Temas femeninos: INFIDELIDAD ¿SEXUAL O EMOCIONAL?
Podríamos decir que, popularmente, la infidelidad se refiere a todas aquellas relaciones del tipo sexual o romántico, de corto o largo plazo, que se establecen con personas fuera de la relación o vínculo formal.
Fíjense que de acuerdo con la Real Academia Española la infidelidad se define como: (proveniente del latín infidelĭtas, -ātis) denota el incumplimiento del compromiso de fidelidad o la falta de ésta. Por consiguiente, puede significar la carencia de lealtad o quebrantamiento de la misma hacia cualquier compromiso moral como la religión, la amistad, el matrimonio (situación que se conoce como adulterio) o cualquier otra relación amorosa o erótica.
Pero, ¿qué significa para nosotras la infidelidad?, ¿dependerá específicamente de los acuerdos que cada una de nosotras haya establecido con su pareja? ¿Nos molesta igual la infidelidad emocional que la sexual?
Pues ésta última pregunta fue el punto de partida del estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Chapman en California (EEUU), sobre la infidelidad entre hombres y mujeres, el cual ha sido publicado en la revista Archives of Sexual Behavior.
En esta investigación participaron 63.894 voluntarios de entre 18 y 65 años y con una media de edad de 30 años. Todos ellos cumplimentaron una encuesta relativa a las diferencias de respuesta entre género y orientación sexual frente a la infidelidad manifiesta, la sexual y la infidelidad emocional. Las personas voluntarias tuvieron que responder qué les molestaba más: el hecho de que su pareja tuviera relaciones sexuales con otra persona sin que hubiera sentimientos de por medio (solo sexo) o que sus parejas se enamoraran de otra persona pero no mantuvieran relaciones sexuales.
Los resultados mostraron que a los hombres heterosexuales les molesta mucho más la infidelidad sexual (un 54% en los hombres y un 35% en las mujeres) y las mujeres heterosexuales se molestaron más por la infidelidad emocional (46% en los hombres y un 65% en las mujeres). Respecto a los hombres y mujeres bisexuales, no hubo grandes diferencias en sus resultados, al igual que ocurrió con los gays y las lesbianas.
“Los hombres heterosexuales realmente se destacan de todos los demás grupos: eran los únicos que eran mucho más propensos a estar más molestos por la infidelidad sexual más que por la infidelidad emocional. Los celos también puede desencadenar un comportamiento dañino y violento, por lo que es importante entender cuáles son los desencadenantes más potentes de los celos”, afirma David Frederick, líder del estudio.
Fuente: http://www.muyinteresante.es