Temas femeninos: LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS ANTICONCEPTIVOS HORMONALES
Hoy en día, afortunadamente, el mercado está inundado de opciones para prevenir los embarazos no deseados y mantener una planificación familiar. Sin embargo, una desventaja de estos anticonceptivos es que mayormente suponen el consumo de hormonas. Con el avance la ciencia, ya no es necesario ingresar a nuestro cuerpo el estrógeno y la progestina en su estado natural como lo fue en un inicio, uso que puede alterar significativamente nuestros niveles hormonales y por lo tanto, la estabilidad de nuestro organismo, y podemos optar por múltiples opciones de hormonas sintéticas con estructuras similares que no nos alteran de una forma tan agresiva, pero que, sin embargo, nos siguen afectando considerablemente.
Es sabido que los ciclos hormonales que provocan la menstruación, y algunas molestias de ésta como los cólicos, el cansancio, el dolor de senos, etcétera, son lo que permiten que podamos dar vida y modificar nuestra forma a niveles impresionantes y después retomar nuestro tamaño normal. Que si los hombres son los que deberían llenarse de hormonas y no nosotras por lo delicado de estos ciclos, es un asunto cultural que deviene de una desigualdad histórica entre hombres dominantes y mujeres sometidas, y no es el caso, lo que sí es el caso es que definitivamente esta solución, pese a ser bastante fácil inyectarse una vez al mes o tomarse una pastilla diaria, no es la más inteligente ni la más ética. Acá te contamos un poco de las consecuencias que las hormonas medicinales usadas como anticonceptivo pueden tener en nuestra salud (todos los efecto varían de mujer a mujer):
—Trombosis (son enormemente más comunes en mujeres que utilizan anticonceptivos combinados, como lo son las marcas Diane®, Yasmin®, Nuvaring® y Mycroginon®, que en usuarios de la vacuna del COVID-19)
—Amenorrea
—Menstruación “falsa” (aunque usted no lo crea, la menstruación que se produce bajo el uso de anticonceptivos es PROVOCADA: se trata de un sangrado que la misma pastilla produce, con un legado misógino basado en la creencia de que las mujeres “se alterarían” si perdían su sangrado menstrual).
—Sangrado entre menstruaciones
—Depresión (incluso depresión severa)
—Retención de líquidos (y con ella, aumento de peso)
—Obesidad
—Pérdida de libido
—Resequedad vaginal
—Acné
—Insomnio
—Cansancio
—Sensibilidad mamaria
—Hinchazón
—Diarrea
—Estreñimiento
—Presión arterial alta
—Trastornos hepáticos
—Enfermedades en la vesícula
—Ataques cardiaco (en especial si la mujer es fumadora)
Como ves, son bastantes los síntomas y son producidos por la gran mayoría de marcas y compuestos que se encuentran en el mercado. Así que ya lo sabes: si alguna vez los sentiste, o los sientes todavía, es muy probable que tus anticonceptivos hormonales sean la causa, por lo que te recomendamos eliminarlos y buscar alternativas con tu o tus parejas, que te permitan cuidarte sin sufrir. Recuerda que los anticonceptivos sólo previenen el embarazo pero NO PREVIENEN las enfermedades de transmisión sexual.