Y seguimos pidiendo la palabra: VIAJERA
Cuando te fuiste en busca de lo tuyo
Luego... de tu breve aleteo
De llamarada erótica sutil
En mi breñal reseco
Me encontré circundado
Por una soledad inusitada
Semejante en su frío
A la orfandad de un pájaro en invierno.
No eras mía raptada
Ni menos conquistada a sangre y fuego
De miradas violentas.
¿Fuiste alguna vez sin darnos cuenta?
¿Fuiste mía en otra vida que olvidamos?
No importa lo que fuera
Yo no podía decir que te perdía.
Pero hoy tengo algo tuyo tan seguro
Que no podrás quitarme.
No importa si te pierdes en tu viaje
Para hallarte en la luna de tu espejo
O encuentras con tu imagen reflejada
Al mirar el espejo de tu luna
Si vuelves a perderte jubilosa
En tu vagabundeo
De gitana celeste.
Tu recuerdo me late hoy en las sienes
Visión extrañada de tus cercanías
Que brota intermitente gota a gota
De mis pupilas tristes
Y que a ratos respiro
Con las fauces abiertas
Pétalos frescos
Dulce perfuma de tu esencia
Que hincha mis venas
Y me agita el pulso.
Me pregunto si acaso habré perdido
Un cálido pecho
De golondrina nostálgica
Donde hubiese perdido
Reposar mi cabeza fatigada
De martillar ideas y soñar utopías.
A la distancia como bien lo sabes
Hablo siempre contigo.
Sé que al mirar las aves adivinas
Mis masajes cifrados.
Porque todo el silencio con que te hablo
Dicen más que las cosas
Que mis ojos un día te dijeran
Al mirarte temblando
Más que toda palabra musitada
Al pensar siempre en ti
Cuando concilio el sueño
De madrugada al terminar la ronda.