Urge que las Universidades de México y Estados Unidos informen sobre los efectos de la marea roja
Ante las evidencias de que ha habido un cambio en la acidez, temperatura, turbiedad, alcalinidad, salinidad, eutrofización y otros fenómenos naturales o antropogénicos que han influido en la mortandad de tortugas, delfines, crustáceos, peces, plancton e incluso en dos grandes mamíferos marinos, es indispensable de que nuestra máxima casa de estudios, la UABCS, la UNAM, la UABC, y la Universidad de California UCLA y otros centros científicos confiables, nos den un diagnóstico urgente de lo que está sucediendo desde el punto de vista oceanológico y de la biodiversidad en general.
Ha habido múltiples incidentes de morbimortalidad ictiológica, quelónida, planctónica e incluso mastozoomórfica, lo mismo en La Ribera, que en Cabo Pulmo, Los Barriles, La Paz, Loreto, Isla el Carmen, Cerrralvo y toda la Costa del Pacífico, y es la hora de los científicos serios y no amarillistas para que nos orienten en dos aspectos.
- ¿Qué está pasando?
- ¿Qué debemos hacer?
Se oyen muchas versiones en que los pescadores le echan la culpa a los grandes camaroneros de Sonora y Sinaloa, quejas de Semarnat respecto a la vaquita marina en el Golfo de Ulloa, quejas de los pescadores deportivos con relación a la extracción comercial a gran escala, reclamos de los protectores de grandes mamíferos marinos respecto al enmallamiento y todo ello se nos vuelve un entramado de confusiones que no sólo nos lleva al error, al enfrentamiento o a la desinformación, sino a algo peor: la inacción en el rumbo adecuado.
Un aspecto fundamental es la protección de los arrecifes al igual que los manglares y de las grandes franjas dunares. La Zofemat igual que la Conanp, la Semarnat y la Secretaría de Marina, así como la Conagua tienen mucho que decir al respecto. Sin embargo, nosotros exigimos que otras instituciones como es la Comisión Federal Para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) y su equivalente estatal, la Coepris, dejen oír su voz y diagnóstico.
Las descargas de drenajes de toda la Península, sin tratamiento o casi nulo tratamiento, han empezado a tener efectos desastrosos, si a ellos agregamos que ha sido un fin de año atípico en materia meteorológica, y de corrientes y temperaturas marinas singulares, podemos darnos cuenta de lo que está sucediendo desde el plancton microscópico hasta toda la cadena de biodiversidad marina.
Por último, Ramón Ojeda Mestre, Premio Mundial de Medio Ambiente, Elizabeth Haub 2005 y Secretario General de la Corte Internacional de Arbitraje Ambiental, señaló que es una vergüenza que México con más de 10,000 km de litorales no cuente con una Ley de Costas, que un país con casi 3 millones de kilómetros cuadrados de mar territorial y Zona Económica Exclusiva y con más de la mitad de sus entidades ubicadas junto a los mares mexicanos se halle indefenso desde el punto de vista jurídico por la negligencia de los legisladores y el regresionismo del ejecutivo que manda leyes de Aguas Nacionales retrógradas y proyectos de Leyes de Biodiversidad o Vida Silvestre con intenciones comerciales pero no de sustentabilidad real.
Irrita saber que unos estados si emitieron alerta de marea roja y otros no. Hay en juego muchos intereses económicos como se vio en los procesos de extracción minera marina en el Golfo de California y las presiones incontroladas de las grandes empacadoras de alimentos marinos. Ojalá que los gobiernos de los estados de Baja California Sur, de Baja California, de Sinaloa y Sonora hagan un frente común ambiental, aunque pertenezcan a diversos partidos políticos, concluyó.