Taller de la serpiente: EL ENEMIGO
Soplar el vaho del espejo
y encontrar a Némesis
a veces sonriendo
a veces llorando
simple, cualquiera, todas, yo.
Lámpara y mecha
y la oscuridad que horada
y la oscuridad que queda
y el veneno
y la lengua.
A qué buscar al responsable
de las mullidas ganas de morirme o de vivir
si el enemigo está encerrado allá afuera
y aquí encima
sobre mi cabeza.