Y seguimos pidiendo la palabra: TULIPÁN YA MARCHITO
Suspiran las abejas ante el soplar de los vientos,
los prados y ríos desolados por tu ausencia,
las tinieblas opacando mi alma que está en pena,
¿y que gano yo con todo eso?
Eres como un simple tulipán,
solo en un mar de llanto,
hundido en desesperación y melancolía,
no te preocupes más vida mía
que aquí estaré yo
para amarte, cuidarte y respetarte,
todo el resto de mi vida.
Eres como ese tulipán que vimos aquel día en el campo,
¿si recuerdas eso?
hermoso, sutil y frágil,
tan frágil, que parecería romperse en cualquier momento
prometimos amarnos hasta su muerte,
prometí protegerte con mi alma,
prometí quererte para siempre
y que coincidencia que así pasara.
Hoy estas aquí a un lado mío,
recostada tranquilamente en la cama,
dando tu último suspiro del alma,
como ese tulipán ya marchito.
Nuestros hijos lloran porque te has ido,
y una intriga invade mi alma,
no me esperes mucho amor mío,
que falta poco para que te alcance.
Y al fin los dos seremos
como ese tulipán ya marchito.