Taller de la serpiente: EL ROMPEOLAS
Sentado sobre el muelle permanecía las horas tratando de adentrarse a un mundo mágico dispuesto en un solo punto a la distancia. La tarde de los espejos quietos sobre el rompeolas un delfín de viento le atinó tremenda punzada en los ojos. Instantáneamente pudo ser un corro de risas que se posaron en los botes de la bahía, una discreta pisada de estrellas inmortalizada por sus pensamientos, y una serie infinita de ecos y adivinanzas fuera del tiempo.