Y seguimos pidiendo la palabra: FLORECER DE JACARANDAS
Apenas una pausa entre la noche y la siguiente,
entre la llamada y la entrega.
Breve es el néctar que humedece los labios,
breve como la vida completa de un insecto.
¿A dónde va la niebla?
¿En qué rincón la noche se refugia al alba?
Fue un mero engaño del sentido
la presencia que se escurre entre los dedos.
Superficie espejeante de laguna encantada,
compleja y fugaz filigrana, tu epidermis,
felicidad efímera como todos los dioses verdaderos,
extinta, como la felicidad más perfecta.