Temas femeninos: QUÉ ES EL SÍNDROME DE YENTL (Copiar)
El síndrome de Yentl es el nombre que en 1991 Bernadine Patricia Healy, primera mujer directora de los Institutos de Salud de Estados Unidos, dio al hecho de que la probabilidad de que una mujer no reciba tratamiento adecuado para una enfermedad o problema cardiovascular es mucho mayor que para un hombre porque tradicionalmente son enfermedades asociadas a los hombres.
Healy llegó a esta conclusión tras observar que en su propio centro médico a las mujeres se les diagnosticaban menos enfermedades cardiovasculares, ingresaban en el hospital con menor frecuencia, recibían menos intervenciones quirúrgicas y estaban poco representadas en los ensayos clínicos que testaban fármacos para estas enfermedades. ¿Por qué ocurre esto?
Todos tenemos este sesgo, cuando nos dicen que una mujer ha sufrido un infarto siempre nos sorprende. ¿Un infarto ella? En nuestra cabeza, y de manera inconsciente, asociamos los infartos y las enfermedades cardiovasculares a los hombres, aunque en la realidad los datos son muy distintos.
A lo largo de la historia han sido muchas las mujeres sabias que han tenido que disfrazarse de varones para hacerse un hueco en la cultura y en las ciencias. La medicina no está exenta de la brecha de género. La norteamericana Bernardine Healy llegó a formular el denominado síndrome de Yentl, ironizando sobre las necesidades de las mujeres de adoptar una configuración externa masculina para poder ser atendidas con igual eficacia que los hombres.
Curiosamente, no fue hasta principios de los 90 cuando se empezó a incluir a las mujeres en los trabajos de investigación sobre infarto de miocardio o accidentes cardiovasculares. De hecho, poca gente sabe que la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en mujeres no solo en España, sino también a nivel global: la gran mayoría piensa que los varones son más proclives a morir de un infarto.
Los investigadores del estudio Framingham fueron pioneros en estudiar a las mujeres y confirmar que sí existían diferencias entre ambos sexos. Otros teóricos de la época, en cambio, pensaban que las hormonas femeninas protegían a las féminas de enfermedades cardiovasculares entre otras creencias, aunque se trata de una falsa idea.
En la actualidad, las ciencias de la salud no suelen tener en cuenta esas diferencias a pesar de que no se metabolizan igual los medicamentos en un cuerpo que en otro. Este fenómeno se conoce como la farmacocinética diferencial, que a día de hoy no se ha incluido del todo en la ciencia de la salud normalizada. A las mujeres se nos siguen aplicando las mismas dosis que a los hombres cuando no corresponde hacerlo así. Ejemplo de ello son algunos fármacos como los antidepresivos, que son más potentes en las mujeres, ya que su sangre tiene menor capacidad de fijación, por lo que sus hemoproteínas absorben menos sustancias extrañas.