¿Te gusta el látex, cielo? de Nadia Villafuerte
Nadia Villafuerte nos ha traído un libro. Cruzó el mar para presentarse ante nosotros con unos cuentos que nos hablan del mundo, de las posibilidades del lenguaje y de las relaciones humanas. Y justamente nada más humano que este libro cuya sustancia rebasa en mucho el gusto personal por la lectura de historias apasionantes. Es grato saber que el Fondo Editorial sigue promoviendo a jóvenes autores y que sobre todo no ha perdido su calidad con el paso del tiempo.
¿Te gusta el látex, cielo? es un conjunto de cuentos narrado desde todas las voces, principalmente desde la interior, un elemento común que destaca por su ferocidad en el uso de la sintaxis, donde las palabras cabalgan para perturbarnos, incomodarnos y hacernos ver el sistema de cosas en el que estamos sumidos como ciudadanos y como país. Diría que Nadia Villafuerte tiene la habilidad para desentrañar los mecanismos interiores de los desadaptados, cuya marginación es fuente de inagotables recursos literarios.
Los personajes de Villafuerte actúan para nosotros desde su desnudez, desde su descreimiento por todo lo que huela a establecido, particularmente la religión y la política. Hombres y mujeres que se muestran tal cual son, con sus miserias y sus habilidades para evadir la realidad y conseguir sus objetivos a costa de lo que sea. La desilusión y el hartazgo con que se relacionan, nos provoca a echar una mirada de compasión por seres que deambulan sin saber por dónde van, sobreviviendo a pesar de sus penurias, exacerbando las difíciles vinculaciones que se arman al ir viviendo, porque nada hay que no esté tocado por las obsesiones y por la interminable corrupción e impunidad de la política mexicana. ¿Te gusta el látex, cielo? nos relata con crudeza crítica una visión de nuestro tiempo, donde pareciera que no hay solución ni esperanza de que las cosas puedan cambiar: “si estoy jodida yo, está jodido el mundo”, nos dice Nadia en su cuento que da título a la obra.
Hoteles-reservaciones, aeropuertos-aviones, cámaras-fotografías, divas-mujeres y divas-gay, sexo-arte, drogas, televisión y mentira, son apenas los temas recurrentes que Villafuerte aborda desde la perspectiva emocional, donde el discurso transforma a la autora en personaje, pues la escuchamos desde la rebeldía, desde la inconformidad, donde nada debiera ser, pero lo es. Hay una escritora que nos cuenta sobre la vida de unas personas que acaso no existen, pero que muy bien sus vidas pudieron haber sucedido o estén a punto de suceder. Los personajes por sí mismos han ganado su autonomía y son capaces de decirnos su propia historia, con un manejo narrativo solvente y brillantes atisbos de poesía.
Nadia Villafuerte nos ha traído un libro estupendo, que puede despertar nuestro enojo y nuestra visión de la realidad, pero en especial nos permitirá disfrutar de diez extraordinarios relatos escritos con los sentidos, con las entrañas, con la certeza de habernos mostrado pedazos de la vida cotidiana.