SER CONSCIENTE DE SÍ MISMO
Tener conciencia o ser consciente, está relacionado con la facultad de darse cuenta de uno mismo y el momento que vivimos, de lo que está sucediendo a nuestro alrededor, de la forma en la que interactuamos con nuestro entorno, lo que pensamos, sentimos, la manera de impactarnos y como desenlaza respuestas en los demás. Estar consciente podría considerarse como estar ALERTA.
Para hacerlo, es necesario tomarnos un poco de tiempo, para quitar la atención del mundo externo y concentrarnos en nuestro mundo interno.
Podemos estar conscientes de varias cosas al mismo tiempo pero sólo es posible enfocarnos en una sola.
Cuando pensamos en lo que hicimos ayer o queremos hacer mañana, conducta constante y generalizada, nos desconectamos del momento presente y del alcance que esto tiene perdiendo la información completa de lo que está sucediendo.
En estos tiempos de tanto distractores, hemos adquirido el hábito de no estar presente perdiendo total atención a ese momento intentando hacer muchas cosas a la vez, corriendo el riego de que algo no salga como esperamos por desconcentrarnos.
Con la falta de consciencia de sí mismo, muy pocas personas saben quiénes son (literalmente), que quieren y hacia dónde van, ocasionando afectaciones emocionales y psicológicas que pueden desencadenar una crisis existencial. Es increíble como nuestra atención está puesta mucho más en aspectos ajenos a nosotros que en nada alimenta nuestro bienestar.
Normalmente nos encontramos fluctuando en un estado emocional durante todo el día, pasamos de la alegría, al enojo, al aburrimiento, a la preocupación, etc., sin notarlo. Estar conscientes nos permite ver el mundo de manera positiva permanenciendo alegres la mayor parte del tiempo con deseos de hacer cosas nuevas y no permitiendo que el entorno negativo nos domine. Esto no significa que nos mantendremos indiferentes, sino que viviremos sin alterar nuestro verdadero ser. Quienes han desarrollado dependencia perdiendo identidad, están dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de ser reconocidos, aceptados o amados. Esta falsa identidad la han ido fabricando con las opiniones e influencias externas que muchas veces son tan falsas como quién lo cree por no ser consciente de sí mismo.
“La felicidades no tiene nada que ver con lo que tienes o no. La felicidad solo puede relacionarse con la consciencia que tengas de ti mismo”. Osho