Y seguimos pidiendo la palabra: NOCTURNOS III
III
Siente como duerme el cuerpo al cobijo del suspenso,
el delgado incendio de la sangre sorprendida por el odio.
Siente el despertar de un animal eterno que se posa
en el espasmo de la ausencia,
el olvido de la voz ante el canto de los pájaros del miedo.
Siente en ocasiones la luz de algún dios que calla su presencia,
el engaño de la rosa y el aprendizaje que deja la espina en cada boca.
Siente la tiniebla ardiente de una pesadilla instalar su imperio
en la noche de tu cuerpo,
El humor insano del silencio que se oculta de la voz en el bullicio.
Siente la urgencia de gritar la vida que disuelta se retira,
el aliento que desdice el mundo,
el hálito final de un verso que mantiene a flote lo invisible.
Comentarios (1)
jesus vergara martinez
Etoy a la búsqueda de tu poema finisterra. Ojala pudiera leerlo nuevamente. Recuerdas tu revista "la cachora"?Ahora estoy en el edo de mexico. mi cel es 55 6035 6489. Un abrazo.
Gracias por esos irrepetiblesmomentos