ni siquiera significa que el miembro individual puede existir por sí mismo, ¡el entero, repito no se anula en los miembros! Si no es ni un entero en sí, ni un miembro petrificado, sino algo que surge en el miembro, sin anularse en él (como en la relación: palabra-pensamiento, premisa-conclusión), entonces, a pesar de su autorrepresentación en el miembro, permanece dentro de sí mismo ¡“como fundamento” del miembro! Con lo anterior se explica el contenerse de manera recíproca el entero y el miembro. Cada miembro está completamente enraizado en la entereza y en este sentido, el entero está contenido ahí mismo; pero ni el entero es trasmutado ni los miembros (panteísmo), por lo que, en consecuencia, los miembros podían subsistir autónomamente, por sí mismos (deísmo, eventualmente individualismo y atomismo); ni los miembros han ingresado a hacer parte del entero (en un sentido espacial o figurado) disolviéndose en él (lo que eventualmente daría vida a una entereza homogénea, inarticulada, en algo contradictorio), sino mas bien el entero sigue siendo el fundamento, permanece en el centro, dando significado, vida, apoyo a su ser.
Y en este sentido, el entero es todo en cada cosa, cada cosa está en él, como él está en cada cosa, por eso, esto constituye el fundamento y en cuanto tal persiste
7. Cuestiones controvertidas sobre el concepto de totalidad
Los principios del #1 al #5, ilustrados en las páginas anteriores, ofrecen una explicación capaz de fundar la esencia de la entereza, en la práctica su "estatuto" o constitución y especialmente el principio 2: "El entero viene a ser en los miembros"- siempre debe considerarse como el corazón del concepto de entereza, como el corazón de toda la doctrina que ha sido expuesta, y dado que el primer principio contiene solo una negación, todos los otros principios (del 3 al 6) no están al final de las consecuencias derivadas de ello.
A las definiciones conceptuales positivas que han sido dadas, en las que por razones obvias, no se incluyen una definición puramente formal de entereza, es necesario agregar más definiciones capaces de refutar los errores que subyacen al pensamiento actual que es totalmente no interrelacionado o sea individualista y atomista.
El entero o la totalidad no es la completitud numérica (Vollzahligkeit) de las partes, sino el principio de articulación de las partes. Si la entereza no está completa desde el punto de vista numérico, se dañará y destruirá, pero siempre y en cualquier caso será una entereza y no una suma, un cumulo, como una mano de cuatro dedos, un regimiento sin el trompeta o un fábrica cuyo contador está enfermo.
Lo opuesto a la totalidad no es la divisibilidad (Geteiltheit) como: ser una mitad, una cuarta parte o una milésima, etc., ya que la mitad o un milésimo todavía pueden contener algo que tenga la capacidad de ser miembro, algo orgánico, puede ser un entero incompleto desde el punto de vista numérico, un entero dañado, fraccionario o débil. Por ejemplo, un árbol partido a la mitad todavía puede florecer, la milésima parte de un árbol, si es una rama y es enterrada, quizás puede echar raíces y vivir, pero también solamente como una rama, todavía pertenece a la especie, es una parte auténtica del entero sea que luego reprenda en la floración o que se seque. El opuesto, a la entereza es: la mera yuxtaposición (Nebeneinander), lo que está desligado (Unverbundene), todo lo que es un mero cumulo, una suma, un agregado en una palabra, lo inarticulado (Ungegliederte). La entereza es lo articulado (Gegliederte), la no entereza (Unganzheit) es lo inarticulado, la entereza es el ser el uno con el otro y en el otro (Mit-und Ineinander), la no entereza es el mero estar al lado o la sucesión mecánica, el boceto de una obra. El ser una mitad o estar dañado no representa lo contrario a la entereza y, paramétricamente, la integridad numérica no es una característica distintiva de la entereza (por el contrario, es la integridad el rasgo distintivo de la entereza perfecta). Recapitulando todo lo que viene: el todo, la entereza, no es la suma de las partes, sino más que esta suma, que es de mucho más que es capaz de hacer de ellas un todo en contra de una mera cantidad, de un cumulo, de un mero receptáculo lleno de las cosas más dispares. Por eso el organismo es más que la suma de sus células, la familia, el ejército o la economía doméstica es más que una suma de hombres, la fábrica es más que una suma de hombres y maquinaria, la casa más que una suma de ladrillos. La entereza de "estado", "familia", "economía doméstica", "ejército", "fábrica", "casa" son precisamente lo que es la suma de los elementos constitutivos no es ningún caso. Las "recámaras" son algo completamente diferente de los ladrillos, el hormigón armado o la madera; y el "hombre", como "ciudadano", "miembro de la familia", "miembro de la economía doméstica", "soldado", "parte contratante", "gerente de fábrica", es de vez en cuando algo totalmente diferente del hombre individual en sí, considerado como un cuerpo físico simple.
