Temas masculinos: ¿QUÉ ES LA ANDROPAUSIA?
"Pitopausia", "otoño de los pantalones" y otras expresiones son las comúnmente utilizadas en tono irónico por las mujeres para referirse a la supuesta menopausia masculina, o al menos al deseo de que existiera una cierta justicia biológica en cuanto al decaimiento de las funciones reproductoras vinculado con trastornos físicos. ¿Pero existe este fenómeno en los hombres?
En efecto, aunque es mucho menos mediática y está menos explotada comercialmente, esta menopausia masculina sí existe y es equiparable en pérdida de fertilidad y en cambios en la salud y el aspecto físico, a la de las mujeres, si bien no implica necesariamente una pérdida de fertilidad total. Se llama andropausia y, al igual que la menopausia, es uno de los procesos vitales inevitables ligados a un proceso más general, y natural, llamado envejecimiento.
Muchos de los síntomas de que un hombre "madura" o "se hace mayor" tienen que ver con la andropausia a través de la pérdida de producción en los testículos de la hormona testosterona, que es la propia de la diferenciación sexual masculina, aunque también se produce en el ovario femenino, si bien en cantidades hasta 20 veces menores.
La andropausia tiene su reflejo sobre todo en el descenso de testosterona testicular -una pequeña parte se produce en las glándulas suprarrenales- en el plasma, cosa que comporta diferentes implicaciones. Pero se extiende adicionalmente a un descenso de la fertilidad, es decir de la movilidad y vitalidad de los espermatozoides, aunque en los hombres siempre puede quedar una tasa de esperma activo y por tanto no siempre se produce la esterilidad total, a diferencia de lo que ocurre en las mujeres.
La testosterona es muy importante, por lo cual su pérdida o disminución puede ocasionar los siguientes síntomas:
Mayor irritación: los hombres nos volvemos más cascarrabias en buena medida por culpa de los bajos niveles plasmáticos de testosterona, ya que esta ayuda a regular el estrés.
Mayor dificultad para dormir e incluso insomnio: a pesar de ser una hormona relacionada con la agresividad, la bajada de testosterona incide en la producción de serotonina, que es la hormona que regula el sueño. El resultado es el aumento de insomnio propio de la edad, aunque la andropausia no tiene por qué ser la única causa e incluso hay hombres en los que este síntoma no aparece.
Menor densidad ósea: al intervenir en la fijación de calcio en el hueso, el descenso de la testosterona hace perder densidad al hueso y aumenta el riesgo de osteoporosis.
Pérdida muscular y aumento de la grasa: también nos cuesta más crear músculo y en cambio el alimento se transforma en grasa en mayor proporción.
Cansancio: la bajada de testosterona nos hace ser menos activos y proclives al ejercicio físico, a lo que ayuda el insomnio y la menor porción de músculo, que ralentiza el metabolismo.
Disminución de los testículos y el pene: los órganos sexuales pierden tamaño, aunque raramente de una forma exagerada y el esperma es menos fértil.
Disminución de las erecciones: en teoría la líbido desciende y con ella la potencia y frecuencia de las erecciones, aunque este hecho puede tener otras causas como el estrés o la vejez en general y no en todos los hombres se produce.
Sequedad en el cabello: contra la creencia general, la bajada de la testosterona no propicia la caída del cabello -parece ser que es al contrario, es decir que son los altos niveles-, sino que la atenúa. Ahora bien, convierte al cabello en un filamento más grueso, seco y estropajoso.
Pérdida de elasticidad en la piel: otro síntoma es la pérdida de grasa dérmica y por lo tanto de elasticidad, lo que propicia la sequedad y la aparición de arrugas.