Temas masculinos: 19 DE NOVIEMBRE, ¿DÍA DEL HOMBRE?
Desde 1999, por iniciativa de un comité llamado “Comité internacional del Hombre”, que trabaja desde Trinidad y Tobago, cada 19 de noviembre se celebra (y ojo con esa palabra) el Día del Hombre. Si nos adentramos un poco en lo que dice la Comisión Nacional de Derechos Humano, podemos leer que los propósitos de esta “celebración” son:
1. Promover modelos masculinos positivos: hombres cotidianos con vidas decentes y honestas.
2. Celebrar las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad, comunidad, familia, matrimonio, cuidado de niños y el medio ambiente.
3. Centrarse en la salud y el bienestar social, emocional, físico y espiritual de los hombres.
Ahora bien, mi pregunta para ustedes, caballeros que nos leen, ¿consideran que este día es de relevancia? Seamos honestos con nosotros mismos, ¿no son las contribuciones a la sociedad y la búsqueda del bienestar de los hombres lo que siempre ha promovido la historia común de los seres humanos (la Historia con mayúscula), así como la medicina, la psicología y la psiquiatría, desde que dichas disciplinas existen? Si contestamos de forma crítica, luego de un repaso por los grandes periodos de Occidente, podemos ver que en efecto, es así. Sin embargo, podemos ver algo interesante en el primer punto, que sí propone algo innovador y necesario: “promover modelos masculinos positivos: hombres cotidianos con vidas decentes y honestas”. Finalmente, podemos celebrar la libertad de vivir la masculinidad o la “hombría” de la forma en que cada uno de nosotros queramos, sin tener que rendir cuentas a ningún modelo hegemónico de lo que significa ser hombre. Ya basta de darle validez sólo al macho, al que “no se raja”, al que no llora, al que decide tener muchas mujeres porque está mal “ser mandilón” y fiel, al que realiza prácticas que ponen en peligro su integridad sólo para demostrar su fortaleza ante otros hombres, al que tiene que ser el proveedor de toda la familia porque no puede permitir que su mujer trabaje, al que no realiza labores domésticas, al que celebra el uso de la violencia. En pocas palabras, dejar de celebrar la masculinidad tóxica, algo que abunda en México (bien lo repasa Octavio Paz en El laberinto de la soledad), eso que las feministas sintetizan en el aforismo “muerte al macho”; muerte al macho, mas no a los hombres.
Fuera del tercer punto, debemos reconocer que los otros dos, el primero y el segundo, están sobrados, y esto lo podemos demostrar si hacemos un breve repaso histórico de lo que significó el Día de la Mujer para todas nuestras compañeras desde que se instauró dicha fecha como conmemorativa el 8 de marzo. Ojo: conmemoración no es lo mismo que celebración.
El 8 de marzo de 1857, un conjunto de mujeres obreras de la industria textil, en el estado de Nueva York, organizaron una huelga por sus derechos laborales. Exigían condiciones más dignas de trabajo y sueldos más justos. Sin embargo, estas mujeres fueron detenidas por la policía. Dos años más tarde, las mismas mujeres que se manifestaron formaron su propio sindicato, y salieron a las calles a exigir el derecho al voto y e igualdad de oportunidades que se le daba a los hombres; 51 años después se aprovechó esta fecha para la famosa manifestación “Pan y Rosas” en la que 15’000 mujeres tomaron las calles de Nueva York para exigir justicia laboral y la prohibición del trabajo infantil. Una terrible tragedia ocurrida el 25 de marzo de 1911 se sumó a las manifestaciones que realizaban las obreras: 123 mujeres trabajadoras textiles, la mayoría inmigrantes, perdieron su vida en un incendio mientras trabajan.
Como podemos ver, compañeros, el día de la mujer no se trata de una fecha de celebración, sino más bien de la conmemoración de las luchas que ha llevado el sexo opuesto para obtener más o menos el mismo reconocimiento y la calidad de vida que a nosotros muchas veces se nos ofrece por default por el simple hecho de haber nacido varones; oportunidades laborales, derecho al voto, mayores salarios, representación en el gobierno, etcétera. Si realmente queremos una fecha para dedicársela a la reflexión de lo que significa ser hombre, dediquémosla a reflexionar sobre lo que la masculinidad ha hecho en nosotros, sin querer compararnos con nuestras compañeras, sin querer “celebrar” algo que simple azar genético, y sin querer usurpar la atención de las problemáticas que las atañen a ellas.
Una buena opción para seguir con el punto dos del listado de la CNDH es aprovechar para concientizar sobre aquellas enfermedades que nos afectan más a nosotros, como por ejemplo, el cáncer de próstata, aunque ya existe un mes para ello y es durante todo noviembre… En fin. Lo dejo puesto sobre la mesa para que pensemos sobre el peso simbólico de actitudes como las del “Comité Internacional del Hombre”. Eso sí, ¡por un mundo sin machos, pero con hombres!