Temas masculinos: 6 RAZONES PARA DEJAR DE CONSUMIR PORNO
Los hombres son los principales consumidores de pornografía, y las condiciones económicas precarias de grupos vulnerables muchas veces llevan a estas personas vender sus cuerpos para sobrevivir, ya sea prostituyéndose o realizando su equivalente virtual: produciendo pornografía.
Si a estas premisas agregamos que existe una división sexual del trabajo, en todas las sociedades, podemos deducir una cosa: la mujer no tiene decisión sobre su cuerpo, porque se le ha enseñado a través de la cultura que este es un objeto para el consumo, por más que se llegue a disfrazar a las actrices porno de “empoderadas”.
La pornografía no sólo es dañina para la sociedad por su factor simbólico, que nos educa sobre una idea del sexo totalmente fantasiosa que tratamos de buscar en la vida real, y que nos lleva a la frustración al no encontrarla, también es dañina porque detrás de ella están los mismos sistemas que apoyan la trata de personas, es decir, que se produce a través de la explotación y la esclavitud, y que genera millones de dólares en todo el mundo a costa de la salud física y mental de las víctimas. Si no nos crees, puedes ver el documental Hot Girls Wanted en Netflix, y eso dentro del plano de lo legal, porque existe un enorme mercado negro que es muy difícil de separar del aceptado.
Lo peor del asunto, es que la porno no es solo perjudicial para el tejido social y para las víctimas, sino para ti mismo y tu salud. A continuación, te dejamos 6 razones para dejar de consumirla en este mismo momento y para siempre:
- Te permitirá tener una comprensión sana y realista del sexo.
Las actrices porno son perfectas cuando aparecen en escena y pueden tener mil orgasmos en pantalla y soportar prácticas denigrantes que nada tienen que ver con cómo son las relaciones sexuales en el mundo real. - Mata tu imaginación
¿Cómo te masturbabas antes de la pornografía…? Existe toooooodo un mundo de posibilidades eróticas y placeres que podríamos descubrir y explorar si tan sólo no tuviéramos todo “ya dado”. Atrévete a experimentar con tu pareja desde sus deseos personales y no sólo desde lo que la pornografía les dice “qué” y “cómo” hacer. - La pornografía PRODUCE ADICCIÓN.
Eso no es ninguna exageración. Estudios han comprobado que el impacto que tiene un video pornográfico en nuestro cerebro libera dopamina y oxitocina, sustancias producen una sensación de bienestar y placer como la de algunas drogas. Al acostumbrarnos, cada vez necesitamos contenido más explícito, algo similar a “aumentar la dosis”. - Mejorará tu comportamiento en sociedad y restaura tu moral
Si piensas que a una mujer le resulta atractivo que alguien le llame “puta”, “zorra” o le digan cosas sucias sin un contexto previo y un acuerdo explícito, o que desea acostarse con su plomero, repartidor de pizza o taxista, es porque lo aprendiste en la pornografía. La realidad es totalmente otra. Convivir con mujeres de la vida real, escucharlas y tener buena comunicación con tu pareja te llevará a eliminar estas conductas incómodas que son replicadas por millones de hombres en el mundo, y que te impiden tener un acercamiento honesto y saludable con otras personas. - Te permitirá construir conexiones profundas
La pornografía nos hace ver a nuestra pareja como un objeto de consumo, como una cosa que está ahí sólo para la sexualidad, sin otro tipo de sentimientos y necesidades más que el sexo. Dejar de verla te permitirá tener una interacción honesta con tu pareja y descubrir los otros aspectos de su persona que se involucran contigo, incluso en el acto sexual. - Te ayudará a querer más tu cuerpo y el de tu pareja
La pornografía está atiborrada de cuerpos falsos: operados, depilados, inyectados, maquillados… esto produce que despreciemos nuestra propia corporalidad y la de la mayoría de la gente “normal”. Esto no sólo afecta las mujeres, ¿cómo te sientes en relación a los penes de proporciones gigantezcas que tienen todos los actores? ¡Nada de eso es real! - Dejar de apoyar el tráfico sexual y la violencia detrás de la pornografía
Está claramente demostrado que hacer clic en sitios porno alimenta la demanda de tráfico sexual (https://fightthenewdrug.org/media/how-porn-fuels-sex-trafficking-video/). Hay innumerables víctimas de este tipo de comercio que se ven obligadas a tener relaciones sexuales frente a una cámara. Desafortunadamente, incluso en la industria «legitimada» de adultos, los actores porno son con frecuencia víctimas de violencia, coerción y abuso de drogas (https://fightthenewdrug.org/10-porn-stars-speak-openly-about-their-most-popular-scenes/). No hay ninguna manera de saber si lo que estamos mirando esconde este tipo de realidad. Si te niegas a hacer clic, te niegas a contribuir a la solicitud de explotación sexual.
¡Ya lo sabes! Acabemos con todas estas prácticas violentas. Comienza con dejar de consumir y ayudar a concientizar entre tus amigos y conocidos. Un mundo sin violencia sexual es lo mejor para todos y todas.