Y seguimos pidiendo la palabra: LA CALLE
La calle de las casas
de lámparas nostálgicas;
la calle en que camino
a diario
y siento que ocupo
huellas ajenas:
la calle de los gritos
y llantos anónimos;
la calle del burdel
de inaprehensibles mujeres;
la calle de las niñas
que sueñan paraísos de cristal;
la calle de la lluvia
y de noches de luna llena:
tierna calle;
niña calle;
vieja calle desdentada,
calle vieja que soy.