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SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL Y LOS ECOSISTEMAS ACUÁTICOS: RETO DEL SIGLO XXI

Escrito por Rafael Riosmena Rodríguez (q.p.d.) en Domingo, 11 Agosto 2013. Publicado en Cambio Climatico, Medio Ambiente

Agradezco la atenta invitación para participar en Sudcalifornios y espero que sea de interés las participaciones que estaremos enviando de manera regular. En particular pienso seguir la línea editorial en la que he participado en otros esfuerzos y que tiene que ver con la sustentabilidad ambiental y los ecosistemas acuáticos (tema de la contribución de hoy) pero también se presentarán ensayos con respecto de la educación superior en México. Estos dos tópicos me parecen de gran relevancia para el desarrollo del México y de Sudcalifornia que queremos en el siglo XXI.

                        El ser humano como especie biológica tiene una estrecha relación con el agua y por ende con los ecosistemas acuáticos. Desde la concepción los seres humanos estamos inmersos en un medio acuoso que nos da origen y referencia. Los ecosistemas acuáticos son origen de recursos cruciales para el desarrollo de las personas pero también de las civilizaciones. No se puede concebir el desarrollo de cualquier civilización sin considerar a los recursos acuáticos, ya sean salinos o dulceacuícolas. Es por esto que representan un bien común y que para poder hablar de una sustentabilidad ambiental real tenemos que pugnar por que la toma de decisión sobre estos recursos sea bien fundamentada. Se requiere de instrumentos legales que nos apoyen para la conservación y restauración de estos sistemas. Además es necesario que la gente se informe para que pueda expresarse  cuando surgen los debates respecto del futuro de la región. En este sentido es necesario comprender que la base de la preocupación de la gente son aspectos delicados para el desarrollo de Baja California Sur: agua, alimento y salud. Esto va de la mano sobre la necesidad de comprender más sobre que ecosistemas son relevantes para el desarrollo de nuestra región y de nuestro país.

            Esto lo comento por que se tiene una estrecha relación entre salud de los ecosistemas vegetales a lo largo de la cuenca hidrográfica, como lo serían el bosque, la selva, el matorral xerófito, bosque de manglar, pradera de pastos marinos y los bosques de macroalgas, en relación con la salud humana. Estos ecosistemas son fuente de muchos servicios ecosistémicos que brindan a la población, entre ellos la protección contra la erosión de la tierra, el agua que retienen en la raíces las plantas, bióxido de carbono atrapado en sus tejidos, reciclamiento de nutrientes, ser el hábitat alimenticio o reproductivo de especies tanto de interés comercial como de interés para la conservación, por tener alguna categoría dentro de la lista de especies protegidas de México y por producir frutos con alto valor alimenticio. Es por lo tanto fundamental conocer cuál es la extensión (en hectáreas) en la que se distribuyen estos ecosistemas ya que está relacionado con la forma en que se planea el uso del suelo. Dentro de proyectos de desarrollo se dice que es amigable con el entorno pero vemos como al comenzar a desenvolverse algunos de estos proyectos, no se respeta la forma del entorno y se comienza el deterioro.

Ante este escenario, es necesario conocer tanto la forma de crecimiento, reproducción, como la tasa de sobrevivencia y mortalidad de las especies que forman estos ecosistemas para poder establecer estrategias de mitigación por medio de la restauración de especies para llegar a ecosistemas. Sin embargo, al analizar los ordenamientos legales en el tema, encontramos lagunas (yo diría océanos) en cuanto al procedimiento de restauración de especies y sobre todo al monitoreo indicando exactamente cuándo la condición se ha restaurado. Al ser esta estrategia una forma aceptada legalmente, yo esperaría encontrar, que se estimule el desarrollo de viveros para tener disponibilidad de plantas para el desarrollo del trasplante de manera continua o el concentrar en algún cepario a las variedades de las plantas que ocurren en la región.

