Temas masculinos: ¿DE QUÉ MUEREN LOS HOMBRES?
Es más que sabido que los hombres y las mujeres compartimos muy pocas diferencias biológicas, y ninguna diferencia a nivel intelectual. Estos prejuicios se fueron eliminando a lo largo de los años y con ello, se fueron disminuyendo las diferencias sociales y culturales que provocaban que cada sexo tuviera oportunidades de desarrollo y calidad de vida diferentes. Sin embargo, existen otras diferencias que permanecen, y que van más allá de cualquier esfuerzo social que hagamos por cambiarlas, y una de ellas, es la tasa de mortalidad, que dicta que en la mayoría de los países, las mujeres viven más que los hombres (excluyendo todos los feminicidios): algunas causas sorprendentemente, son biológicas, pero otras tantas son culturales y sociales. ¿Qué tanto influye la masculinidad en que los hombres vivamos menos? A continuación, te compartimos algunas de las causas que reducen el tiempo de vida de nosotros en relación a nuestras compañeras.
¿Dónde comienzan la diferencia? En el Resumen de estadísticas mundiales de salud, publicado en el 2019 por Richard Cibulskis para la Organización Mundial de la Salud (WHO por sus siglas en inglés, se señala que las grandes diferencias en la mortalidad entre sexos comienza en la adolescencia, ya que hay los varones tienen “ciertas hormonas que los hacen más propensos a los infartos”, y que, por ejemplo, se ha demostrado que la hormona de la testosterona aumenta la predisposición a la tuberculosis. Afortunadamente, son muy pocos los factores meramente corporales, pues la mayoría de las diferencias son sociales, pues tienen que ver con las conductas de riesgo que adoptan los hombres por la imposición de la masculinidad, es decir, que podemos reducirlos si educamos a los niños desde pequeños a cuidar su salud y su integridad.
Dentro de los factores sociales podemos encontrar:
—Los varones fuman más y comienzan a hacerlo a menor edad.
—Dentro del desempeño de sus oficios, ellos están más propuestos a riesgos por el contacto con sustancias tóxicas y ambientes de riesgo.
—Tienen el doble de accidentes automovilísticos que la mujeres.
—Mueren cuatro veces más que las mujeres en riñas o peleas.
—Hay 75% más suicidios en hombres, lo cual se puede traducir en un menor cuidado de la salud mental, y las limitaciones a la expresión de emociones que impone la masculinidad.
—Tanto en los países ricos como en los pobres, los varones acuden menos que las mujeres a la ayuda profesional por las mismas enfermedades. Por ejemplo, durante las epidemias de VIH, los hombres tenían menos probabilidades de realizarse una prueba y de acceder a tratamiento con antivirales, y algo similar ocurre con la tuberculosis.
El estudio también demuestra que las mujeres tienen un sistema inmunológico más fuerte, pues muestra cómo ellas tienden a cuidarse más que ellos, y esta diferencia también es perceptible tanto en países ricos como pobres.
Las causas de muerte que afectan más o sólo a mujeres incluyen:
—Cáncer de mama
—Complicaciones en la maternidad y el parto
—Cáncer cérvico uterino.
—Alzheimer
Mientras que en la lista de hombres encontramos (en orden):
—Enfermedad isquémica del corazón
—Accidente de tráfico
—Cáncer de tráquea, pulmones y bronquios (exposición a químicos por el trabajo o el consumo de tabaco).
—Enfermedad pulmonar crónica (EPOC)
—Ictus
—Cirrosis (consumo de bebidas alcohólicas)
—Cáncer de próstata
—Violencia interpersonal
—Cáncer de hígado
—Infecciones respiratorias
—Suicidio
—Cáncer de esófago
—VIH/Sida
—Enfermedades de riñón
¿Qué podemos concluir de estos datos? Que los mismos valores culturales relacionados con el género no sólo afectan la vida de las mujeres por la violencia feminicida, sino que también cobra la vida de miles de hombres cada año por la falta de cultura de la prevención y el cuidado.
Juntos podemos reducir esta enorme lista, enseñando a los varones a ser cuidadosos consigo mismos, a quererse, a valorarse fomentar el amor y el respeto a ellos mismos y hacia otros hombres, sin por ello poner en riesgo su identidad o su masculinidad.
FUENTE: https://elpais.com/elpais/2019/04/03/planeta_futuro/1554313576_035882.html