Taller de la serpiente: EL VIEJO
El viejo
El reloj gotea minutos de lágrimas; entumece el tiempo, no el calvario.
Gólgota a las tres de la mañana, Dios no hace milagros, los subasta.
Mueve sus dedos más hueso que carne para quemarse vivo.
Curte su noche; sangra el recuerdo que la morfina no borra ni absuelve.
Respira y se hiela; su alma le va ahuecando el pecho en cada espiro.
Aguarda el infinito; fatigosa empresa de insoportables meses,
tiempo siempre noche que jamás oscurece. Muere con luces encendidas.
Teme cerrar los ojos, enmudecer la boca que le resta: Hacerse noche.
Cierra los ojos –no duerme–, sueña y ahí en sus sueños no vive, muere.
Autora: Yunuén López Torres