            Muchos lectores me podrán decir que escuchan de manera regular hablar de campañas de reforestación y que no las desacredite. No es mi intensión ni lejanamente, menos tirar la piedra y esconder la mano. Sin embargo, vemos que año con año los gobiernos del color que usted me diga, lanzan grandes sumas de dinero para "plantar árboles" ya no hacer un ejercicio de verdadera restauración (no dudo que existan honrosas excepciones) pero que no vemos un programa de seguimiento de las plantas y mucho menos estadísticas de cuántas plantas sobrevivieron para llegar a incorporarse a las poblaciones naturales cerrando el ciclo. Esto podría generar bancos de semilla de plantas exitosas para el trasplante que se caracterizará genéticamente para conocer mejor los elementos que, tal vez, las hagan de mayor éxito que sus parientes para la restauración. En el ambiente marino esto es urgentemente necesario ya que se pierden cientos (tal vez miles) de hectáreas al año de fondos que en algún momento tuvieron grandes extensiones, de alguno de los hábitats relevantes (bosques de manglar, praderas de pastos marinos, bosques de macroalgas o mantos de rodolitos) que no son considerados de manera integral como parte del humedal, cuenca o la denominación que ustedes gusten y manden. Simplemente, solo se considera al bosque del manglar en los esquemas actuales y se menciona brevemente otros ecosistemas marinos en los diferentes instrumentos legales.

Si analizamos la forma de protección legal que tienen, al menos, los ecosistemas marinos podemos encontrar que en  la NOM-059-SEMARNAT-2001 se enlistan especies de flora y fauna en alguna condición de riesgo, la NOM-022-SEMARNAT-2003 que establece las especificaciones para la preservación, conservación y restauración de los humedales costeros, la NOM-006-PESC-1993 que establece la regulación para el aprovechamiento de todas las especies de langosta, la NOM-008-PESC-1993 que ordena el aprovechamiento de las especies de pulpo, la NOM-013-PESC-1994 que establece la regulación para el aprovechamiento de las especies de caracol) y la NOM-029-PESC-2000 que regula la pesca responsable del tiburón y especies afines). En materia de ecoturismo, existe la NOM-05-TUR-1998, que establece los requisitos mínimos de seguridad a que deben sujetarse las operadoras de buceo, para garantizar la prestación del servicio y vigilar que las actividades se lleven a cabo sin dañar la flora y fauna silvestre acuática. Dentro de las Manifestaciones de Impacto Ambiental se usan estos documentos para decir si existen o no elementos por lo que se deba prestar particular atención en algún proyecto de desarrollo. Sin embargo, a la hora de hablar de ecosistemas solo se hacen claras implicaciones para dos ecosistemas: arrecifes de coral y bosques de mangle. Sin duda dos ecosistemas ampliamente distribuidos en México que son de gran relevancia ecosistémica.

            Sin embargo, si queremos cumplir al menos estas normas deberíamos hacer un ejercicio no solo académic,o sino social del papel que pueden tener otros ecosistemas marinos ya que es la fundamentación de una protección más integral. Entre los ecosistemas olvidados tenemos que mencionar que los bosques de macroalgas/pastos marinos son comunes en la zona costera rocosa/arenosa y abarcan desde la zona entre mareas hasta profundidades de 250 metros produciendo un hábitat particular para miles de especies que viven asociados a su presencia y en muchos casos a su densidad. Este ecosistema es diferente a los arrecifales o manglares porque la especie principal que lo compone son algas rojas o pardas y/o especies de pastos marinos o una combinación de ellas. Estos ecosistemas son muy productivos por su aportación de biomasa al medio (entre otras) al ser  una zona donde se reproduce y/o desarrollan especies pesqueras (como pulpo, langosta, abulón, escama, etc.…). Otro aspectos relevantes de estos ecosistemas, es la producción de oxigeno, fijación de CO2 y la remineralización de elementos fundamentales en los ecosistemas, como son las substancias nutricionales, como nitritos, nitratos y ortofostatos. Además, juegan un papel fundamental ya sea en la producción de sedimentos (algas calcáreas) como en la estabilización de playas y dunas.

