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Temas femeninos: ¿CÓMO INFLUYE EN NOSOTRAS EL CICLO HORMONAL?

Escrito por Nínfulas en Martes, 28 Mayo 2024. Publicado en Cultura, Salud, Sexualidad, Sexualidad Femenina., Sociedad, Temas Femeninos

Desde que existen roles de género, hemos escuchado a los hombres burlarse de las mujeres y menospreciar sus logros a través de adjetivos como “inestables”, “locas” o “mutables”. Es muy común escuchar casos de personas negando puestos de poder o posiciones de autoridad a mujeres por el estereotipo barato de que “ellos piensan, y ellas sienten” o que “nos dejamos llevar por nuestras emociones”. No hay nada más alejado de la verdad, y además, algunos hombres incluso utilizan la testosterona como pretexto para justificar acciones violentas, irracionales o impulsivas, sobre todo si se tratan de un error, así que ambos sexos caminamos en un terreno similar, pero, ¿qué tanto conocemos los procesos que ocurren en nuestro cuerpo? 

            El ciclo menstrual de las mujeres en edad reproductiva se divide en cuatro, es decir, que podemos decir que somos cuatro veces nosotras, cada vez de forma distinta. El recorrido que hacen nuestros óvulos antes de, o ser fecundados, o ser expulsados por la vagina, es lo que define cada una de las etapas del ciclo hormonal. Conocimiento es poder, y la mejor forma de hacerle frente a las encrucijadas que nuestro mismo cuerpo dispone para nosotras, es sabiendo de qué se trata cada una. A continuación te explicaremos en qué consisten esas fases y cómo se ven reflejadas tanto en nuestra apariencia como en nuestra forma de percibirnos a nosotras mismas (que ojo, eso no tiene que ver con la forma en que pensamos o tomamos decisiones). Te darás cuenta de lo mágico que es estar sincronizadas con la naturaleza, y cómo los cambios que percibimos en los ecosistemas del mundo exterior, también ocurren en nuestro mundo interior.

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Menstruación / Invierno / Luna nueva 

Comencemos la cuenta en el llamado “día 0”, pues a partir del primer sangrado es cuando se empiezan a contar los días para cualquier control ginecológico. El tiempo de menstruación puede variar entre los 2 y los 8 días, y regularmente ocurre cada 27-35 días. El sangrado ocurre porque nuestro cuerpo se desprende de un óvulo que no fue fecundado, por lo que esta fase puede ser equiparada con el invierno o la luna nueva.

            Cada mujer vive de forma diferente su sangrado. Para algunas, supone un enorme alivio, porque termina el llamado síndrome premenstrual, que es una verdadera pesadilla. Así que, si es tu caso, es algo positivo, porque nos sentimos más centradas y con menos malestar físico. Si eres de las mujeres que padecen muchos cólicos, migrañas y fatiga mientras menstruas, entonces debes odiar iniciar con esta fase.

            Lo que sí tienen en común ambas situaciones, es que es un periodo con una baja de progesterona y una alta de estrógeno. Nuestro cerebro, como una especie de premio de incentivo para seguir tratando de fecundar el siguiente óvulo, produce serotonina, que puede ayudar a disminuir los dolores por cólicos, y que nos ayudan a sentir deseo sexual. ¡Sí!, con todo y regla. La sangre, sobre todo por cuestiones religiosas y tabúes misóginos, puede ser un impedimento para que muchas parejas mantengan intimidad esta semana, sin embargo, el cuerpo femenino lo desea, y la sangre ayuda a la lubricación, por lo que las relaciones son mucho más placenteras, y además, ayudan mucho a disminuir los dolores por cólicos y demás molestias, así que fuera los prejuicios y a experimentar, que la sangre menstrual no es ni sucia, ni peligrosa, ni huele mal (el olor a menstruación se da por la oxidación que sufre el fluido al entrar en contacto con algodón).

 

Pre ovulación / Fase folicular / Primavera / Luna creciente 

Es una etapa “esteril”, porque el siguiente óvulo aún no se libera, por lo que puede ocurrir que nos sintamos algo infantiles, con ganas de diversión sencilla y buen humor, o bien, que nos volvamos frías, racionales, y centradas, sin buscar emociones bruscas o grandes cambios.  Al mismo tiempo que es estéril en el ámbito sexual, implica un despertar o renacer, en el ámbito personal.

            Empieza un aumento de estrógeno y podemos subir de peso por la retención de líquidos, hasta uno o dos kilos. La libido en esta fase es más baja, pero también nuestro buen humor nos puede llevar a desear relaciones sexuales quizás un poco menos románticas y apasionadas, pero más divertidas y experimentales.

            A esta fase puede hacérsele una analogía con una luna en cuarto creciente o con la primavera, cuando las flores empiezan a abrirse pero los frutos no están listos para ser cosechados.

 

 

Ovulación / Verano / Luna llena

¡Llegó el verano! La luna finalmente está llenaEl óvulo está listo para ser desprendido y comenzar su recorrido hacia el útero, en busca de algún esperma que lo fecunde, por lo que el deseo sexual estará a todo lo que da. En esta fase nos sentimos más seguras de nosotras mismas, con ganas de relacionarnos con otros, atractivas, inteligentes, llenas de energía

            El estrógeno llega a su pico, por lo cual el flujo vaginal aumenta (mayor lubricación), así como el flujo sanguíneo, haciendo correr oxígeno por nuestro cuerpo en mayor cantidad.

            Ser consciente de nuestros deseos sexuales y de que estamos pasando por la fase ovulatoria, puede ayudarnos a no romantizar a los galanes, o no confundir un enamoramiento con simple química y atracción.

 

 

Pre menstruación / Fase lútea / Otoño / Luna menguante

 Esta puede ser una de las etapas más confusas y complicadas de llegar. Es una fase totalmente introspectiva, de reflexión interior y sentimientos melancólicos. Cuando el cuerpo se da cuenta de que no ocurre un embarazo, comienza a deshacerse de lo que ya no sirve, por lo cual podemos tener pensamientos depresivos, incluso aunque no sea nuestra intención un embarazo. Esta etapa puede ilustrarse con la estación del otoño o la luna menguante. 

            El síndrome premenstrual nos hará sentir hinchadas, depresivas, sin energía, con dolor en los senos y sueño. En esta etapa es donde más tenemos que estar al pendiente de nosotras mismas: si la etapa de ovulación nos hacía sentir deseosas de dar amor a los otros, esta etapa debe ser de darnos amor a nosotras mismas. Es el mejor momento para buscar el autoconocimiento y practicar ejercicios de meditación y respiración.

 

Conocer tu cuerpo y tu reacción a las altas y bajas de progesterona y estrógeno te ayudará a ser consiente de los cambios y modificaciones en tu forma de sentir el mundo y a los otrxs, pudiendo aprovechar al máximo todas las disposiciones que tienes de ti misma y usarlas a tu favor.

 

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