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Temas masculinos: LO QUE QUIERES SABER SOBRE JUGUETES SEXUALES

Escrito por Don Juan Tenorio en Sábado, 06 Enero 2024. Publicado en Cultura, Sexualidad, Temas Masculinos

3 juguetes sexuales para incrementar tu placer

Mucho se habla sobre los juguetes sexuales, algunos aún criticados y otros considerados fuente de placer para cualquier estado civil o estatus social. Generalmente se mantiene cierto tabú respecto a ellos, muchos prefieren comprarlos por internet a manera de mantener ocultas estas preferencias, ya que son fuertemente criticados por ser comprados por personas “pervertidas”.

Se cree que el primer juguete sexual fue una piedra en forma de pene, encontrada por varios arqueólogos en el Sur de Alemania que data de hace unos 28.000 años, la cual tuvieron que formar con 14 trozos, para recrearlo. Si bien tiene esta forma, pudiera ser otra cosa que aún se desconoce, pero todo apunta que es la figura de un pene, aunado a que tiene unos anillos tallados en un extremo de la pieza y se encuentra muy bien pulido. El falo tiene el tamaño parecido a un miembro viril, con 20 centímetros de largo por 3 de grosor, lo que hace que se descarten muchas dudas sobre lo que es o simula ser, algunos escépticos creen que sería imposible tener un juguete sexual tallado en piedra, debido a que el material sería bastante frío para la práctica.

Este hallazgo se considera algo extraño debido a que las otras figuras encontradas de esa época llamadas “venus paleolíticas”, eran todas representaciones féminas talladas en piedra con grandes pechos, por lo que el descubrimiento de esta pieza contrasta totalmente al de una época machista. Otros piensan que fueron elaboradas como forma de tributo a la diosa de la fertilidad.

Por los años 1800 en la época que marcó la cúspide de la Revolución Industrial y del imperio británico, se escuchó hablar sobre la “histeria femenina” (deseo sexual reprimido), en aquellos tiempos era considerada como una enfermedad en las mujeres, que se trataba de curar con masajes pélvicos, (lo que hoy conocemos como masturbación) hasta llegar al orgasmo, pero en aquel entonces se utilizaba para lograr un mejoramiento de los músculos internos de la mujer y controlar un poco los síntomas causados por esta enfermedad como pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, irritabilidad, etc. Este fue el motor para que en el año de 1880, el médico británico Joseph MortimerGranville sacara a luz el innovador invento del vibrador de baterías, mismo que tenía la finalidad de combatir esta enfermedad, que se propagaba velozmente y poderlo utilizar de manera más práctica en el consultorio sin tener que hacerlo de manera manual.

Para el siglo XIX este aparato y los “tratamientos” eran un “boom” en Europa y Estados Unidos donde eran ofrecidos en balnearios de lujo. En 1902 fue lanzado el primer vibrador eléctrico por compañía Hamilton Beach, mismo que fuera conocido 10 años antes que la plancha eléctrica.

Todo pintaba bien para estos aparatos, los cuales eran promovidos con terapias, masajes anti-estrés, modas, etc. pero el cambio rotundo fue cuando en 1952 decretaron que la histeria femenina no era una enfermedad, sino un mito anticuado, además de que con el revolucionario invento de la televisión, se fueron propagando películas pornográficas, donde las actrices utilizaban el vibrador como un juguete sexual, lo que provocó que fueran retirados de revistas, catálogos, comercios, etc. ya que eran considerados como objetos de perversión sexual, por lo que en la actualidad los encontramos limitadamente en internet o sexshop.

Una de las funciones de los juguetes sexuales, y que tal vez no nos hayamos imaginado, es la de ayudar a personas con alguna discapacidad, ya sea por la falta de movilidad en brazos o piernas, por alguna discapacidad que les impida salir frecuentemente a la calle y buscar pareja, para personas con daños de la columna entre otros. De hecho existen algunas empresas de Estados Unidos y Europa que se especializan en estos juguetes con tecnologías y usos bien definidos dependiendo la discapacidad de la persona.

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