Temas femeninos: Hábitos saludables para prevenir el cáncer de mama
El cáncer de mama es el tipo de cáncer que provoca mayor mortalidad entre las mujeres, y lamentablemente los casos van en aumento; según estimaciones, a nivel mundial una de cada trece mujeres se ve afectada a lo largo de su vida por esta enfermedad. Además, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en las mujeres mexicanas, con un promedio de 10 decesos al día.
Aunque hasta el momento no existe un método para prevenir el cáncer de seno de manera absoluta, sí hay algunas medidas que se pueden tomar para disminuir las probabilidades de que se desarrolle dicha enfermedad. Algunos factores de riesgo, como los antecedentes familiares, no se pueden modificar, sin embargo, ciertos cambios en el estilo de vida pueden reducir el riesgo de manera importante:
Estas son algunas recomendaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social:
-Procura llevar una dieta balanceada, rica en fibra y antioxidantes, la cual incluya alimentos como brócoli, acelgas, espinacas, uvas, tomates, zanahorias y papaya.
-Disminuye el consumo de azúcares y grasas saturadas.
-Practica ejercicio o alguna actividad física al menos 30 minutos al día.
-Mantén un peso adecuado y saludable. El sobrepeso o la obesidad aumentan de forma importante el riesgo de cáncer de mama, especialmente si la obesidad se desarrolla después de la menopausia.
-Evita el cigarro. La evidencia científica sugiere una relación entre fumar y el riesgo de cáncer de seno, en particular en mujeres premenopáusicas.
-Limita el consumo de alcohol, ya que las investigaciones señalan que cuanto más alcohol bebas, mayor será tu riesgo de desarrollar cáncer de mama.
-Realiza una auto-exploración mamaria mensual a partir de los 20 años, de preferencia al cuarto o quinto día de haber iniciado la menstruación. Si detectas algún bulto, piel con textura similar a una naranja, sarpullido, inflamaciones, cambios en la posición del pezón o zonas enrojecidas, acude inmediatamente a consulta médica.
-Solicita una mastografía a partir de los 34 años, en caso de tener antecedentes familiares de la enfermedad. Si no se tiene un historial de cáncer, se debe hacer cada dos años a partir de los 40, y cada año al llegar a los 50.