Entre las principales amenazas contra estos ecosistemas está el Cambio Climático Global, la acidificación de los océanos y el más perjudicial que es el impacto directo por las actividades humanas. Su vulnerabilidad es muy alta por que están en zonas muy cercanas a  la costa y están sujetas a un continuo deterioro por la falta de consideración.  Es por ello urgente que se reconozcan en estos ordenamientos específicamente, se desarrollen instrumentos propios para su protección y se deje de ignorar su papel en nuestro entorno ya que las consecuencias de seguir con este diálogo de sordos nos pueden llevar a que se pierdan los servicios que prestan estos ecosistemas. De acuerdo al Banco Mundia, el futuro de la humanidad dependerá de su capacidad de desarrollar el océano y explotar sus recursos de manera sostenible, pero esto no podrá ser sin un ecosistema saludable con todas sus especies presentes. Llevamos bregando más de 20 años para que se tomen en cuenta a ecosistemas frágiles que viven en el mar, pero que son hábitat de muchas especies pesqueras y ahora el “desarrollo sustentable” no tiene nada que ver con el ambiente.  Otro asunto que vemos en la prensa todos los días es la famosa vocación turística del estado, como eje de su desarrollo. Estas dos tendencias en sí, son de gran preocupación para el sector ambiental consciente de que la sustentabilidad pasa por ecosistemas sanos y bien preservados. Le pregunto lector si Ud. sabe ¿cuántas toneladas de pescado se capturan en Baja California Sur? O de otros productos marinos como langosta, almejas, callos, etc.  Adicionalmente a mi preocupación de la forma de percibir al ambiente y cómo ubicarlo en los temas de la agenda nacional debido a su falta de consideración para su preservación a largo plazo, está el aspecto productivo. Muchos de los ecosistemas marinos no solo funcionan como el hábitat para las actividades biológicas de las especies (reproducción, crianza, alimentación, entre otras) sino son en sí mismo productos que se pueden utilizar comercialmente. El hecho de esta oportunidad de incluir algunos de estos ecosistemas como productores de energéticos, es algo que tampoco encuentro que se haya tomado en cuenta pero tal vez se podría considerar en el tema de los “energía” ya que el biodiesel es un tema de gran relevancia en tiempos donde los hidrocarburos se agotan a pasos agigantados. Es necesario abrir las puertas a ideas creativas que cumplan con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo recientemente propuesto.

           

Comentarios (5)

  • sergio urcadiz dominguez

    sergio urcadiz dominguez

    21 Agosto 2013 a las 16:34 |
    Esto es lo que los habitantes necesitamos, alguien que nos comparta la realidad de las cosas.... Lo cual yo personalmente le agradezco a nombre de todos los que nos interesa este tipo de temas. Una felicitación Rafael Riosmena y un fuerte abrazo desde Baja California Sur..
  • Rafael Riosmena Rodriguez

    Rafael Riosmena Rodriguez

    23 Agosto 2013 a las 20:43 |
    Agradezco el comentario y espero que las próximas columnas gusten también. Saludos!
  • Reymundo Dominguez C.

    Reymundo Dominguez C.

    24 Agosto 2013 a las 10:51 |
    Mi sincera felicitacion Dr., por su incansable labor por dar a conocer a la cuidadania temas tan interesentes como es el medio ambiente, espero verlo por mucho tiempo motivando y forjando nuevas generaciones de jovenes concientes y repetuosos de la naturaleza.
  • Francisco Pérez Villafuerte.

    Francisco Pérez Villafuerte.

    24 Agosto 2013 a las 18:30 |
    Mis mas sinceras felicitaciones por el articulo, seguiré al pendiente de nuevas publicaciones, ojala en México tuviéramos mas profesionales como tu, nuevamente felicidades.
  • Rafael Riosmena

    Rafael Riosmena

    24 Agosto 2013 a las 23:06 |
    Muchas gracias por sus comentarios, los aprecio mucho. Rafael.

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