Se necesita una última observación sobre el concepto de "vínculo" (Banda) y sobre el de "cópula".
A menudo hablamos de un vínculo, un "vínculo unificador", que involucra a los diferentes miembros y los "liga" para hacerlos un entero, "los mantiene unidos", los lleva a la "unidad del entero". Y de manera análoga si hablamos de la cópula, que por ejemplo en el juicio S es P une las diferentes partes "S" y "P" como en un punto común o en una "unidad superior".
El concepto de liga es, sin embargo, un concepto equivocado. En él vive nuevamente la errónea convicción según la cual las partes ya existen prima de convertirse en miembros de un entero, y como si pudieran, mediante esto, atreves de una unificación o una reunión ser anudadas sucesivamente juntas en un entero por medio del vínculo. Tal unificación, sin embargo, da vida solo a un montón, a una cantidad de porciones, solo a un agregado, pero nunca a un entero, ¡porque las partes no existen justo fuera del entero!. Aún menos antes de que exista el entero (primero es ese entero que los miembros). Lo verdadero es solo esto: esa entereza se articula en sus propias particularizaciones (Besonderungen) o miembros. Por esta razón, los miembros no existen ni antes ni sucesivamente a la entereza, ni la entereza necesita de un "enlace", para unificar sus partes; porque las partes son solo lo que la entereza las ha particularizado. Por esto, por ejemplo, los hombres no pueden "reunirse", escapando de una condición original de aislamiento absoluto, para constituir un estado, para actuar como un arnés por medio del "vínculo" del estado. Solo pueden ser modificados, trans-articulados (umgegliedert) en su entereza y organicidad (Gliedlichkeit) de la estatalidad A (por ejemplo, la antigua Austria) en la estatalidad A’ (por ejemplo, la nueva Italia, el SudTirol). Si una vez se utilizó el concepto de liga, ahora esto es un estado superado de la entereza. En lugar de "ligamen", uno debería hablar de "estar encerrado" (Befasstsein) en el entero o "ser-articulado" (Ausgegliedertsein) en el entero.
Incluso la cópula expresa bien esta totalidad en el ejemplo anterior (S es P), entonces esta ya no es una cópula (que tiene una naturaleza liga), sino un signo evidente de unidad, solo una expresión de la unidad del entero en el cual los miembros se manifestaron en forma particular (sujeto y predicado). Si se consideraba que los miembros ya eran subsistentes y se compartían juntos solo en un momento posterior (y no como parcializaciones y representaciones parciales del entero), entonces la cópula no sería más que un "enlace" en el sentido anterior, y no estaría en posibilidad de fundar ninguna entereza o unidad.
En conceptos tales como los de "liga" o "copula", la "unidad" de las partes siempre coincide con su totalidad, consiste en el hecho de que las partes no son más que las particularizaciones y las articulaciones de la misma cosa, del único entero.
Con la explicación de estos principios, la entereza es definida en sus características esenciales. El concepto de entereza es el instrumento para superar en las ciencias del espíritu el método naturalista. Pero quién fura capaz de revelar la profundidad de este concepto en su totalidad, tendría la clave para todo el reino del espíritu.
[1] O. SPANN, secbs Sätzer über das Wesen der Ganzbeit, <Zeitschrift für Volkswirt-schaft und Sozialpolitik> 1923, pp 611ss.
[2] La publicación original es alemán (Othmar Spann era austriaco) y la traducción la realizado el Dr. Giovanni Franchi al italiano y la publicó en el libro: “Othmar Spann. La scienza dell’intero”, que el propio Dr. Franchi escribió con otros investigadores. Fue publicado por la Editorial Nuova Cultura. Roma 2012.
[3] La traducción del italiano al español la realizo el Dr. Ricardo Castañón Ruiz. Investigador de la Universidad Mundial. Se ha respetado el criterio seguido por el Dr. Giovanni Franchi de “dejar” las palabras clave del texto original en alemán, dado que en muchos casos son neologismo que propone el autor original a su lengua madre y en italiano no hay –por consiguiente- traducción adecuada y sugería y aporta por consiguiente un neologismo e igualmente en español.
[4] Tote und lebendige Wissenschaft, Jena 1921, pp 11 ss. (“Ciencia muerta y viviente”. –Nota del traductor en español).
[5] El caso a que se refiere el autor, es cuando Austria fue absorbida por la Alemania nazi en 1938. Nota del traductor en español.
[6] El panenteísmo (del griego: πᾶν (pân). 'todo'; ἐν (en), 'en'; y θεός (theós), 'dios') es un concepto filosófico y teológico que indica que Dios es a la vez inmanente y trascendente al universo o, en otras palabras, que Dios engloba el universo pero no se limita a él. Nota del traductor en español.