Y seguimos pidiendo la palabra: XVI UNA SED MORTAL CARCOME MIS ENTRAÑAS
Una sed mortal carcome mis entrañas.
Es el dolor de saber la soledad en mis balcones
por donde asoma un ángel
desarraigado del ayer.
Queda en el aire un ojo
una última mirada
un trozo de luna
un hueco por donde asoma el abismo
un fragmento de noche sin estrellas
una lágrima
un lagarto amarillo
y un esqueleto negro
y tu voz
como un pájaro haciéndose nada en la distancia.