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Temas masculinos: LOS “JUEGOS PREVIOS” NO EXISTEN

Escrito por Don Juan Tenorio en Sábado, 30 Marzo 2024. Publicado en Cultura, Salud, Sexualidad, Sociedad, Temas Masculinos

Qué es el trastorno del deseo sexual hipoactivo?

Querido amigo, el día de hoy te tenemos lo que en apariencia es una mala noticia, pero que en realidad viene a cambiar la forma en la que te relacionas con tu pareja y con tu propio cuerpo.

Con anterioridad, en un artículo titulado “¿Eres coitocentrista?”, te hemos explicado el por qué no debes enfocarte solamente en la penetración al momento de tener relaciones sexuales, pues eso mata el erotismo. A continuación, te contaremos un poco de todo lo que te pierdes al reducir, precisamente por el coitocentrismo, todo lo demás, a “juegos previos” (¿previos a qué? al coito, naturalmente).

 

 

¿Alguna vez te has preguntado dónde inicia el acto sexual? Según teóricos del amor, incluso desde la Edad Media, la primer interacción cargada de energía sexual es la mirada, así que desde el cruce de ojos nuestro cuerpo entra en una dinámica erótica y empieza a sentir estimulación, que puede seguir avanzando con consentimiento si las dos personas están al tanto de la de esto y lo desean.

Después de la mirada, no creas que el salto a la cama es repentino, sigue una conversación que cada vez se vuelve más eléctrica, algún roce “despreocupado”, tomarse de la mano, abrazos, y poco a poco las cosas se van calentando hasta que ambos se encuentran en la intimidad. Ahora, ¿qué pasa ahí? La excitación meramente sexual, que definitivamente puede seguir siendo altamente erótica proviene de diversas fuentes. Recordemos que el erotismo es eso que hace especial el contacto entre los seres humanos, y que, además del placer genital, es lo único que nos diferencia de los animales copulando para reproducirse. Uno de las definiciones más citadas es la de Octavio Paz en La llama doble, trabajada por María Elvira Luna Escudero: 


El erotismo es exclusivamente humano, según bien señala Paz; el erotismo implica uso extensivo de la imaginación, y por ende variación; el sexo en cambio es repetición y no es exclusivo del ser humano: “El agente que mueve lo mismo al acto erótico que al poético es la imaginación. Es la potencia que transfigura al sexo en ceremonia y rito, al lenguaje en ritmo y metáfora”. (p.10)

El erotismo es variación, el sexo, repetición. Uno de los grandes errores dentro de las parejas de largos años es precisamente eliminar el erotismo de la relación por darle prioridad sólo al sexo, a la penetración y al orgasmo de los hombres, reduciendo todo lo demás a simple “juego” o incitación, en lugar de sacarle el máximo provecho y explorarlo.

Foreplay for Exquisitely Sensitive Sex – Layla Martin

Otra razón por la que señalan los especialistas que debemos evitar este término, es por cuestiones éticas. Decir que todo lo que no es penetración es “juego previo” es una expresión misógina, homofóbica y transfóbica, ¿por qué? En primera, porque se implica que la “última fase” o el Home run de las relaciones es el coito, como si eso dejara satisfechas a las mujeres: 77% DE LAS MUJERES NECESITAN ESTIMULACIÓN CLITORIANA PARA LLEGAR A UN ORGASMO, tan sólo el resto puede alcanzar un orgasmo meramente vaginal. Además, las mujeres requieren un poco más de tiempo, por lo que usualmente no terminan a la vez que su pareja masculina y deben continuar después con algunos de los pasos que son supuestamente “previos”. Así que ya no excusa: si realmente te gustan las mujeres, sabes que la penetración sola no las llevará al orgasmo, sino que se necesita otro tipo de estimulación previa y posterior a ésta.

Es un término homofóbico (sobre todo lesbofóbico) y transfóbico, porque las prácticas que realizan las personas de estas orientaciones e identidades sexuales, no contienen todo el tiempo el coito, y no por eso se quedan “a medias” o están “incompletas”. Entonces: el término “juegos previos” fue hecho por y para hombres cisgénero, que además son reduccionistas, pues les da miedo nombrar las cosas por su nombre. Palabras como felación, cunnilingus, besos, lamidas, caricas, masturbación, pellizcos, mordidas, etcétera, etcétera… hay que nombrar las cosas para que existan de verdad. 

La sexóloga española Lorena Olvera Moreno que “todo encuentro erótico placentero y consentido es sexo, sin importar las actividades que incluya y el orden en que se lleven a cabo”, así que ya lo sabes, atrévete a sumergirte en estas prácticas  y experimentar los límites de tu placer, tu deseo y los de tu pareja, cambiando tu perspectiva de las relaciones sexuales, empezando con la forma en que las nombras. 

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